¿Problemas de hogar o de la escuela?
Se escucha y lee por los medios de
información que en los alrededores de las escuelas y colegios rondan vendedores
de drogas…. También aumentan como hongos esos diabólicos juegos electrónicos,
que se roban la menta y la plata de nuestros niños y adolescentes. ¿Cómo es que
no se puede erradicar estos crímenes?
No pocos egresados entienden lo que leen.
Dadas las circunstancias ¿quién es culpable?. La escuela o la casa… o ambas?.
Muchas familias hoy están destrozadas. En nombre de la familia se vive bajo un
mismo techo, pero no unidos. Luego, no es descabellado pensar que en el seno
familiar hay gran déficit.
Dicen que la formación docente no ha
sido tratada suficiente y sistémicamente durante la Reforma Educativa. Fue un
grave error. En este tiempo, los educadores están padeciendo las consecuencias
de su deficiente formación y con ellos, derivada y directamente los educandos
que se les confían a su profesionalidad. Los resultados son tristes, con grave daño
a toda la nación.
Actualmente hay más conocimientos y
posibilidades de aprender, de navegar por la inmensa aldea global. Harta
investigación se realiza por aquí y por allá; se habla de grandes descubrimientos
y de ciencia; la tecnología nos agobia; se cultua la industria del deporte y el
turismo crece a pasos agigantados; el espectáculo y producción de belleza
artificial son los nuevos becerros de oro de nuestra posmoderna sociedad.
Alguien opinó así: La sociedad no es solo diferente porque
en ella hay más facilidad para el alcohol y las drogas, es diferente porque hay
mucha más corrupción, mucha más violencia e inseguridad, mucha más
criminalidad, con muchos más presos en las cárceles, con muchísima más
información y acceso a cualquier tipo de ofertas.
En estas
condiciones, con la escuela que tenemos puede ser cierto lo que dicen los
críticos:
La escuela no
cambia el sistema, deja que el sistema se siga reproduciendo sin corrección. Si
es así, ¿Cuál es
la solución?
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