miércoles, 13 de abril de 2022

QUE TAL-MBA'ETEKÓPA?

¡Si ayunamos de vivir criticando!

 

Creencia es -aunque no siempre bien entienda- que en Cuaresma se ayuna. No se come asado, aunque se puede comer pescado, y chupar como un descocido. Luego, ¡ya soy devoto penitente! 

Ayunar nada cuesta, si es con el fin de perder peso. Entonces, ¿de qué tengo que ayunar? ¿Mba'etekópa (que tal) si aprovecho este tiempo para abstenerme -ajejoko hagua- de palabras pensamientos y malas acciones? ¡Eso cuesta mucho-upéa hasy eterei hína bro! 

¡Cuánta antipatía puebla nuestro “sistema operativo-mente”, contra colegas, vecinos, parientes “pesados”; diputados, senadores, gobernadores, intendentes y políticos acusados de inmorales que prometen democracia pero cada vez más nos hunden en la desgracia! 

Gran porcentaje de nuestra diarrea verbal es de mala calidad. Críticas dañinas, aquí y allá, con o sin razón, son infectadas delicias con el que nos alimentamos. Así, quien no critica a su prójimo es un “extraterrestre”. 

Lo normal es comerse al prójimo. Se critica todo y a todos sin pudor, dice el P. Mariano de Blasen. “Los obispos franceses pidieron a los cristianos un ayuno muy raro: “renunciar a palabras inútiles y emplear palabras para dar testimonio.

Quizás no planteamos qué palabras saltan el cerco de nuestros dientes -diría Homero. Nuestro modo de pensar, a veces tan poco orientado, no deja espacio a una serena reflexión sobre nuestras palabras, dice Álvaro Correa y agrega: 

Decimos cualquier cosa; luego llega el remordimiento de no decir lo que debíamos, o callar lo que no deberíamos decir. Queremos dar marcha atrás, pero lo dicho, dicho está. Por eso, hoy reconozcamos el torrente de “palabras inútiles” con las que herimos a otros.

Es gran penitencia acallar la propia vanidad y no decir palabras que son incienso arrogante del propio "yo". Duele también contener la respuesta ante un insulto o una humillación. 

El humano es capaz de dominar toda clase de fieras, aves, serpientes, animales del mar, pero no su lengua…llena de veneno mortal. Con la lengua, bendecimos a nuestro Señor y Padre y maldecimos a los hombres creados por Dios a su propia imagen (St. 3,7:8) 

“Quien domina su lengua es “un varón perfecto” (Stg 3:9). Da pena ver cómo hay gente que se juzga cómoda en el círculo de sus amistades cuando su lengua se embarra con palabras groseras o términos de doble sentido. 

“De la riqueza del corazón habla la boca” (Lc 6,45) ¿Y quién no lleva en su corazón alguna riqueza? Por ello, hablemos siempre del bien que se ve, que se sabe, que se oye, que se toca. 

También nos rodean personas maravillosas y por eso, vivimos en un mundo genialmente bello. Todo es una poesía del amor de Dios. Entonces, ¿Por qué se va a quedar muda la lengua? Ya decía con acierto san Agustín: no podemos creer y quedarnos callados. 

La salsa trivial-vyrorei de “palabras inútiles”, no hacen más que mostrar inmadurez humana y pobreza de espíritu. El “ñe'ẽrei” es de “gente hipócrita, disparatera”. Hoy, los Mass Media -muchas veces- son los maestros del vocabulario grosero y vulgar. Con razón a Sataná lo llaman el acusador (Ap. 12,10)

Dicen que hablar lo justo, con educación es una conquista de hombres recios y de mujeres finas, con ideal y aprecio por la dignidad propia y ajena. Esta penitencia invita a cerrar oídos para que mi lengua no diga lo que no debe decir. ¡Amén! 

¡Ah!... y por favor no olvides que ¡quien no tiene Cuaresma, no tiene Pascua!

martes, 12 de abril de 2022

¡TODO SE CONOCERÁ!...

  ¡Porque…nada quedará oculto!

 
“El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón” (1 Sam 16:7) “Porque nada hay oculto, que no se descubra; ni oculto, que no haya de saberse”. (Lc 12:2) 

Dice un comentario que me enviaron: "Detrás de la máscara": “Un notario vivía en la opulencia desde hacía diez años… con el dinero de sus clientes. Una mañana los policías llegaron y lo esposaron. 

Aunque en esa pequeña ciudad era conocido como persona honesta, había engañado a todo el mundo: a sus clientes, vecinos, amigos, quienes disfrutaban de su generosidad, ¡e incluso a su mujer e hijos!

Era amable, elegante, e inspiraba confianza. Sin embargo, con su hermosa apariencia y su cuello blanco, había arruinado a mucha gente robándoles sus ahorros. Pero un día descubrieron el fraude y el ladrón fue llevado a la cárcel. 

