Estoy a favor de un sano feminismo, por ello, hago mía las expresiones del Dr. Francisco Oliveira y Silva quien en su libro “Los Sexos” p. 223 afirma: Estoy en contra del feminismo radicalizado y extremista, o “hembrismo”, que no es otra cosa que el “machismo” practicado por las mujeres.
Ambos términos son dos caras de una misma moneda, por ser la expresión de fanatismo y no comparto. Los seres humanos somos creados varón y mujer, destinados a vivir en armonía, paz y fructífera reciprocidad, no en lucha entre los sexos.
Critico crudamente el feminismo frenético y fanático que promueve la lucha de clases y que finalmente, atenta contra el sano feminismo. ¿Cómo es el sano feminismo?
El sano feminismo estima y defiende la igualdad total entre el hombre y la mujer a nivel personal y humano. Las diferencias individuales propias de su ser femenino, no son contradictorias, sino complementarias.
“Basta de seguir aplicando la teoría trasnochada de lucha de clases como si varón y mujer fueran enemigos. Varón y mujer tienen la misma dignidad, creados para compartir, no para la guerra. Entonces, apliquemos estos principios en el hogar, en la profesión, en la sociedad y en la Iglesia”.
“Lejos de un machismo social y eclesial, somos sanamente feministas, como Dios Padre y su Hijo Jesucristo, luchamos por la incorporación de la mujer a todas las tareas de la Iglesia y de la sociedad”. ¿Qué ganan quienes promueven una inútil lucha contra el varón? ¿Por qué cuesta tanto entender algo tan simple?
“Jesús era y es un gran amigo de la mujer y nadie como Él luchó tanto a favor de la vida y en contra de la muerte”. “Ante el ejemplo positivo del Maestro, la Iglesia seguirá sus mejores tradiciones de sano feminismo”. (Cardenal Norberto Rivera-México).
“Maestro, esta mujer fue sorprendida en adulterio. En la ley, Moisés ordenó que se matara a pedradas a esta clase de mujeres. ¿Tú qué dices? Preguntaron con mala intención. Jesús escribió en la tierra con el dedo. Como seguían preguntándole… les dijo: “Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra” (Jn 8:1-11)
En una sociedad en donde la mujer es marginada, su dignidad sometida, su feminidad comercializada (ej. Tv porno, disfrazado de entretenimiento) y donde su aporte de mujer no se reconoce, el feminismo tiene mucho que hacer. No con tilinguerías linguísticas como: “todos y todas, niños y niñas, miembros y miembras” ...
Explicitar a la mujer gramaticalmente, y denigrarla sexualmente, es la conducta más cínica y villana que se pueda asumir en este punto, que nada tiene de “género” y todo tiene de “sexo”. Apesta la actitud de estos hipócritas corifeos de la “igualdad”. (F. Oliveira y Silva-Los sexos p. 62)
Otra idiotez: La chica se refería a “algunes alumnes”; que hay “unes poqes diputades que están indecises”; a “les madres y padres” (https:www.laprensa.com.ar) ¿Se oirá muy pronto decir?: “Hasta luego, hasta luega”; “Olo, Ola”... ¡Ja poína la feminismo fanático y frenético gui y apostemos sí, a un sano feminismo!
El evangelio nos relata que Cristo cura a la hemorroísa y resucita a la hija de Jairo y de la desconsolada viuda y libra de morir apedreada a la pecadora. Jesús es real amigo de la mujer y nadie como Él luchó tanto a favor de la vida y en contra de la muerte. A no olvidar, que el cristianismo hace ya más de 2.000 años que reivindicó a la mujer.
En cambio, la radio, Tv y revistas pornográficas son algunos de los medios más eficaces para rebajar a la mujer, explotándola como símbolo sexual. La ropa indecente, drogas y alcohol destruyen la virtud y la vida misma. Y ..... ¿Dónde están las feministas para defenderlas?
Por otro lado: ¡Qué bendición es tener una esposa amada y que ame! Una mamá que cree en Dios y ayuda a sus hijos a vivir sus enseñanzas. Así, ¡La mujer es un privilegio en el mundo por generar vida! Pero, algunos se engañan al creer que la mujer es débil.
Quizá físicamente lo sea. Pero quienes hace tiempo perdimos la soltería, sabemos que en muchos casos son más fuertes y que -en general- la mujer es más sacrificada que el varón; sufre con más paciencia, persisten más en sus plegarias, igualan o a veces superan a los hombres en buen humor, caridad y fe.
Es bueno defender la flora, las ballenas, los jacarés,… los ríos y arroyos…pero y sobre todo, la vida humana en su integridad, desde el seno materno hasta la eternidad. ¡Ta upéicha anguirukuera!