viernes, 18 de marzo de 2022

IGUALDAD Y ¡Diferencias entre los hombres!

 
 Hay personas que no gustan ver la realidad tal y como es. Les resulta traumático…en buscan mecanismos de evasión para evitar el dolor y la angustia que ello les provoca. 

Una realidad que no nos gusta aceptar es que las personas no somos iguales… en la mayoría de los casos, impera la diferencia en relación con otras personas; es decir, compartimos necesidades biológicas pero no todos tenemos las mismas necesidades. 

Individualmente…los seres humanos somos distintos. Hay gente más gorda y más flaca que otra; más inteligente que otra, diferencias de pelo, ojos, orejas, boca, dientes, etc. 

No es igual nacer como un hijo que no tiene dónde caer muerto, o como hijo de quien tiene trabajo; no es igual nacer en una familia de empresarios, a nacer en una familia que lucha por su diario sustento”, dice Andi Mirom-www.elpais.cr-19.04.15. 

Pero, no es menos cierto que, fuimos creados a imagen de Dios: con una misma alma racional, es decir, con la misma naturaleza, el mismo origen, la misma vocación y el mismo destino…por lo tanto, todos gozamos de una misma dignidad. (CIC 1034). 

Así, la igualdad entre los hombres proviene de su dignidad personal y de los derechos que brotan de ella: “Hay que superar y eliminar, lo contrario al plan de Dios, toda [...] discriminación, ya sea social o cultural, de sexo, raza, color, lengua o religión”. 

Al nacer, el hombre no dispone de todo lo que es necesario para el desarrollo de su vida corporal y espiritual. Necesita de los demás. 

Es verdad hay diferencias entre los hombres en edad, a aptitudes físicas, intelectuales o morales, a situaciones que cada uno se pudo beneficiar, a la distribución de las riquezas. Los “talentos” no están distribuidos por igual (Mt 25, 14-30, Lc 19, 11-27). (CIC 1936). 

Estas diferencias pertenecen al plan de Dios, que cada uno reciba de otro aquello que necesita, y quienes tienen “talentos” particulares anuncien sus beneficios a los que los necesiten. Las diferencias alientan a las personas a la bondad y a la comunicación. 

Existen también desigualdades escandalosas que afectan a millones de hombres y mujeres. Están en abierta contradicción con el Evangelio: 

“La igual dignidad de las personas exige una situación de vida más humana y más justa. Las desigualdades económicas y sociales entre los pueblos (…) resultan escandalosas y se oponen a la justicia, a la dignidad de la persona y a la paz social…” (CIC 1938). 

La solidaridad humana. El principio de solidaridad, expresado también con el nombre de “amistad” o “caridad social”, es una exigencia directa de la fraternidad humana y cristiana. (CIC 1939). 

La solidaridad se manifiesta en la distribución de bienes y la remuneración del trabajo. Supone esfuerzo en favor de un orden social más justo; que las tensiones se resuelvan, y donde los conflictos encuentren más fácilmente su solución negociada. (CIC-1940). 

Los problemas sólo se resuelven con la solidaridad de los pobres entre sí, de los ricos y los pobres, de los trabajadores entre sí, de los empresarios y los empleados, solidaridad entre las naciones…En buena medida, la paz del mundo depende de ella. (CIC 1941). 

En la idea de amor al prójimo se engloba la empatía por el “otro”, sin importar su condición (lindo, agradable, malo o antipático), se practica la consideración, la compasión, el altruismo, la ministración, la filantropía y la amistad fraterna. 

El mandato bíblico “Amar al prójimo”, no lograremos sin la ayuda de Dios. ¡Así, quien no tiene cuaresma…no tendrá Pascua!.

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