La justicia de los hombres es incapaz de descubrir a todos los culpables, y a veces condena a gente inocente. Pero hay alguien a quien nunca podrán engañar con una apariencia correcta y honesta: Dios. 

Sea cual sea la imagen que demos ante nuestros semejantes, Dios conoce al ser humano y no se hace ninguna ilusión respecto al hombre. Dios conoce los pensamientos y los corazones. 

¿Y qué ve en usted y en mí? ¿Una buena opinión de nosotros mismos, nuestras faltas a la verdad, nuestra falta de compasión? ¿O el arrepentimiento y la fe? ¿Quién realmente soy yo?

No temamos la mirada de Dios, al contrario, ¡busquémosla! Como el rey David, pidámosle continuamente: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón… y si hay en mí caminar perversidad, guíame en el camino eterno” (Sal 139:23-24) 

No se engañen: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, se cosecha. El que siembra en los malos deseos, de sus malos deseos recogerá cosecha de muerte. El que siembra en el Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna (Gal. 6,7-8) 

Luego de toda una vida entre togas, Manuela Carmena Castrillo abogada y después juez, dijo entre otras cosas: En teoría todos somos iguales ante la ley; en la práctica no”. El funcionamiento de los tribunales empobrece el derecho a la tutela judicial efectiva. (cf. Vera Gutiérrez Calvo-24.02.13)

En la práctica, y no solo en casos tan llamativos, hay muchas cosas que hacen que no seamos iguales ante la ley, fundamentalmente los medios económicos. Comparecer ante la justicia es extraordinariamente caro. (cf. Vera Gutiérrez Calvo-24.02.13) 

Todos somos iguales ante la ley”, sentencia platónica que suena cándida en los papeles; pero, hay una doliente realidad que se reconoce “sotto voce (mbeguemi): “Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla”.                                                                                 

Así, es saludable este dicho: Y al dictar sentencia, no hagan ninguna distinción de personas: atiendan tanto a los humildes como a los poderosos, sin tenerle miedo a nadie, porque el juicio es de Dios. Y si se les presenta algún caso difícil, pásenmelo para que yo lo atienda” (Deut. 1:17) 

Cuaresma es un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo resucitado. Es bueno  reflexionar sobre lo que aconsejó Pablo a los gálatas 6,9-10): 

No nos cansemos de hacer el bien… si no desfallecemos, recogeremos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos”.

Y recordemos... ¡Quien no tiene Cuaresma, no tiene Pascua! 

jueves, 7 de abril de 2022

HIGIENE MORAL.. ¡Contra el virus del alma!

 

Todos los “terrícolas” nacemos hambrientos, necesitados y con tendencias al mal, o sea,  no perfectos. Y conociendo esta realidad, las faltas nos duelen en muchos casos. 

Lo sentimos como culpa que produce cierta intranquilidad moral, como punzada, como un “tuque ético, sobre todo, si cargamos en nuestra “mochila”, algunos hábitos éticos. 

Según el P. Fernando Pascual, las tradiciones religiosas incorporaron formas de lavar esas manchas que, inevitablemente terminan manchando nuestra biografía. Pero hoy, con la gran crisis de fe, y sin ningún tipo de inquietud, ¿quién perdona los pecados?

Si es vital prevenir, curar y vacunarse ante los virus del cuerpo, también lo es, ante el terrible virus de la corrupción que nos está matando. Luego, es urgente, además de las medicinas para el cuerpo, también vacunarse contra el “virus-cáncer” del alma. 

Entonces, es preciso la confesión asidua, la Eucaristía, oraciones y lecturas espirituales, para que soportemos el “virus del pecado”, pandemia que azota al hombre, luego del “fatal error gastronómico, ocurrido en el paraíso”, como diría graciosamente Michel Korda. 

Sufrimos, la corrupción ejercida por una mayoría de gobernantes y gobernados. Los odios se activan, los asaltos, drogas y demás crímenes no paran…rompen conciencias y dañan las relaciones. 

“A mi consulta, acuden con frecuencia personas atribuladas. Cuentan sus dolores, penas y alguna que otra culpa. Estamos perdiendo el arte de escuchar, acompañar, transformar los errores en oportunidades de reconciliación o de mejora”, dice el Dr. Salvado Casado. 

Lo que no cambia es el peso de la culpa, el dolor moral que queda tras un error que no nos perdonamos, ni perdonamos a otros. 

Ni los profesionales sanitarios ni los psicoterapéutas somos los más indicados para operar en este nivel, pero tristemente, en muchos casos somos los únicos disponibles”. ¿Enseñamos a nuestros hijos a manejar sus errores y la culpa que de aquellos se deriva? 

Sería bueno que lo hiciéramos del mismo modo que les enseñamos a lavar sus manos antes de las comidas. Los africanos tienen mucho que enseñarnos a este respecto. El manejo que hacen de estos temas suele ser mucho más sano psicológicamente. 

