La psicóloga Isabel Serrano-Rosa dice: la cronofobia es la enfermedad del paso del tiempo, trastorno de ansiedad que sienten las personas con gran temor al ver que el tiempo corre inevitablemente.
La psicóloga Isabel Serrano-Rosa dice: la cronofobia es la enfermedad del paso del tiempo, trastorno de ansiedad que sienten las personas con gran temor al ver que el tiempo corre inevitablemente.
¡No me conviertan en imbécil soberbio!
“El aplauso expresa aprobación mediante palmadas. Es modo de comunicación no verbal de masas; cuanto más ruidoso y prolongado es el aplauso, el “Jepopete Puku”, es signo de mayor aprobación; un elogio o halago”…dicen los que saben.
No es necesario ser expertos para notar que a todos nos sienta bien los halagos. Pero, sabemos que aceptar elogios no es tan fácil…porque reclama gran porción de humildad, para no caer en la arrogancia, al recibir una “caricia emocional”.
“Ñemongueta marangatu, tekoporä”
“Toda
auténtica actividad humana es diálogo: diálogo con el mundo que es poesía;
diálogo con los demás, que es amor; diálogo con Dios que es plegaria.
La
tentación peculiar del pensamiento es el monólogo: basta encerrarse en el
propio sistema y negar otro para aniquilarse sí mismo. El pensamiento
verdadero, en cambio, es, como dice Platón, el diálogo del alma consigo misma.
¡Sin esperar nada a cambio! (Lc 6,27-38)
Otros dicen que dar sin esperar nada a cambio nos hace emocionalmente fuertes: Dar algo a alguien sabiendo que no recibiremos nada a cambio, es un modo de practicar nuestra capacidad de desprendimiento y madurez emocional: Es aumentar la caridad.
¿Cuál es más atractiva?
Con razón, el hermano en la fe, Carlos Díaz dice que “más gente de la debida, glorificando su propio ego, gasta en demasía tiempo y dinero cosmetizando su cosmos, reduciendo su ética a dietética”. ¿Cuánto de ese tiempo y dinero es inútil gasto?
Retazo de un imaginario breve diálogo entre
dos amigos, en la parada del colectivo: - Ndé, viste mi tatuaje y mi nuevo corte de pelo...
¿no te gusta pió?
-Sí, pero por qué gastar tanto dinero en cosméticos para tunearte. ¿No consideras ridículo gastar tu salario para mutilar tu cuerpo; en "vairo" corte de pelo moderno; en ropas caras, sin embargo, le pedís rebaja a la pobre verdulera que te ofrece dos mazos de lechuga?
¿No pensás que es de tontos el hecho de aplicarte siliconas sólo para sentirte mejor? …
- ¿Qué te pasa predicador...? y ¿Qué te importa lo que hago con mi dinero..? ¡Ustedes los viejos son amargados loo! ¡Cada uno es libre de hacer lo que le canta...!
-¡Vos me decis que soy tu amigo y preguntaste si me gusta tu chapería! Por eso te digo que debes aceptarte tal como sos, caso contrario, caemos en el mismo vicio: el de criticar a los otros. Mejor vivir con juicio. ¡No necesitamos prótesis. No hace falta gastar tanto dinero. Tenemos que ser auténticos!.
- ¡Ndéra na olúo!. Sós nomás loo un pesado...aunque creo que tenés razón. Continuá…
Para hacer no basta conocer la verdad, ni solo querer. Hace falta el arte de practicar lo bueno, capacidad de convertir la verdad en conducta. Es decir, que la mente que “piensa”...acompañe a la mente que “siente”.
- Moópio... re ñembó filósofo hina, ¿mba é pio aipo mente que piensa y mente que siente?
“El hombre posee dos inteligencias: La racional y la emocional y ambas deben caminar juntas. La inteligencia dice lo que se debe hacer; pero la mente emocional pide hacer solo hacer los gustos”, dice Daniel Goleman en su libro “Inteligencia Emocional”.
- Entiendo…pero...no es fácil che ra-á... vos sabés que yo no quería...se lamentó…
-Bueno...está bien…por eso vale recordar lo que nos enseñaba aquel profesor: educando hábitos aprendemos a escribir, escribiendo; a conducir, conduciendo, es decir, los hábitos se forman por repetición de actos.
Ya lo dijo Aristóteles: “adquirir desde temprana edad tales o cuales hábitos no tiene poca importancia, ni siquiera mucha, ¡tiene una importancia absoluta! La prudencia empieza conociendo y acaba actuando. La inteligencia invita al deseo a caminar juntos....
