martes, 16 de mayo de 2023

“CAUSAS ....DE PÉRDIDA DE VALORES... EN LA FAMILIA HOY (I)

 

Causas. La ruina de la familia. En esta era “progre”, vale la pena hacer una autocrítica cristiana: reconocer con valentía y honestidad que somos responsables ante Dios y ante nuestra conciencia de estos errores y paganismo reinante… por no combatirlos. 

Colgar un crucifijo en las paredes o en el cuello, no nos libera de los compromisos asumidos en el Bautismo: Sacerdote, Profeta y Rey. Se reconoce a Cristo en aprisionado en el templo, pero se le desconoce en la escuela, en los bancos, en la cancha, en la casa… 

Si no hacemos lo que debemos y hacemos sólo lo que nos gusta, somos responsables de este caos establecido. Compromiso: Con-Comprometerme…b) Pro-En favor de… c) Miso-Una misión. Como Sacerdote (Heb.4:14) Profeta (Lc.7:16) y Rey (Jn.18-37). 

¡Los laicos son la iglesia!, decía el Cardenal Newman. Si la Iglesia no despierta en sus laicos la conciencia misionera y el sentido de pertenencia en su misión, seguiremos siendo parte de esa “iglesia durmiente”, esclerosada e inútil…que solo despierta para criticar. 

La familia tradicional es sustituida por la familia tecnita”. La familia era “la primera escuela donde aprendemos a pensar y el primer templo donde se nos enseña a orar”. El 1er derecho y obligación de los padres es practicar su dignidad y autoridad. Pero éstas hoy, no son reconocidas, ni por los mismos padres, ni por el entorno, ni por el Estado.

“Uno de los males más graves que afligen hoy a la humanidad es la pérdida del principio de la autoridad. “La civilización está en peligro porque está en crisis la familia”. Los derechos y obligaciones de los padres como educadores y responsables de los hijos no pueden limitarse al propio hogar. Se extienden a la calle, a la plaza, al cine, al teatro. 

A los padres les compete por derecho propio la facultad de ser legisladores y rectores de todo lo que haga relación a la formación de los hijos, y deben intervenir como tales, moralizando y modificando los horarios de los “espectáculos” nocturnos, etc. 

Derechos y deberes que valdrán sólo si los padres se asocian. El mejor servicio que los padres pueden prestar a la humanidad es la buena educación de los hijos. «La educación es la clave del porvenir de nuestros jóvenes y de nuestra misma sociedad». 

Sólo el mal procede espontáneamente del interior del hombre, el bien exige un trabajo intenso. El medio para hacer brotar en el hombre, sentimientos nobles y buenas ideas, es la educación. 

De esta dependerá el carácter moral del hombre: «el hombre es más por educación que por nacimiento». Los padres, no deben limitarse a impartir conocimientos técnicos y formas de cortesía externas suficientes para desenvolverse holgadamente en el mundo. 

«Si el hombre es lo que come, su educación es un problema de alimentación; más si estamos convencidos de que el hombre es lo que conoce y ama, lo que desea y persigue, entonces su educación es un problema de alimentación del alma, o sea, una operación delicada, interna, constante, el moldeo de su alma, para lo cual hace falta y se necesita todo ese fondo de paciencia, desinterés, celo, perspicacia que Dios ha depositado en el corazón de los padres» (José María Arizmendiarrieta Madariaga, sacerdote 1915-1976).

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