Tenemos en Cristo el mejor médico para curar los daños provocados por los virus del alma. El Señor Jesús nos invita a confiar en la misericordia de Dios Padre, y pone en marcha una Iglesia, que junto con nosotros, es su Cuerpo. 

¡Como hay peligros de contagio para el cuerpo y para el alma, nos prevenimos! Estemos alertas para que no maten el amor a Dios y a los hermanos. “Virtud no es una higiene moral por la cual me limpio. Son hábitos operativos…. hay que actuarlos”. 

¡Es malo sufrir pero es muy bueno haber sufrido…! dijo con sabiduría San Agustín, que lejos de ser un culto al dolor, es oda a la mirada renovada que el dolor transitado desde la entereza y dignidad, saboreamos cuando salimos fortalecidos de la adversidad.                                                                          

¡Quien no tiene Cuaresma (tiempo de reflexión, caridad y perdón) … no tiene Pascua!

martes, 5 de abril de 2022

VIRTUD A APRENDER...¡De las cosas pequeñas!

“Hay 4 animalitos en la tierra que son más sabios que los sabios: *las hormigas, que aseguran su comida para el invierno. *los conejos, aunque ágiles no se confían. *las langostas, sin tener rey se organizan en cuadrillas. * Las lagartijas que caben en un puño, están en el palacio del rey (Pr.30, 24-28)

Es vital reflexionar sobre las pequeñas cosas de la vida; nos hace caer en la cuenta de que toda la existencia es obra de Dios que puso a disposición del hombre, creado a Su imagen y semejanza. Por eso, comparto unas líneas que un hermano en la fe me envió: 

“Como veterinario, me llamaron para examinar a un perro de 13 años llamado Batuta. La familia esperaba un milagro. Examiné a Batuta y descubrí que estaba muriendo de cáncer y que no podía hacer nada... 

Batuta estaba rodeado por su familia. El niño Pedro parecía tan tranquilo, acariciando al perro por última vez, y me preguntaba si entendía lo que estaba pasando. En pocos minutos, Batuta cayó pacíficamente en un sueño para no despertar nunca más. 

El niño parecía aceptarlo sin dificultad. Oí a la mamá preguntándose;

- ¿Por qué la vida de los perros es más corta que la de los seres humanos?:  Pedro dijo: “Sé por qué”. La explicación del niño cambió mi forma de ver la vida. 

Él dijo: “La gente viene al mundo para aprender a vivir una buena vida, como amar a los demás todo el tiempo y ser buena persona! Como los perros ya nacen sabiendo hacer todo esto, no tienen que vivir por tanto tiempo como nosotros”. ¿Entendieron? 

Moraleja: Si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como:

* Cuando tus seres queridos lleguen a casa, siempre corre para saludarlos. * Nunca dejes pasar la oportunidad para salir a pasear. * Permite que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea pura delicia!

* Duerme la siesta. Descansa. * Estírate bien antes de levantarte. * Corre, salta y juega diariamente.

* Evita “morder” cuando con solo un gruñido sería suficiente. * Cuando hace mucho calor, bebe agua y acuéstate bajo la sombra de un árbol frondoso. * Cuando estés feliz, baila moviendo todo tu cuerpo.

* Disfruta de las cosas simples, de una larga caminata. * Sé fiel. * ¡Nunca pretendas ser algo que no eres. Se auténtico!

* Si lo que quieres, está “enterrado”, búscalo, persiste hasta encontrarlo.* Y nunca olvides: Cuando alguien esté teniendo un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazlo sentir que estás allí. 

La virtud no es una higiene moral por la cual limpio mi persona. Las virtudes son hábitos operativos, es decir, hay que actuarlos. 

J. Pieper en su libro Las virtudes fundamentales afirma: la virtud es la elevación del ser en la persona humana, es lo máximo a que puede aspirar el hombre… (p. 15). Así, el hombre virtuoso realiza el bien obedeciendo a sus inclinaciones más íntimas.

Cuaresma es adecuado tiempo para reflexionar sobre nuestra existencia, porque, "Quien no tiene cuaresma, no tendrá Pascua", al decir del recordado P. Guillermo Boumans.

viernes, 1 de abril de 2022

LA HORA…¡de los Laicos!

A propósito del año del Laicado, lanzado por la Iglesia paraguaya para este año, comparto lo escrito por el escritor y filósofo Ángel Gutiérrez Sanz, que dice: 

Un cristiano que renuncie a ser levadura del mundo, es porque está domesticado, asustado, acomplejado, o no entiende bien cuál es su misión en el mundo de hoy”.
Se oye decir en forma de halago del cristianismo de nuestro tiempo:
 

Los cristianos de hoy son adaptables, están aprendiendo a respetar a los demás, haciendo de sus creencias una cuestión privada y personal, no sacando a relucir sus creencias en público y esto les acredita como cristianos maduros. 

