domingo, 21 de octubre de 2012

¿SE RESPETA LA VIDA…

 ¿SE RESPETA LA VIDA…
¡De la Persona Humana!

Hemos aprendido que uno de los principios de la Ética dice que, el fin no justifica los medios. Con la experiencia que me aporta la interrelación con médicos y estudiantes de medicina, así como lecturas sobre temas de bioética, se constata que es respeto a la vida es, muchas veces, sólo un ideal en papeles. 
       

Los seres humanos tenemos los mismos derechos, tanto embriones como cualquier paciente que momentáneamente o no, queda sin actividad cerebral, tras un accidente. Hoy, el “virus” de la donación de órganos, acosa a familiares del accidentado, a menudo muy mediatizado por fuertes intereses de un tendal de pacientes que aguarda con suma urgencia algún órgano salvador. ¡Aplaudo favorablemente la donación de órganos!.

Pero, esperen un poco, antes respondan estas tres sencillas preguntas:

a) ¿Quién y con qué autoridad determina que un paciente sin actividad cerebral es un caso irreversible? ¿Es suficiente esta situación para donar sus órganos? ¿Se tendrá, en estas circunstancias, matar al enfermo para que otros vivan?. Si hay dudas, ante las dudas hay que respetar. En Introducción a la Ética, 230 dice José R. Ayllón: “Nadie puede disparar en el bosque, cuando duda, si lo hace sobre un hombre

b) ¿Por qué muchas intervenciones biológicas y médicas sobre el cuerpo humano tocan algo más profundo que órganos y tejidos: tocan a la persona misma para matarlas?.
Se ha oído que hay quienes niegan la condición personal del embrión, aduciendo que ser persona es tener autonomía vital y capacidad de relación inteligente” (p.224). Si ese embrión luego de 9 meses es humano, es que, humano ha sido desde su concepción. El embrión el alguien, no algo. Lo que no fue humano desde el principio, no lo será después.

c) ¿Por qué no se rechaza la eutanasia, que no es sino homicidio por compasión? Ni para el médico, ni para el paciente, ni para su familia, la “muerte digna” por compasión debe llevar a quitar la vida, sino a cuidarla. El juramento Hipocrático, en el cual hunde sus raíces la ética médica, dice que la eutanasia es objetivamente un homicidio, aunque subjetivamente, se ejecute por compasión.

El precepto “No Matarás”, ha sido eliminado, quedando a merced de intelectualoides con “síndrome de diocesillo”, decretar la muerte del semejante, con cualquier excusa cientificista. ¿Hace falta conocer de medicina para decir lo que aquí se dice?

Estimado lector, toléreme, por favor, una última pregunta: ¿Qué exactamente significa esta sofisticada como ambigua expresión; “autonomía vital y capacidad de relación”, cuando observamos la conducta de tantos legisladores de este empobrecido Paraguay?
Dice Bertrand Russell: “Quizá no podamos evitar muchos crímenes, pero sí que se cometan en silencio

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