*Los fuegos artificiales despiden importantes partículas tóxicas que superan el rango permitido por las normas...*La pirotecnia causa contaminación acústica, daña mucho a bebés, a niños y a mascotas.
*La contaminación se convirtió, en un problema mundial de salud pública, a OMS dice que cada año, hay 3.8 millones de muertes prematuras asociadas a la contaminación en interiores. Por consiguiente, explotar petardos, es delito y prepotencia de imbéciles.
Los petardos no son juegos. Un niño de 5 años (entre tantos) tuvo que ser amputado parcialmente de unos dedos al explotarle un “cebollón”: Es un ejemplo de cientos… ¿seguiremos generando mutilados, dolor y luto?
Se lee: “Tesãi promueve campaña para evitar accidentes por pirotecnia en las fiestas de fin de año. Una Navidad en familia sin accidentes, quemaduras o lesiones graves por bombas ni petardos es la consigna de la Fundación, eje social de la Entidad Binacional”.
El director del Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas, dijo “En estas fiestas cero quemados por pirotecnia. Creo que un papá no pondrá una granada de guerra en la mano de su hijo, los juegos pirotécnicos son lo más parecido que hay”.
Los petardos son peligrosos. Un simple fosforito, una estrellita o ajito puede provocar lesiones graves, incluso la muerte. ¡No es un juego!; se exponen a Quemaduras de 2º y 3º grado. Sordera. Daños oculares. Intoxicación por ingesta de fósforo blanco y otros...
El ruido de bombas afecta gravemente a varios tipos de personas: a gente de |edad, a personas enfermas, a bebés y a niños con hipersensibilidad al sonido o hiperacusia. También puede dañar gravemente su capacidad auditiva.
Necesitamos ser libres para hacer lo que debemos, no lo que queremos. Antonio Orozco dice: ¿Puede haber señorío -dominio- de uno mismo, sobre los propios actos y sobre las cosas (libertad) si no se sabe qué son las cosas y qué es uno mismo?
Si no nos redimimos de nuestro irrespetuoso modo de ser, de nuestra chatura cívica (mbarete-pokare tan ñane mba'e-tan nuestro) seguiremos demostrando la miserable sociedad en la que nos convertimos, al dar rienda suelta a tantas malas conductas.
Seguiremos siendo una sociedad decadente, que hacemos mérito para sacar a relucir toda la barbarie que corre por las venas de este pobre, fracturado y maximísero país, del cual “decimos estar enamorados”. ¡Se tenía que decir…y se ha dicho!
Urge una revolución personal al decir de E. Mounier…de esta revolución hablaremos en el próximo artículo. ¡Bendecida Navidad sea con todos!
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