No sé si esta imagen cristiana es cierta, pero si lo fuera, para mí sería motivo de vergüenza, porque un cristiano que renuncia a ser fermento del mundo, es porque está asustado, domesticado, acomplejado; no sabe cuál es su misión en el mundo de hoy.

Ser cristiano es ser testigo de su fe. Las palabras de Jesucristo: “Id por todo el mundo a predicar el Evangelio” es una exigencia para todos los que nos decimos sus seguidores.

Iglesia somos todos los bautizados en Cristo; evangelizar es tarea de todo laico. “Los nuevos tiempos harán los laicos o no se hará”, frase acuñada por el Episcopado español.   

Las razones son obvias, no solo por la escasez de sacerdotes… sino también porque los laicos tenemos acceso a ámbitos donde más necesario es el testimonio cristiano. Ya no es la casa, sino la calle, el lugar donde hay que hacer presente a Cristo.

Para evangelizar hoy, se debe conocer necesidades, deseos y exigencias de los hombres, sus miedos y angustias. Preguntarnos: ¿cómo es la sociedad y los hombres con quienes nos toca vivir? 

Uno de los rasgos de nuestra actual sociedad, viene marcado por la ausencia de Dios. Nuestra sociedad le dio la espalda, se olvidó de Él. El tema de Dios en ninguna época histórica era indiferente. Hoy, nada nos dice. No apasiona; no interesa a casi nadie… 

Esta es la situación actual. ¿Por qué esta indiferencia? El hombre posmoderno logra conquistas portentosas. En un futuro próximo, las conquistas serán más asombrosas. Ante este espectáculo maravilloso, fácil es padecer de “síndrome de diocesillo”. 

Esta es la gran tragedia del hombre actual, “no se hable públicamente de Dios”... Hace gran esfuerzo para que el cristianismo quede encerrado en las sacristías, que las creencias queden en área de lo privado; no en la vida pública.

La atmósfera está cargada de laicismo: Estado laico, sociedad laica, escuela laica, ¿qué decir de la familia? Por desgracia éste es un sentimiento que empiezan a compartir muchos cristianos. 

Son muchos los que dicen que su fe viven “puertas adentro”; llevan a Dios en el corazón, sin publicarlo. Así, hay cristianos en la política, en cargos públicos, que dicen tener gran fe…pero en la práctica, viven y actúan como si Dios no existiera. 

Este sería el principal obstáculo para la evangelización en nuestros días: caer en la trampa de considerar que nuestra fe es sólo un asunto personal y que pertenece a la esfera privada y este sería el gran triunfo de los enemigos del cristianismo, que los hay. 

Que nunca más se nos pueda echar en cara: “Ustedes cristianos, a los que se les confió la luz ¿Qué hicieron con ella?” Cada cual sabrá que hacer, aunque sea muy poco, en su vida cotidiana, para poder llevar a cabo esta tarea evangelizadora.   

Y recordemos...¡quien no tiene CUARESMA...no tiene PASCUA! 

martes, 29 de marzo de 2022

“POLÍTICOS”... ¿Un mal necesario?

 
“Aristóteles ya definió al hombre como un “Zoon politikón…un animal político con capacidad de relacionarse políticamente, es decir, crear sociedades y organizar la vida en la ciudad, la polis”, dice el Lic. Antonio Ponciano Díaz. 

Así, todo lo que ocurre en la sociedad debe interesarnos porque, nos perjudica o beneficia, las decisiones que toman los políticos, “en aras del bien común”. Pero, ¿por qué, Juan Pueblo (que es mayoría), no cree en aquellos? 

Se está comprobando que muchos gobernantes-políticos son mentirosos y corruptos. Que ansían el poder para beneficiarse de él o favorecer a sus cómplices, familiares, amantes…y forrarse a costillas del hambreado pueblo, a quien dicen servir. 

Al parecer, los políticos al lograr el poder se hacen dueños del cargo y lejos del “aipo “vocación de servicio” que sin rubor cacarean, cometen un rosario de estafas que más temprano que tarde, Juan Pueblo pagará, a pesar de sus miserias. 

Penosamente, André Malraux tuvo razón cuando dijo: cada pueblo o nación tiene el gobierno que se merece”. Un pueblo maximísero y errante, no educado y cívicamente chato, está condenado al atraso y a sufrir los excesos de políticos tiburones. 

Somos el único animal demasiado pequeño para el tiempo grande y demasiado grande para el tiempo pequeño, dice Carlos Díaz-El hombre…no fijado p.7, agrega: 

¡Qué gran paradoja la de este animal racional, caña pensante, micro cósmicamente débil y quebradizo en su noche, pero macro cósmicamente dominador y destructor, en su día, ángel y bestia al mismo tiempo…a  la vez, causa de aflicción y fuente de admiración! 

