¿Cómo.. y a quién?
Nadie ignora que vivimos la hora del
desencanto, se ha perdido la fe. La sociedad vive en crisis, la incertidumbre,
el miedo y la inseguridad han ganado espacio. La desconfianza y la sospecha
oscurecen nuestra vida diaria.
Desconfiamos de todo y de todos. Somos
despiadadamente atacados por la enfermedad de la sospecha. El matrimonio,
piedra fundamental de la sociedad no está a salvo de este flagelo.
Amar de verdad significa: “No te pondré
condiciones”, “Te respetaré como persona”. Implica lealtad, valoración y
reconocimiento de la individualidad de la novia, del amigo, del vecino, del
compañero de trabajo, del cónyuge.
Ocurre que para la mayoría de la gente,
lo sabemos todos, el problema del amor consiste en ser amado y no en amar
– dice E. Fromm. Y para alcanzar ese objetivo, no pocos hombres, transitan
diferentes caminos, como la búsqueda del éxito, el poder y la fama, el traje,
la corbata, el auto, la cátedra.
Muchas
mujeres se esmeran en ser atractivas por medio del cuidado del cuerpo,
la ropa y cierta dosis de popularidad, (modelitos, conejitas y madrinitas que
aparecen aquí y allá). De lo dicho, se concluye que
el amor no es el resultado de la satisfacción sexual, ni es hijo del
placer sexual, ni del uso de “técnicas sexuales” adecuadas.
En estos tiempos posmodernos, donde todo
se ha relativizado y convertido en light, el “morirse” por un amor es casi
rutinario. Ahora los jóvenes y niños, incluso, frecuentan el amor físico con
tanta facilidad y precocidad, considerando la función amatoria como un juego
placentero (puro acto perruno, como
lo definiría un colega).
El ágape representa el amor de
Dios, y por lo tanto es el único verdadero amor, en el sentido estricto y total
de la palabra. Decíamos al inicio que amor es afección, suavidad, cariño
solidaridad hacia el “otro”.
¿Cómo se entiende entonces que en
ciertos países europeos se aprecia más la vida de un perro que la de un
marroquí o “sudaca”?. (al perro se le mima y al “extranjero” se lo trata
como perro despreciable o perro de la peor categoría) ¿No lo cree? Pues oiga los testimonios de
muchos paraguayos que han sido “vomitados” de nuestra primera “madre patria”.
Y en Paraguay la cosa no es diferente. ¿Por qué no se legaliza el trato preferente de los perros sobre las personas?). ¿Dónde y cómo queda el tan cacareado amor al prójimo? Nuestra conciencia demanda imperiosamente una respuesta sincera.
Y en Paraguay la cosa no es diferente. ¿Por qué no se legaliza el trato preferente de los perros sobre las personas?). ¿Dónde y cómo queda el tan cacareado amor al prójimo? Nuestra conciencia demanda imperiosamente una respuesta sincera.
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