¡Sin esperar nada a cambio! (Lc 6,27-38)
Otros dicen que dar sin esperar nada a cambio nos hace emocionalmente fuertes: Dar algo a alguien sabiendo que no recibiremos nada a cambio, es un modo de practicar nuestra capacidad de desprendimiento y madurez emocional: Es aumentar la caridad.
Pero, esto de ser bueno -para no pocos- es sinónimo de ser flojo-tonto-vyro. La Sociedad Asturiana de Psiquiatría, dice que ser bueno es rentable porque proporciona bienestar emocional. Los valores humanos actúan en este caso como factores de protección.
Llevar una vida acorde a valores de bondad nos proporciona protección frente a un mundo que muestra cada vez más menos tolerancia hacia los problemas y hacia los demás. Cada vez hay más problemas que acaban generando patología: depresiones, ansiedad, estrés…
Sandra Apolinar fija 7 razones por las que dar “sin esperar nada a cambio” muda la vida: Dar sin recibir nada a cambio es un hábito que muy pocas personas tienen. Este tipo de personas dan no por recibir algo a cambio; lo hacen por saber que algo bueno saldrá de eso, ya sea para sí mismos o para otros.
*Reduce el apego a las cosas. Al desarrollar el hábito de dar, reduces el apego por cosas. Este apego a lo material causa de infelicidad en la sociedad. Si puedes superarlo, te sientes más satisfecho y feliz en tu vida.
*Da mucha felicidad. Se demostró que el “dar” influye en nuestra fisiología, al promover la liberación de la endorfina que es básicamente responsables de hacernos felices.
*Ayuda a poner las cosas en perspectiva. Quien da a menudo, sabe que: a) cuánta gente necesita ayuda, y b) lo afortunado que eres por la vida que tienes. Esto ayuda a poner la vida en perspectiva y te hace un poco más sabio.
*Anima a la gratitud. Si das, tendrás una opinión de ambos lados de la moneda, dando y recibiendo. Esto animará un sentido de gratitud dentro de ti mismo así como en otros.
*Ayuda a ser un ejemplo. Si tienes hijos o miembros de la familia que pasan mucho tiempo contigo, van a adoptar este hábito de dar y se convertirá en algo natural para ellos. En este sentido, estarás creando un mundo mejor.
*Ayuda a esparcir felicidad. Cuando das a una persona necesitada, pones una sonrisa en su cara; lo haces feliz. También aprenden a apreciar la importancia de dar y retribuir el acto en el futuro, dando felicidad a más personas en el proceso.
*Algún día eso ayudará. Es verdad que si das, tarde o temprano también recibirás. Así es como funciona el mundo. Y a veces, lo recibes cuando estás en una necesidad extrema. No olvides: dar es un hábito… hace feliz.
“El que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría”. (2 Co 9:6-7). No importa que digan “Ajepa nde vyro capelu”.
¡Este servidor da fe de lo dicho...por haber recibido mucho de los demás!
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