Verdad es que hay políticos altruistas como hay delincuentes, carentes de escrúpulos… La política, dicen: “Es el arte de lo posible”, donde no falta el juego de las mentiras y semiverdades. Así resulta injusto meterlos a todos en la misma bolsa, dígase de paso. 

“Es que la Ética es una margarita demasiado bella para los chanchos. Etizar la política y politizar la ética es para la gran mayoría, pretender la cuadratura del círculo. Lo que en ética es verdad desgarrada, en política se torna falsedad encubierta” 

Hay políticos y políticos. No es justo meter en la misma bolsa al político Mandela y al político Hitler, quien con hipocresía diabólica decía a los presos de Auschwitz: “El trabajo hace libre”. 

“Pero, con esperanza, se dice que a pesar de todo, hay en el humano más cosas dignas de admiración que de desprecio, que da más fuerza sentirse amado que creerse fuerte y que, solo se posee lo que se regala”.  

El apoliticismo de que algunos hacen gala es una forma de viudez mal entendida. Seguirle la pista diariamente a lo que ocurre en la ciudad es necesaria, y renunciar a este quehacer “ñembotavy”, es politicismo inculto y malsano que se paga caro. 

Tenemos que sentirnos síndicos de la cosa pública, cosa común de todos. En el fondo lo que se pretende es apostar por los de abajo, y todo ello con el ánimo de estar más cerca de la justicia, de la belleza, del orden, en lugar de sus opuestos. 

La apatía-kaigue ciudadana, aunque sea mala, también es política. Todo cuanto el hombre toca, lo convierte en política, afirma el hermano en la fe, Carlos Díaz H.

Así, la política no es un mal necesario; es una ciencia y como tal los mejores son los que deben gobernar: eso depende de elegir al honesto, no al ladrón.

¡Hendy kavaju resa ... porque oñepyrû jeýma la política hina... lo mitã!  

miércoles, 23 de marzo de 2022

LA PALABRA... ¡Tiene valor y poder!

 Palabra es un conjunto de sonidos o signos a los cuales se les otorga significado.(Diccionario Larousse) Por tanto, el objetivo de la palabra es comunicar o transmitir ideas. Para que eso, los interlocutores deben compartir el significado de dichos sonidos. 

Una de las condiciones es comprender el mismo idioma. El “hablar el mismo idioma”, indica la necesidad de compartir un sistema de claves que nos permita entender lo que queremos comunicar. 

No siempre, conocer el significado de las palabras supone entender el mensaje, porque muchas veces existen “ruidos” que dificultan la comprensión de lo que queremos decir. 

Las palabras tienen valor y poder. Pueden dañar, reparar, consolar, alegrar o entristecer. Luego, el valor de la palabra está en juego: “la palabra mucho vale y poco cuesta”. 

Es probable que por una lógica económica al uso, nos haga pensar que la palabra, al costar poco, poco vale. Como no tiene un precio en el mercado, creemos que nada vale. 

Pero, las palabras valen: con ellas se arman guerras o se construye la paz. Algunos sostienen que hoy la palabra ya no tiene valor, pero tendrá o no valor, dependiendo de quien la pronuncie…. “en boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso”, dice el refrán. 

Si antes de criticar pensáramos en el terrible daño que producen las palabras venenosas, con certeza, disminuirían los problemas interpersonales, y si supiéramos el poder de sanación que tienen las amables palabras, las utilizaríamos con frecuencia. 

Lo que se dice no siempre es coherente con lo que se hace. Así, se puede escribir con las “manos y borrar con el codo”. También, la comunicación puede ser contradictoria: 

¡Te dije que te quiero!, dicho con tono mordaz o con violencia, pone en tela de juicio su real significado: “De la abundancia del corazón habla la boca” (Lc. 6,45). 

Pensamientos y corazón son la antesala de la palabra. Sólo generamos agua limpia si nuestra fuente interna no está podrida. (Editorial-Rev. Vida Feliz) 

“Porque la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más cortante que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta lo más íntimo de la persona; y somete a juicio pensamientos e intenciones del corazón” (Heb 4,12). 

“La palabra según Platón es de suma importancia, ya que se la utiliza como fuente vital  de conocimiento y comunicación, es un organismo vivo y canal por el cual se transmite esa semilla inmortal…” 

Se lee en Proverbios 18.21: “La muerte y la vida están en poder de la lengua...” ... Lo que no dice la Biblia es que Dios nos enseña a hablar y a hablar Su Palabra, que tiene poder creativo en sí misma, pues son palabras de vida. 

Señor, borra las palabras que dije con modo y tono equivocado, con ira. En casos en que el enojo desmedido me hizo lastimar con palabras injustas a las personas. 

Ahora, me acerco a Vos, seguro que me escucharás, para pedir que me ayudes a calmarme silenciosamente cuando me encuentre muy enojado. Amén”. 

viernes, 18 de marzo de 2022

IGUALDAD Y ¡Diferencias entre los hombres!

 
 Hay personas que no gustan ver la realidad tal y como es. Les resulta traumático…en buscan mecanismos de evasión para evitar el dolor y la angustia que ello les provoca. 

Una realidad que no nos gusta aceptar es que las personas no somos iguales… en la mayoría de los casos, impera la diferencia en relación con otras personas; es decir, compartimos necesidades biológicas pero no todos tenemos las mismas necesidades. 

Individualmente…los seres humanos somos distintos. Hay gente más gorda y más flaca que otra; más inteligente que otra, diferencias de pelo, ojos, orejas, boca, dientes, etc. 

No es igual nacer como un hijo que no tiene dónde caer muerto, o como hijo de quien tiene trabajo; no es igual nacer en una familia de empresarios, a nacer en una familia que lucha por su diario sustento”, dice Andi Mirom-www.elpais.cr-19.04.15. 

Pero, no es menos cierto que, fuimos creados a imagen de Dios: con una misma alma racional, es decir, con la misma naturaleza, el mismo origen, la misma vocación y el mismo destino…por lo tanto, todos gozamos de una misma dignidad. (CIC 1034). 

Así, la igualdad entre los hombres proviene de su dignidad personal y de los derechos que brotan de ella: “Hay que superar y eliminar, lo contrario al plan de Dios, toda [...] discriminación, ya sea social o cultural, de sexo, raza, color, lengua o religión”. 

Al nacer, el hombre no dispone de todo lo que es necesario para el desarrollo de su vida corporal y espiritual. Necesita de los demás. 

Es verdad hay diferencias entre los hombres en edad, a aptitudes físicas, intelectuales o morales, a situaciones que cada uno se pudo beneficiar, a la distribución de las riquezas. Los “talentos” no están distribuidos por igual (Mt 25, 14-30, Lc 19, 11-27). (CIC 1936). 

Estas diferencias pertenecen al plan de Dios, que cada uno reciba de otro aquello que necesita, y quienes tienen “talentos” particulares anuncien sus beneficios a los que los necesiten. Las diferencias alientan a las personas a la bondad y a la comunicación. 

Existen también desigualdades escandalosas que afectan a millones de hombres y mujeres. Están en abierta contradicción con el Evangelio: 

“La igual dignidad de las personas exige una situación de vida más humana y más justa. Las desigualdades económicas y sociales entre los pueblos (…) resultan escandalosas y se oponen a la justicia, a la dignidad de la persona y a la paz social…” (CIC 1938). 

La solidaridad humana. El principio de solidaridad, expresado también con el nombre de “amistad” o “caridad social”, es una exigencia directa de la fraternidad humana y cristiana. (CIC 1939). 

La solidaridad se manifiesta en la distribución de bienes y la remuneración del trabajo. Supone esfuerzo en favor de un orden social más justo; que las tensiones se resuelvan, y donde los conflictos encuentren más fácilmente su solución negociada. (CIC-1940). 

Los problemas sólo se resuelven con la solidaridad de los pobres entre sí, de los ricos y los pobres, de los trabajadores entre sí, de los empresarios y los empleados, solidaridad entre las naciones…En buena medida, la paz del mundo depende de ella. (CIC 1941). 

En la idea de amor al prójimo se engloba la empatía por el “otro”, sin importar su condición (lindo, agradable, malo o antipático), se practica la consideración, la compasión, el altruismo, la ministración, la filantropía y la amistad fraterna. 

El mandato bíblico “Amar al prójimo”, no lograremos sin la ayuda de Dios. ¡Así, quien no tiene cuaresma…no tendrá Pascua!.

lunes, 14 de marzo de 2022

“SI AYUNAMOS…” ¡Que lo prueben nuestras obras!

 
Cuaresma es un tiempo especial de preparación para celebrar la Pascua; de conversión, renovación de nuestro compromiso Bautismal, de reconciliación con Dios y con los hermanos, mediante la oración, el ayuno y la limosna (Mt 6,1-6.16-18). 

Ayunar es no solo, “no comer”, , es renunciar a malas actitudes, pensamientos y deseos. Quien limita el ayuno sólo a la comida, resta valor al significado del ayuno. ¡Si ayunas, que lo prueben tus obras!, dice san Juan Crisóstomo, y agrega: 

“Si ves a un hermano necesitado, compadécete de él; si tiene éxitos, no lo envidies. El ayuno verdadero no debe ser solo de la boca, también debe ayunar ojos, oídos, pies, manos y todo el cuerpo: lo interior y exterior… 

Ayunamos con las manos al mantenerlas puras al servicio desinteresado a los demás. Ayunamos con los pies al no ser lentos-py tyryry en servir. Ayunamos con los ojos al no ver cosas impuras, o al no fijarnos en los demás para criticarlos… 

Ayunamos de todo lo que pone en peligro al alma y a la santidad. Sería inútil privar mi cuerpo de comida, pero alimentar mi corazón con basura, impureza, egoísmo, con competencias, con comodidades… 

Ayunamos con los oídos al no escuchar mentiras, rumores, chismes o palabras dañinas: ¡dicen que…me contaron…!. Además, ayunar de no decir nada que dañe a otros. ¿De qué sirve no comer carne, si devoras a tu hermano? 

Ayunemos también del uso desordenado de los otros sentidos: No desear lo que no debo, no hablar lo que no debo, no oír lo que no debo, no buscar satisfacer todos mis deseos 

No buscar saciar mi soledad, buscando inmediatamente compañía; no querer saberlo todo; no pedir respuestas inmediatas a todo lo que se me ocurre en la mente, etc. 

Ayunemos buscando la conversión. Ayunemos de todas esas prácticas contrarias a la virtud. Quizás el ayuno radique en ser más solidario (ayunar de pereza, comodidad, de discutir y acusar, de querer tener siempre la razón…) ¡Ayunemos con el corazón! 

Ayunemos de la ira, siendo -al menos- los días de ayuno, más amables, menos ñe'ẽrei”, menos prepotentes-mbarete, menos deshonestos “pokarê”, menos calumniadores… 

Cuaresma es un tiempo de reflexión que llama a conversión y volvernos a Dios; tiempo de purificarnos de las faltas; para creer, para recibir a Dios en nuestra vida y “poner su morada” en nosotros (Juan 14,23). Conclusión: Para llegar limpios interiormente a la Semana Santa, es necesario:

-Ayunar: No solo de comida y bebida, también de nuestro egoísmo, vanidad, orgullo, odio, pereza, murmuraciones, malos deseos, venganza, impureza, ira, envidia...

-Limosna: No solo material, además, ayudar a quien necesita, enseñar al que no sabe, dar un buen consejo a quien lo pide, compartir alegrías, repartir sonrisa, ofrecer nuestro perdón a quien nos ha ofendido. 

 -Oración: Sin oración, tanto el ayuno como la limosna, caerían por su propio peso. En la oración, Dios va mudando nuestro corazón, lo hace más limpio, más comprensivo, más generoso. La oración es generadora de amor e induce a la conversión interior.

“Ustedes, como hijos amados de Dios, procuren imitarlo. Traten a todos con amor, igual como Cristo nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio de olor agradable a Dios” (Ef. 5, 1-2)

sábado, 12 de marzo de 2022

EL VALOR… ¡De hablar con Parresía!

 
“Parresía, del griego…“pan que significa “todo” y reo “decir”. Así, Parresía significa, “decir todo”. Decir con valentía todo lo que uno tiene que decir a quien fuere sin callar nada, es decir, hablar con franqueza y sin miedo”.

Luego, la parresía supone un compromiso del que habla con la verdad, un compromiso radical, porque a menudo lo pone en peligro. 

Puedo “hacerme uno” con mi prójimo en todo, menos en el pecado. Mi amor para con el otro debe ser ilimitado, pero sin traicionar el “bien”. Debo testimoniar la verdad, aunque a veces, amar significa decir “No”, significa tener el coraje de remar contracorriente. 

El interés del prójimo que debo asumir es aquel que le hace bien, que lo haga mejor persona y que se sienta feliz al tomar conciencia que es amado hijo de Dios. No hacerlo, sería, como mínimo, hacerme cómplice… 

La necesidad del otro -dirá Emmanuel Mounier- es mía, porque somos hermanos en Cristo, porque el otro está en mí y yo en él, porque Dios está en todos nosotros.

San Pablo, hombre de fuerte carácter y celo evangélico, “no se calla”: “responde con parresia y dice: No busco la aprobación de los hombres, sino la aprobación de Dios. No busco quedar bien con los hombres. ¡Si yo quisiera quedar bien con los hombres, ya no sería un siervo de Cristo!” (Gal 1:10). 

“Si estamos realmente convencidos de lo que tenemos que decir, las palabras vienen. Pero, “si nos preocupamos por los aspectos tácticos, nuestro hablar será artefacto y poco comunicativo, insípido. Un hablar de laboratorio… nada comunica” (Papa Francisco).   

La parresía es una virtud, pero también una actitud. No es muy común en el mundo de hoy, en el cual priman las palabras inofensivas y los discursos políticamente correctos, en lugar de la verdad. 

El apóstol Pedro, no era valiente. Fue un cobarde al negar a Jesús. ¿Pero qué pasó luego? Pedro dice con valentía: Juzguen ustedes mismos si es justo delante de Dios obedecer a ustedes o a Dios. Dios Nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”. (Hch 4:19-20) 

¿De dónde viene el coraje al que negó al Señor? ¿Qué pasó en el corazón de Pedro? Franqueza y coraje son dones del Espíritu Santo. Es la coherencia, signo del real cristiano, valiente que dice toda la verdad.

Dios no nos dio un espíritu de temor, sino espíritu de poder, de amor y de buen juicio” (2 Tim 1-7)

"Cada palabra y acción que realizadas con verdad, amplían el Reino de la luz. ¿No es esto fantástico?”. Nos da inmensa alegría, fuerza y conciencia de victoria. Toda nuestra vida interior queda llena de luz y de grandeza". (R. Guardini, sacerdote y escritor).

La mayoría de nosotros tenemos en común algo que no nos gusta, es la deshonestidad. Sobre todo cuando manifiestan en los otros. Pero, cuesta reconocer nuestra impudicia; tendemos a justificarlos a minimizarlo: ¡Ah… no es ko gran cosa, es vyrorei! 

Podemos engañarnos a nosotros mismos incluso, la mayor parte del tiempo; pero nunca engañamos a Dios. Los bautizados asumimos el compromiso de imitar a Cristo en todo.

¡Que la reflexión cuaresmal nos ayude a seguir mejor las enseñanzas del Maestro Jesús!

jueves, 3 de marzo de 2022

DIOS... ¡EN PRIMER LUGAR!

 
Es difícil creer que alguien cuerdo no quiera ser feliz.Todos ansiamos felicidad. Lo difícil es, saber ¡cómo! “Los problemas nos agobian, la vida está cada vez más dura; el dolor y la miseria nos cercan”, dicen aproximadamente 2.000.000 de compatriotas, según cifras oficiosas.

Y al parecer, no se avizoran tiempos mejores. Las noticias nos narcotizan, con tantos casos y cosas. Alguien dijo: “Estamos tan inseguros como si estuviéramos sentados sobre un inmenso barril de pólvora”. Así, ¿cómo sobrevivir en este caos establecido?   

Mientras la clase política diseñe una sociedad mejor, solo nos queda dar ejemplo de buen ciudadano, cumpliendo nuestros deberes cívicos como: Recuperar valores ciudadanos, limpiar y cuidar nuestro sucio medio ambiente... 

Respetar a los semejantes, rechazar la violencia; cumplir nuestras obligaciones; alzar la voz y exigir que los “tiburones” de turno, cumplan sus deberes y promesas electorales. 

Pero, sobre todo, buscar y refugiarse en Cristo. “Yo Soy la vid, ustedes los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él (…) porque sin mí nada podéis hacer. (Jn 15: 5) 

El lucro de buscar a Dios es incomparable. Es una gracia buscar primero Dios, antes que a nadie ni a nada. Con certeza lo hallaremos porque Él, que nos ama y no miente, nos lo prometió.

Pero, ¿cómo buscar a Dios si soy pobre y con tantos problemas? ¡Los ricos no tienen problemas!…Pero, aunque no creas, dice un escrito; la solución es Cristo mismo, Él provee todo para vivir sabiamente, nos da prudencia y destreza para superarnos. 

Todos queremos ser bendecidos con poseer una linda familia, una linda casa, un lindo auto, etc., pero ¡estamos con vida!...y podemos lograr lo que queremos, porque la vida que Él nos regala vale más que todo. A continuación un interesante escrito recibido: 

Durante un estudio bíblico con un grupo de jóvenes, dejé mi reloj encima de la mesa. Cuando llegué a casa, ¡no tenía el reloj! Al día siguiente, cuando vi a los jóvenes, les pregunté si lo habían encontrado. 

Hubo un gran silencio… Saqué la Biblia de mi bolso y… ¡ahí estaba mi reloj, entre las páginas! "Disculpen, ya lo tengo”. El ambiente se relajó; con humor y gran sonrisa, una joven me dijo desde su silla: “¡Siempre hay que abrir primero nuestra Biblia!. 

Esto ayuda a pensar. Nuestra vida está basada en lecciones de la Biblia. Así, cuando algo va mal...lo primero, ¿es recordar lo que ella nos enseña? Y cuando estamos tristes, cuando dudamos o no sabemos qué hacer, ¿abrimos primero la Biblia? 

No es cosa de "leer" la Biblia como un código de ética o como un libro “mágico”. Es el camino para encontrar a Dios y permanecer en relación con él. Solo hace falta confiar en la misericordia de Dios, a pesar de mis pecados. 

Nunca me sienta indigno de recibir el perdón de Dios, o de una persona. Partamos del principio que todos somos vulnerables y nadie se debe considerar mejor que otros. ¡Dios ama y perdona a todos!. 

La Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros” (Jn 1,14). No hay misericordia más grande. Jesús se hizo hombre para elevarnos a su condición divina. Esto basta para que confiemos en Su amor. 

¿Qué más decir?... ¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá contra nosotros! (Romanos 8:31) 

¡No creas en mi anguiru ...sólo haz la prueba y lo verás!