miércoles, 20 de octubre de 2021

NOBLE DIÁLOGO...

Ñemongueta marangatu, tekoporä

 

Toda auténtica actividad humana es diálogo: diálogo con el mundo que es poesía; diálogo con los demás, que es amor; diálogo con Dios que es plegaria. 

La tentación peculiar del pensamiento es el monólogo: basta encerrarse en el propio sistema y negar otro para aniquilarse sí mismo. El pensamiento verdadero, en cambio, es, como dice Platón, el diálogo del alma consigo misma. 

Y solamente puede el alma dialogar consigo misma cuando acogió al otro, cuando ya el otro está en ella. Hoy, el mundo está lleno de individuos monologando que, sin acoger nunca al otro, se oponen y chocan entre sí”. (J. Lacroix “el sentido del diálogo” p. 11) 

Pero, ¿Ña ñemongueta kuaa pio…sabemos dialogar? Dialogar es estar listo para revisar mis “verdades”, a ponerme en el lugar del otro, aceptar que el otro tiene derecho a opinar libremente. Nadie tiene derecho a imponer al otro su criterio. 

Un auténtico diálogo requiere escuchar, y para ello es necesario atención a lo que dice el otro, con respetuosa escucha. “Acostúmbrate a estar bien atento a lo que dice el otro, y en la medida de lo posible, penetra en el alma del que habla” (Marco Aurelio) 

Muchas fallas se deben a una mala comunicación. No siempre somos buenos dialogando con nuestras parejas, hijos, padres, hermanos, amigos o compañeros de trabajo. 

Hace falta saber escuchar todo lo que nos dicen sin prejuzgar, sin asumir que ya sabemos de lo que nos va a decir, porque muchas veces al hacerlo nos equivocamos. Hay que recibir al otro, haciéndolo sentir bien. 

Sin respeto, no hay diálogo. Esto implica que nadie debe imponer su “verdad”, porque de suyo-katuete, será rechazada, logrará poca importancia, burla o pelea. Quien sabe dialogar podrá ser capaz de negociar, de lo contrario será imposible que lo logre. 

Las discusiones de pareja son inevitables en familia, pero es importante gestionarlas de manera correcta para evitar que los niños sufran las consecuencias….daños emocionales y psicológicos afectarán a su vida adulta. 

“No somos conscientes del daño que podemos hacer al niño”, sostiene Silvia Álava, especialista en Psicología Educativa y Familiar. Hoy, es más fácil gritar o golpear… 

Nada pierde quien cede. Un modo eficaz de tratar a gente irracional propone Judith Orloff, Psicóloga clínica: “Renunciar a controlar los graves casos; no obligar a alguien a cambiar”. 

Esto es, aceptar a la persona irracional tal como es, especialmente si uno ya ha intentado revertir su conducta y no ha conseguido nada positivo”. 

Callar los defectos ajenos, es caridad; no criticar a los demás sus actitudes, intenciones, sus actos; no emitir juicios comparativos; no hablar tanto de los otros, siempre con un dejo de crítica o pesimismo, es ciertamente caridad.

Alguien dijo: "Hay gente que cree que me ha callado porque no respondo a sus provocaciones. Pero yo digo: donde la ignorancia habla, la inteligencia calla".

Callar a tiempo es prudencia; no hablar si vamos a reaccionar, cuando nos viene a la punta de la lengua una serie de malas palabras. Callar en el dolor, es heroísmo; no volcar en los corazones de los demás las penas propias, los dolores íntimos; hacerles partícipes de las alegrías… eso es heroísmo. 

“Los enemigos de Cristo lo acusan falsamente; pero Él callaba y no respondía nada” (MC, 14, 61).  Así las cosas,  nosotros, ¿Pretenderíamos ser más que el divino Maestro?

No hay comentarios:

Publicar un comentario