-Ndéera…ya viene el micro....nos encontramos en la facu....pero, no tenías que gastar tanta plata en vyrorei.....chauuuu, jajo topata, insistió sonriente el amigo... oho kuetévo.
“El camuflaje está bien para los pulpos y calamares. No obstante, en las personas suele ser un grave defecto, aunque hoy esté de moda en todas las sociedades humanas. A los cristianos, la Biblia nos llama a llevar vidas transparentes”, dice el Dr. Antonio Cruz.
A no ser como sepulcros blanqueados. A no vivir de las apariencias, sino de la sinceridad de corazón. La ética de nuestro comportamiento debe prevalecer siempre sobre la estética o el maquillaje superficial que tanto predomina en la actualidad.
“Para que tengan cómo responder a los que se glorían en las apariencias y no en el corazón” (2 Co. 5:12).
Obs: ¡Este comentario no hace referencia a alguien en particular; no tiene nombre ni rostro!
¡Qué difícil compromiso!
Ética, es la ciencia del comportamiento moral. Así, ética cristiana es practicar el bien y evitar el mal. Luego, el cristianismo es un estilo de vida excelente, es estar atentos a las cosas de arriba y no en las cosas de la tierra… la vida está escondida con Cristo en Dios. (Co 3, 1-3).
Sabemos cómo comportarnos, pero, no lo hacemos. Conocemos la ley, pero la violamos. Benedicto XVI decía: “La gran enfermedad de nuestro tiempo es su déficit de verdad”.
¿Podríamos vivir sin esta “copiosidad digital”?
Aunque decida no usar Internet ni redes sociales para nada, siempre aparecerás en la web: en fotos de amistades y familiares, en el Registro Civil, en el directorio telefónico, en información financiera…¡No hay escapatoria!.
¡Mi querido...hoy raído Paraguay!
No pasa un día sin que los medios nos golpeen el rostro y oídos con noticias de saqueos, violaciones, heridas y muerte. Los delincuentes asaltan, roban y matan de mañana, tarde y noche. El terror sienta sus reales en la calle, en la plaza…en la casa...
Y, ¿Qué de nuestras autoridades y políticos, responsables de esta sociedad maximísera, tan enferma y repleta de calamidades?
Actitud: Disposición de ánimo expresada de algún modo (RAE). La decisión voluntaria se desarrolla en una especie de debate interno: comienza con la duda que, muy al contrario de la indecisión patológica, es una elección que se busca y valora, decía aquel profesor.
Lo que define una elección es la libertad. Elegir es resultado del último “juicio práctico”, el último veredicto para decidir. “Advertí que no debía hacer, pero lo hice…”. En toda elección hay una tensión inevitable: se decide en conciencia, asumir un “riesgo”.
Es miserable usar palabras agresivas, hirientes, groseras…sin medir los efectos y el daño que pueden causar. “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas”. (St. 3:5) Cuidemos nuestro interior, porque de la abundancia del corazón habla la boca (Lc 6-45)
¡Lo que en conciencia debemos hacer!
Luchemos por esa profunda renovación interior, que fortalece y templa, para producir cambio en el ambiente donde actuamos. Prestarle a Cristo nuestros brazos, nuestras acciones, nuestra personalidad, nuestra presencia en el mundo.
En el manual “Hombre
y Sociedad” del Instituto Superior de Ciencias Religiosas” p. 43 se
lee: “Durante años se ha tratado de analizar algunas actitudes que destrozan
nuestra vida de relación. Se enumera aspectos constitutivos de la autoestima:
1-Estima del
propio cuerpo. Una actitud de autoestima, al menos en algún grado, es
necesaria: aceptar al propio cuerpo, con sus limitaciones y carencias, como
expresión de nuestra identidad (autenticidad) más tangible, es decir, más palpable
y real.
Hay gente que vive “como pagano”, un
cristianismo sociológico-reiéte; de ceremonias, y costumbres,
sin comprometerse con la formación de sus hijos o ahijados de bautismo,
confirmación o de matrimonio, es decir, sin convicción ni respeto a lo dice
creer. ¡Pasa el tiempo y nada cambia!
Una realidad palpable es que no pocos “cristianos” de nombre-reiete, van la iglesia sólo ocasionalmente o nunca y muchos de ellos dicen: “Jesucristo sí; iglesia o religión no”. Lo curioso es que, se identifican como cristianos… ¿por ser bautizados?... pero, ¡no hay cambio!...Un ejemplo: