jueves, 25 de marzo de 2021

NADIE PRESUMA DE:

 Tener una familia perfecta...¡No existe!

No existe familia perfecta. Todos discutimos y peleamos…con o sin razón. Muchas veces dejamos de hablarnos, en el menor de los casos, si no golpeamos o matamos. Pero, la familia es la familia…“ha jaha hese hina”, decimos en nuestro simpático idioma guaraní. 

De lo dicho resalta que hay aspectos que debemos mejorar. Sí aceptamos que no somos lo que queremos ser, caeríamos en la cuenta que lo mejor está en asumir debilidades y luchar juntos por superarlas, porque, somos perfectibles. 

¿No es sublime que una mamá acuna a su hijo y sale a buscar el pan diario? ¿Qué puede superar la devoción de papá y mamá por un hijo con limitaciones físicas? ¿Qué mayor dedicación hay en la familia, donde los hijos, a pesar de la pobreza, se sienten protegidos? 

Afirma Ana Virginia Berrido de Pérez: Mi madre, la madre que supo acunar en su vientre a 9 hijos, era una mujer trabajadora, dura, disciplinada y amorosa. Era la que imponía el orden. Juntos se complementaban maravillosamente. 

Hoy, sus hijos y nietos hemos construido nuestro presente, futuro entonces, con nuestros dramas, amores, desamores, duelos y lazos fraternos; pero, y es lo más importante, hemos sabido mantenernos unidos a pesar de los pesares. 

No tenemos padres perfectos, no somos perfectos, no nos casamos con una persona perfecta ni tenemos hijos perfectos. Tenemos quejas de los demás. Decepcionamos unos a otros. 

Por eso, no hay matrimonio sano ni familia sana sin el ejercicio del perdón. El perdón es vital para nuestra salud emocional y la supervivencia espiritual Sin perdón la familia se convierte en una arena de conflictos y un reducto de penas. 

Sin perdón la familia se enferma. El perdón es la asepsia del alma, la limpieza de la mente y la libertad del corazón. 

Quién no perdona no tiene paz en el alma ni comunión con Dios. La pena es un veneno que intoxica y mata. Guardar el dolor en el corazón es un gesto autodestructivo. Es autofagia. El que no perdona se enferma física, emocional y espiritualmente. 

Y por eso la familia necesita ser lugar de vida y no de muerte, territorio de cura y no de enfermedad; escenario de perdón y no la culpa. El perdón trae alegría donde la pena produjo tristeza; en la que el dolor causó la enfermedad. (Papa Francisco)

Al punto, Teresa de Calcuta escribe: 

"Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo. Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño. Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo...en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado".

A pesar de todo: “Dios está incansablemente buscándonos y recorriendo aquel camino que de Él nos separa. “Cuando Jesús habla del pastor que va tras la oveja descarriada, del padre que sale al encuentro del hijo pródigo y lo abraza, no se trata sólo de meras palabras.

Finalmente, “Qué honor es el que Dios nos llame Sus hijos, y nos dé la seguridad de que como sus hijos somos herederos y coherederos con Cristo” (Rm 8:17), a pesar de todo…

miércoles, 24 de marzo de 2021

¿POR QUÉ? ¡Cuesta admitir nuestros errores!

  
¿Por qué nos cuesta tanto dar el paso para reconocer errores y falsedades?. Pero, con frecuencia, exigimos a otros que nos pidan disculpas…. que admitan que cometieron un error o una ofensa. 

¡Si equivocarnos nos hace humanos, admitir el error y pedir perdón nos hace valientes!.   

Pero, al parecer, vivimos marcados por el síndrome de la “infalibilidad”, donde pululan terrícolas que no admiten sus errores, políticos que no asumen sus errores e instituciones que niegan sus desaciertos.

No es fácil, por tanto, admitir ante otros que uno tiene defectos. En ese deseo tan “ñanemba´é”, por aparentar ser impecables, además de altamente eficaces, estamos fabricando ambientes tóxicos. 

El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada” (Goethe) 

Parece que olvidamos que la felicidad no está en ser inmaculados -ningún mortal lo es- solo debemos admitir que somos humanos, sujeto a errores. Si lo reconocemos, es una ocasión para crecer y mejorar. 

Errare humanum est” es una expresión que significa: "Errar es humano". Se considera propio de la naturaleza humana el equivocarse, luego, hay que aceptar los errores, y aprender de ellos y no repetir. 

 Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Rm 3:23) “Como está escrito: “No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios” (Rm 3: 10-11) 

El humano quedó tan dañado, de tal modo que a veces no distinguimos dónde está el bien. San Pablo describe esa situación con mucha finura psicológica en el capítulo 7 de la Carta a los Romanos: 

"Realmente, mi proceder no lo comprendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que no quiero. Y. si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo con la ley en que es buena; en realidad ya no soy yo quien obra, sino el pecado que habita en mí (...) 

Descubro que aun queriendo hacer el bien, hago el mal (…) (Rm 07.15-24). Dice, Luis González-Carvajal, en “Esta es nuestra fe”. (p.20):

"El cuerpo de Adán y Eva era fuerte y hermoso... Gozaban de dominio sobre la naturaleza entera”, pero pecaron, y su pecado "ha dañado a todos los hombres, pues a todos los hombres ha pasado la culpa con sus malas consecuencias". 

Es pecado hereditario porque no cometimos nosotros mismos; heredamos. La culpa se borra en el bautismo. Pero sus consecuencias quedan: enfermedad y muerte, concupiscencia entre otros males". 

Lo ocurrido en el paraíso fue un "fatal error gastronómico", dice irónicamente Michael Korda.

El primero en disculparse es más valiente…el primero en perdonar es más fuerte, el primero en olvidar es más feliz (J. Luis Zunni). Equivocarse es un defecto común, pedir perdón una virtud de pocos”. 

Vivimos en una sociedad que se disculpa poco. Hay quien pide disculpas por whatsapp o incluso quien publica sus disculpas en las redes sociales, para que la persona afectada no tenga más derecho que ceder” (Valeria Sabater).  

Cuando Pedro pregunta al Maestro cuantas veces  debo perdonar, éste dice: “No te digo hasta 7, sino hasta 70 veces 7”. Con ello quiso decir Siempre, en todas las ocasiones y veces que se nos pida perdón (Mt 18:22). Que la meditación en este tiempo de Cuaresma, nos ayude a pedir perdón y perdonar...

martes, 23 de marzo de 2021

FUIMOS CREADOS….

¿Porque Dios no tenía nada que hacer?

 "Es un error traer nuevos seres humanos al mundo": provocadora idea antinatalista de David Benatar (1966) profesor de filosofía y jefe del departamento de Filosofía en la Universidad de Ciudad del Cabo (Irene Hernández Velasco-BBC Mundo-14.12.2017) 

La gente muere de enfermedades, hambre, injusticias...por corrupción de “patricios y plebeyos” que no para, por eso, gran parte de la sociedad está ya contagiada. 

Y para mayor de males, el sufrimiento se multiplica por la plaga del covid-19. Miles de terrícolas mueren luego de gastar millones inútilmente…dejando deudas y más dolor a sus seres queridos. Hay mucho sufrimiento en la vida, mucho. 

Todo eso, sin contar los asaltos, robos y crímenes que se sufre diariamente. Es que hay mucho dolor y sufrimiento en la existencia humana, “por eso es un error traer nuevos seres humanos al mundo”. 

Pero no todo en la vida es malo. La canción entonada por Sergio Denis dice: 

No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista. Tampoco las cosas buenas nos duran toda la vida. Y siempre que llueve para, siempre se hace de día. La vida que Dios me ha dado es lo más grande que tengo. Por ella sigo soñando, por ella sigo sintiendo...

Hay tantas cosas que agradecerá la vida….primero… ¡un nuevo día!, la salud, un viaje, un logro obtenido, el nacimiento de un hijo o nieto. Tener trabajo, un lugar donde dormir, amigos con quien compartir. Acaso no alegra la vista un bello paisaje, una mascota… 

Dice Víctor Hugo Manzanillas, te dejo 5 Beneficios de ser Agradecido que te impactarán: 

1. Te hace más feliz. Las personas agradecidas no son ambiciosas. A veces creemos que el éxito es porque somos la gran cosa. Es un regalo. Y cuando te regalan…“agradeces”. 

2. Beneficia a la persona que lo recibe. ¿Cuántas veces te sentiste bien cuando otra persona te agradece? ¿Cuántas veces valoran tu trabajo, tus ideas, al agradecerte? 

3. Fortalece relaciones. Hace que las personas quieran estar contigo. Te hace una persona interesante. La consecuencia de beneficiar a otras personas fortalece las relaciones. 

4. Desarrolla una actitud positiva. Cuando somos agradecidos tendemos a ver el lado bueno de las cosas. Vemos el vaso medio lleno, vemos el sol entre las grises nubes. 

5. Te hace consciente del mundo a tu alrededor. Ser agradecido te muestra un mundo escondido que la mayoría de las personas no ven. 

Te propongo un reto extremo. Es difícil, pero no imposible. Por 24 horas vas a dar las gracias por todo… en extremo: Cuando te levantes -Gracias por un nuevo día de vida.

Cuando enciendas la luz -Gracias por la bendición de tener electricidad.Cuando te bañes -Gracias por tener agua caliente, corriente y productos de aseo personal. Cuando comas- gracias por los alimentos, por el hecho de proveer trabajo a toda una cadena de suministro que hace posible comer. 

Cuando enciendas tu vehículo, gracias por la bendición de tener un vehículo o un transporte público a mi disposición. Cuando estés en el tráfico -gracias porque no fui yo el que se accidentó... y continúa así por 24 horas… dando gracias por todo. 

Por medio de estas cosas nos ha dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, para que por ellas lleguen ustedes a tener parte en la naturaleza de Dios y escapen de la corrupción que los malos deseos han traído al mundo(2 Pedro 1:4)

A propósito: ¡Gracias amables lectores...por soportarme, comportarme y no deportarme!

lunes, 22 de marzo de 2021

¡¡CUIDADO!!… No se metan con el inocente

En aquellos días, vivía en Babilonia un hombre llamado Joaquín, casado con Susana, mujer muy bella y temerosa del Señor. (Profecía de Daniel 13, 1-9. 15-17. 19-30. 33-62) 

Aquel año nombraron jueces a dos ancianos del pueblo, de esos que Dios denuncia así: «En Babilonia la maldad ha brotado de los viejos jueces, que pasan por guías del pueblo». Solían ir a casa de Joaquín, y los que tenían pleitos acudían a ellos.

Susana salía a pasear por el jardín de su casa. Los dos ancianos la veían a diario y  las deseaban. Corrompieron sus pensamientos, no miraron al cielo, olvidaron las justas leyes.

Un día, Susana tuvo ganas de bañarse en el jardín, porque hacía mucho calor. No había allí nadie, excepto los dos ancianos escondidos, espiándola. Susana dijo a las criadas: "Traigan el perfume y las cremas y cierren la puerta del jardín mientras me baño".

Al salir las criadas, los dos ancianos, corrieron hacia ella diciendo: “Las puertas del jardín están cerradas, nadie nos ve, te deseamos; acuéstate con nosotros. Si no, testimoniaremos contra ti diciendo que un joven estaba contigo y que por eso despachaste a las criadas”.

Susana dijo: ¡No tengo salida: si acepto, mereceré la muerte; si no lo hago, no escaparé de ustedes. Pero prefiero morir, antes que pecar contra el Señor”. Ella gritó, y los jueces, también gritaron contra ella.

Al día siguiente, los dos jueces ordenaron: ¡Traigan a Susana!. “Mientras paseábamos por el jardín, ésta despidió a las criadas y cerró la puerta. Entonces un joven que estaba escondido, se acostó con ella…

Al ver esa maldad, corrimos hacia ellos. Pero no pudimos sujetar al joven, porque era más fuerte que nosotros. Y salió corriendo. “Somos testigos de ello”. 

Como eran jueces del pueblo, la asamblea los creyó y la condenó a muerte. Susana gritó: “Dios eterno, que ves lo escondido, que lo sabes todo antes de que suceda, sabes que han dado falso testimonio contra mí, y ahora tengo que morir, siendo inocente”. 

El Señor la escuchó. Mientras la llevaban para ejecutarla, Dios incitó el espíritu santo en un muchacho llamado Daniel; y este con potente voz dijo: “Yo soy inocente de la sangre de ésta”. Los presentes preguntaron: ¿Qué estás diciendo? Él  contestó:

¿Están locos, hijos de Israel? ¿Cómo, sin discutir la causa ni conocer la verdad condenan a una hija de Israel? ¡Vuelvan al tribunal, esos dieron falso testimonio contra ella!.Los ancianos dijeron: “Ven y cuéntanos, porque Dios mismo te ha dado la ancianidad”.

Daniel dijo: “Separen a los acusadores, yo los interrogaré”. Luego, llamó a uno y le dijo: “¡Envejeces en días y en crímenes! Sigues pecando…con sentencias injustas condenando inocentes y absolviendo culpables, esto es contra el mandato de Dios: “No matarás al justo ni al inocente”. 

Ya que tú la viste, dime debajo de qué árbol estaban abrazados”. Él contestó: “Debajo de una acacia”. Daniel dijo: “Tu calumnia se vuelve contra ti. Un ángel de Dios recibió ya la orden divina: te partirá por el medio”. Mandó traer al otro: 

“La belleza te sedujo, la pasión ensució tu corazón. Eso lo hacían con mujeres israelitas, que por miedo se acostaban con ustedes; pero una mujer judía no cedió ante la maldad. Ahora dime: ¿bajo qué árbol se abrazaban?”.

Contestó: “Debajo de una encina”. Dijo Daniel: “Tu calumnia también se vuelve contra ti. El ángel de Dios espera con la espada; te partirá por el medio y acabará con ustedes”.

Entonces la gente alabó a Dios, que salva a quien confía en él. La gente se abalanzó contra los jueces corruptos: hicieron con ellos lo mismo que ellos habían tramado contra el prójimo: Aplicaron la ley de Moisés y los ajusticiaron. Ese día se salvó una vida inocente. 

Opina Luis Muñoz Muñoz (diario La hora): “La administración de Justicia cayó a un nivel increíble de desprestigio, por obra  de jueces venales, que son excepción de magistrados imparciales, probos, honestos, éticos…condiciones básicas para impartir justicia. 

¡Cuidado!…señores que se creen superiores a todos: ¡No se metan con el inocente!

domingo, 21 de marzo de 2021

¡LLAMADOS A SERVIR!

Servir es actitud interior para ayudar al necesitado. Supone salir de nuestra comodidad,  sacar lo mejor de nosotros, al tiempo de enriquecernos con los demás. Pero es difícil… 

Porque, servir al otro es renunciar a nuestro “beato buenismo”, gastando tiempo y a veces dinero, porque quien sirve se constituye en puente de acción entre el “abismo” dos realidades distintas y distantes, entre quien ayuda y quien necesita. 

En la era “progre”, el que sirve es tenido por inferior. Y no pocos opulentos o quienes se dan por tales, viven en su “taper” de insano bienestar, mientras el paria deambula con sus penas. Y dirán aquellos: ¿qué culpa tengo de que haya pobres?..¡No es mi problema! 

Vivimos la cultura del instante y del descarte”, dice Sergio Sinay, escritor periodista y psicólogo. Autor de libros “La sociedad que no quiere crecer”, “Conectados al vacío”, “La sociedad de los hijos huérfanos” y “La masculinidad tóxica” (27.09.2012). 

Parece que necesitamos de las redes sociales para estar seguros de que existimos. Es como si ya no confiáramos en nuestra propia existencia por el sólo hecho de estar en el mundo y de preguntarnos además para qué estamos en el mundo”.

Sinay plantea una paradoja: cómo a pesar de que la sociedad actual es la más conectada de todos los tiempos, cada día más personas están solas e incomunicadas, y se vive la soledad colectiva en la sociedad virtual.

Hay confusión entre conexión y comunicación. La tecnología hace que “todo el mundo” se conecte, mientras crece la incomunicación humana. La real comunicación se da a través de la mirada, el oído que escucha, cercanía: esto tiene siempre una carga emocional…

Las nuevas tecnologías son herramientas vitales y útiles en casos de catástrofes; cambios sociales o políticos. Pero hay un riesgo, “cuando la herramienta deja de ser tal, para convertirnos a nosotros en herramientas de la herramienta. 

En vez de servirnos, nos pone a su servicio. Corremos detrás de las últimas “noticias” postergando cosas importantes…para estar “conectados”. Así, los vínculos humanos empiezan a sufrir: en la pareja, en la familia, en la sociedad entera… 

Luego, cada uno ve al otro como medio, herramienta o escalón para sus propios intereses. Si no es útil, es desechable. Y genera crisis de valores. “Si no se usa bien la herramienta, se desgasta la habilidad de comunicarnos con el otro”.

También esta crisis repercute en el campo político, cuando, “en lugar de desarrollar proyectos comunes, avanzan proyectos personales…Se desvaloriza la política, cuando olvidamos que cada uno es parte del todo y sólo piensa en sí mismo. 

Puede ocurrir en la familia, en un equipo de fútbol, en una organización, etcétera. ¿Hasta qué punto las redes sociales y las nuevas tecnologías colaboran en pérdida de la intimidad o privacidad, en la mirada del individuo sobre sí mismo? 

Estamos conectados al vacío, si no nos preguntamos sobre el sentido de la propia vida. Y luego aparece el vacío existencial que es “angustia permanente”. No se trata de satanizar la tecnología, sino de controlar el uso de las mismas. 

Hay que vivir el presente, que no significa vivir lo instantáneo: lo fugaz no se alimenta de nada y nada proyecta para el futuro. Si se vive el carpe diem (aprovecha el día como si fuese el último), todo y todos -humanos incluido-, son descartables.

No vine al mundo para a ser servido, sino a servir(Mt, 28,20). Jesús, Siervo y Señor, pide servir porque en el servicio el humano descubre su dignidad y la ajena. Cuando las relaciones humanas se inspiran en el servicio recíproco, se vive auténtica hermandad. 

Jesús es el modelo perfecto del siervo que se despojó radicalmente de sí, para asumir la condición de siervo (Fil. 2,7). 

Si Jesús Rey y Señor, quien no se puede contener en el universo por su poder y gloria, se hizo servidor… ¿por qué no haríamos nosotros

viernes, 19 de marzo de 2021

¡¡A “VO NOMÁ TE VOY” A CONTAR!!

 No hablar mal de otros, aunque “tengas razón”

 
“No odies en tu corazón a tu hermano, pero corrige a tu prójimo, para que no te cargues con un pecado por su causa. No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”  (Lev 19,17-18) 

El Papa Francisco sugirió pedir a la mamá de Jesús ayuda para “no mentir ni hablar en perjuicio del prójimo”… “subir al monte del Señor y lograr su bendición, su justicia, su salvación”. 

“Nunca hables mal de tu hermano, aunque tengas sobrados motivos. Ve primero al Sagrario, luego al sacerdote y desahoga también tu pena con él. Y con nadie más (Josemaría Escrivá de Balaguer)

Dice Cristina Roda Rivera: “Muchos somos confidentes y amigos de gente que siempre habla de la vida de los demás, como si algún poder divino les otorgara esa autoridad. 

No lo hacen de una forma que podríamos llamar “casual”, sino que, para ellos la hipocresía es un recurso habitual, que les sirve para reforzar sus valores buscando cómplices...en aquello que critican... 

El refuerzo funciona así: si el otro está de acuerdo conmigo en lo que desprecio, también lo estará en lo que defiendo. Es propio de mentes inseguras. No hablan en modo general.Cuentan intimidades, narran historias que oyeron por azar o descuido. 

El Papa Francisco alertó que cuando se usa la lengua para hablar mal del prójimo, lo que está haciendo en realidad es "matar a Dios". El hombre es imagen de Dios. Hoy que se habla de guerras y se pide tanto la paz, "es necesario un gesto nuestro de conversión". 

Los chismes siempre van a orillas de la criminalidad. No hay habladurías inocentes”. 

“Deseo que te complazca todo lo que digo.” (Sal. 19:14). La lengua es para alabar a Dios, (St 3:1-8), " y cuando la usamos para hablar mal del hermano, matamos a Dios", " porque somos imagen de Dios". 

Cada vez que "juzgamos en nuestro corazón a los hermanos y peor si los difundimos, somos homicidas: "Un cristiano homicida... porque imitamos a Caín, el primer homicida de la Historia. “Todo el que odia a su hermano es homicida, y saben que ningún homicida tiene vida eterna en él(1 Jn 3:15).

"Aquellos que viven juzgando al otro…son hipócritas, porque no tienen el coraje de mirar los propios defectos. "¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?" Y Jesús dijo una palabra fuerte: “hipócrita". 

Francisco alentó a rogar antes que hablar mal del otro: "¡reza, haz penitencia por él! Y si es necesario, háblale para remediar el mal. Pero ¡no decirlo a todos! Pablo, pecador fuerte, dice: “Era blasfemo, perseguidor y violento. Pero fui tratado con misericordia”. 

Es normal el enojo cuando usan nuestro lomo como bolsa de boxeo. Peor, si es alguien en quien confiamos. Por eso, mucho cuidado al elegir en quien "descargar" nuestros problemas. 

 Lo más ofensivo que pueda lanzarte a la cara tu peor enemigo no se compara con lo que tus amigos más íntimos hablan de ti a tus espaldas.” (Alfred de Musset, escritor 1810-1857)  

Hay que cuidar lo que se dice para no dañar a otros. Porque, podríamos recibir el mismo puñal “kyse” en la espalda, sin saber de quién. Si otro te ataca, ¿qué ganas al retrucar? Si no es verdad lo que dicen…¿qué importa?. No se pierde nada con el… “se dice…qué”. 

Y si quien que habla mal de mí tiene razón… ¿qué sentido tiene bravuconear? La personalidad solo pierdo cuando cometo un delito. ¡Nunca, algún tipo de calumnia arrebata el honor!

Este humilde servidor da testimonio de lo dicho, luego… ¡Se puede si se quiere!... San José, modelo de esposo y prudente padre protector...ruega por nosotros....

martes, 16 de marzo de 2021

TODOS Y TODAS…

¿Y por qué no: hasta luego y hasta luega?

Hace algunos años se inició un uso impropio “argelado-tái rasy” al género  masculino y femenino, que insulta la norma lingüística. Muchos, sin saber, usan los dos géneros cuando se refieren al colectivo. 

Así, masacran el oído con cacofonía (error al hablar y voz desagradable que daña el enunciado) de “niños y niñas, todos y todas, muchos y muchas”, por ejemplo. Según la RAE el uso de estas expresiones va contra la norma lingüística y deberá llegar a su fin. 

La norma indica que en caso de referirse a un colectivo se usará el sustantivo genérico colectivo y no el individual. Un ejemplo… 

El colectivo “Padres”. Es masculino y suena machista, pero no se cambian las palabras porque nos gusten o no. Al decir padres, decimos “mamá y papá”. 

Lo llamativo: la institución educativa es la que impulsa el “vyroreí” dañino, sin oposición de profesores quienes deberían “enseñar”. La RAE quiere poner fin al uso de “ciudadanos y ciudadanas”.  

Los desdoblamientos “ellos y ellas, todos y todas”...es vicio lingüístico, adoptado por ciertas feministas (…) de llamar por dos veces a las mismas personas: españolas y españoles, ciudadanos y ciudadanas, funcionarias y funcionarios. 

“Quiero llamar la atención sobre lo incorrecto del vicio semántico: una regla elemental de estilo prohíbe repetir dos veces el mismo término, sin excepción alguna... 

No se trata de que sea feo -cuestión de imagen-, que tanto parece preocupar a las mujeres, feministas: no es correcto hacerlo…¿Y qué pasa con las profesiones de tradición femenina, ejercidas por varones? 

Cuando un varón ejerce una profesión, hasta hace poco, propia de mujeres, como niñera, ama de casa, matrona, empleada de hogar o modista, nuestra lengua permite también cierta flexibilidad de elección. 

Podemos, en primer lugar, siguiendo un camino armónico, masculinizar el femenino: el niñero, el amo de casa, el matrón, el empleado de hogar, el modisto.  

Cristina Sánchez, “novillera y matadora de toros”, insistía en medios de comunicación, que prefería ser denominada torero y no torera; en un reportaje publicado en ¡HOLA! el 31.07.1997.

Modista es terminación de nombre común, como periodista o violinista; a pesar de ello, la RAE admitió un innecesario masculino modisto, con el fin de distinguir al varón que ejerce la profesión, por razones sociológicas. No por razones lingüísticas. (Dra. Soledad Andrés Castellanos-Facultad: Ciencias de la Información. Universidad Complutense de Madrid) 

Porque de seguir con la enfermiza y pegajosa forma de mal hablar, ¿quién impediría decir: las mujeres tienen uñas, y los hombres uños?  “Es una faraónica estupidez que se discuta sobre estos temas con tanta vehemencia”, sostiene  Sergio Estrada.

Vendedores de humo del "lenguaje inclusivo", cultuan la "e"...dicen Todes, en vez del ya prostituido "todos y todas”: Nosotres, Muches, Compañeres. Luego: Ana es linde... ¡Mayor idiotez...imposible! 

No es de inteligentes someterse a los desatinos de la opinión común. El antiguo y perenne principio de no contradicción dice: Lo que es, es; y lo que no esno es. Y este principio no depende de mi gusto o creencia. Hablamos bien o hablamos mal.  

Así, y con tono "progre" e irracional, digo: ¡A todos y todas, hasta luego y hasta "luega"!

domingo, 14 de marzo de 2021

¡CONFIEMOS EN DIOS! Pero…hagamos nuestra parte.


A un año de la crisis provocada por el coronavirus, todos conocemos la gravedad de la situación. La población mundial está alarmada. El colapso sanitario y económico golpea. ¡La muerte ronda sin parar!, aquí y allá. 

Todo el mundo conoce a alguien que se contagió y murió. Aun así, junto con el virus, están los negacionistas propagando el mal. No faltan los “héroes de fiestas clandestinas” y demás violadores de normas sanitarias. ¿Tiene fin de curso la estupidez humana? 

Nadie quiere el confinamiento, entonces ¿qué hacer”. 1º. Un autoanálisis -py ámongetá- sobre nuestra situación y dejar de joder la vida de otros. 2º. Decidir no ser “monos con pantalones, recién bajado del árbol” (Pedimos disculpas a los primos primates). 

Confiemos en Dios, pero hagamos nuestra parte. Él no es culpable de nuestra locura. “Pon tu camino en las manos del Señor; confía en él, y él se encargará de todo” (Sal 37:5). 

A propósito, el P. Dennis Doren habla sobre los consejos de un papá: “Jackson Brown es un hombre común, un papá como cualquier papá, por ver feliz a su hijo, que escribió estos simples "consejos" al momento que iría a estudiar a la Universidad, lejos de su casa. 

Vivir Feliz es el título de sus consejos que nace del corazón del hombre: “Contempla un amanecer y un atardecer por lo menos una vez al año. Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos. Ten un buen equipo de música.

Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa. Evita a las personas negativas, siempre tienen dos problemas para cada solución. Que tu auto no sea muy caro, pero date el gusto de tener una buena casa.

No hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Normalmente ya lo sabe.

Recuerda que se logra más por estimular que por reprochar. Anímate a presentarte a alguien que te cae bien, y con una sonrisa dile: Mi nombre es fulano de tal, todavía no nos han presentado.

No amenaces si no estás dispuesto a cumplirla. Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado. Haz lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.

Recuerda el dicho: Sin deudas, sin peligro. No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios. Aprende a compartir con los demás y sentirás alegría al ser útil al prójimo. “El que no vive para servir, no sirve para vivir”. (Rabindranath Tagore) 

Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es respetar el tiempo ajeno. Recuerda que el gran amor y desafío incluye también "el gran riesgo". No confundas riqueza con éxito, ni con felicidad. 

No pierdas el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos. No esperes que el otro sepa lo que quieres que sepa si no se lo dices. Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos jóvenes paguen parte de sus estudios. 

Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en ellas. Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes. No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.

No deseches una buena idea porque no te gusta de quién viene. No confundas confort con felicidad. Escucha el doble de lo que hablas. Distingue quién es amigo y quiénes no.

No envidies: la envidia es homenaje que el mediocre rinde al talento. Recuerda que la felicidad no es una meta, sino un camino: disfruta mientras lo recorres. No te pongas metas imposibles.

“La gente más feliz no siempre tiene lo mejor. Disfruta al máximo de lo que Dios pone en su camino". Confía en Dios, pero cierra tu auto con llave. Es decir que si cada uno no hace lo que debe hacer... ¡Dios no lo hará

sábado, 13 de marzo de 2021

LA IRA: ¡Repulsivo pecado capital!


Dice Fray Nelson Medina: la ira juega un rol importante en nuestras vidas. Cuando no dominamos nuestras emociones, perdemos el control y no perdonamos. Si la ira nos domina, nos comportamos de modo injusto y destructivo, ya que obramos por instinto.

A priori, la ira no es mala,  porque podemos enojarnos, pero sin pecar. Por eso, pudo decir san Juan Crisóstomo: “Quien con causa no se aíra, peca”.

Porque la paciencia irracional siembra vicios, fomenta la negligencia, no sólo a los malos, sino también, a los buenos los invita al mal". “No pequen al dejar que el enojo los controle” (Ef 4,-26) 

“Jesús hizo un látigo y expulsó a todos del templo. Echó ovejas y ganado, tiró por el suelo las monedas de los cambistas y volcó las mesas. Dijo: “Saquen todas esas cosas de aquí. ¡No conviertan la casa de mi Padre en un mercado!”. (Jn 12,15-16) 

Sólo cuando se excede la medida racional, o cuando no se llega al justo medio, la ira es, pecado... si la ira se centra en la venganza.

La Carta a los Efesios: “Si se aíran, no pequen. Toda aspereza, gritos, maledicencia y cualquier clase de maldad, desaparezca de entre ustedes” (Ef 4,26.31), entiende que la ira no es mala, sino la conducta perjudicial o culpable que nace de ella.

¿Cómo es posible airarse sin pecar? Si hay pasajes de ira en la vida de Jesús, quiere decir que esta no es pecado; sino, un estado emocional normal. Cuando a uno le pisan el pie, salta. En ese caso la ira es un sentimiento normal. 

Tenemos sentimientos de ira. Pero estos no deben llevarnos a una conducta vengativa. Es verdad que no se controla los sentimientos, pero podemos controlar la reacción. Una cosa es sentir ira y otra... gritar, amenazar o golpear. 

Entonces, la ira no es pecado, mientras sea aislada y se eviten las conductas que sean perjudiciales para la vida. De todos modos, la ira es un sentimiento difícil de controlar.

Los cristianos de la primera comunidad apostólica se amaban y se trataban mutuamente como hermanos (Hech 2,42-47). Con el tiempo, las comunidades fueron creciendo en tamaño y en número y también, creciendo las diferencias personales (1Cor 11, 17-22). 

Incluso, se hizo más difícil recordar que ser cristiano suponía fuertes exigencias en las relaciones personales. No basta con recibir el bautismo, con rezar y participar en la celebración de la Eucaristía. 

Los cristianos tenían que vivir su fe en el contacto con el hermano, en sus diarias relaciones. Y las comunidades empezaron a tener fuertes dificultades en las relaciones, cayeron en la mediocridad, destruyendo la vida comunitaria, como hoy.

Las emociones y sentimientos pueden ser asumidos por las virtudes, o pervertidos en los vicios”. (CIC 1767-1774). En segundo lugar, el sentimiento de ira surge cuando lo que la persona espera, necesita o desea, no es alcanzado. Por eso, si no hay deseo no hay ira. 

Luego, si espero que mis hijos se porten siempre bien, hagan la tarea sin protestar y mantengan la casa en orden, y esto no sucede me voy a frustrar. El sentimiento de ira reacciona a mi frustración, porque las cosas no suceden como yo quisiera que sean.

Cristo se airó porque convirtieron la casa de Dios en cueva de ladrones. Cuando vinieron los niños a Él, los apóstoles no los dejaron acercarse, el Señor se enojó. Es reacción normal, del celo por la gloria de Dios insultada. La ira normal nunca lleva a la agresión.

Hay otro grado al cual puede llegar la ira: es lo que llamamos "rabia", la furia. Ese grado de ira lleva a la agresión de palabra o de obra; la rabia es una forma fuerte de ira. Es terrible y lleva a la violencia, a la agresión. No hay que confundir ira con rabia… 

La ira contra el prójimo no nos libera del más grande de los mandamientos. Al momento de la ira, responder con caridad, con actitud y conducta de los que viven en Jesús… “vale más que todos los holocaustos y sacrificios” (Mc 12,33).

No es fácil…pero…¡Eso nos pide Ñandejara! ...y por algo..será. 

miércoles, 10 de marzo de 2021

EL SUSCEPTIBLE (Ipererïva, Pire Pererí- Vulnerable)

  
Los psicólogos dicen que, susceptible es una persona que sufre cambios de sentimientos con facilidad, emocionalmente frágil y sensible, demasiado quisquillosa y débil, fácil de ofenderse con cualquier pretexto. 

Así las cosas, la gente susceptible es, “sujeta a” o “propensa a”. Ejemplo: “Su salud siempre fue muy frágil, es muy susceptible a las enfermedades”. En sentido figurado, una persona susceptible es extremadamente vulnerable  pire pererí”, que se ofende por nada. 

Dice Arturo Torres, Sociólogo y Máster en Psicología social: “Sea como sea, el estilo de vida que llevemos…tarde o temprano acabamos topándonos con personas susceptibles”. 

Gente que a la mínima crean dramas y que, aunque no tengan por qué disfrutar con los conflictos, lo cierto es que lo llevan todo al terreno personal con mucha facilidad. Eso sí, el ser humano es un mundo que no puede ser resumido solo con una etiqueta. 

Algunas características de las personas susceptibles: 

*Ante las dudas, ven conflicto. En las relaciones personales surgen muchos momentos de ambigüedad, abiertos a múltiples interpretaciones. Luego, las personas susceptibles “Pire pererí”, ven el peor escenario posible, y se imaginan ofensas dirigidas hacia ellos. 

No meditan sobre su enojo. No se preguntan por qué realmente se “enojan”. Adoptan actitud pasivo-agresiva. O ñembo pochý, defendiendo tenazmente su posición. 

¿Qué hacer? Si algo nos caracteriza como especie, es la diversidad. Los terrícolas  adoptamos modos de vivir, y por eso tenemos diferentes personalidades, actitudes y maneras de percibir la vida y las relaciones personales. 

Que hay gente susceptible es una realidad. Hace falta gran fortaleza para dialogar sin que termine en discusiones. Por ello, se recomienda algunas sugerencias: 

a. No ridiculizar. A veces, la susceptibilidad de quien habla nos puede parecer una broma. Sin embargo, y a pesar de que el motivo de su enfado, es insignificante, no hacen comedia. El primer paso es aceptar, si vemos que el motivo de su enojo, no vale la pena pelear. 

b. Disculparse solo cuando hay motivos. Disculparse porque alguien tomó mal una acción no es lo aconsejable. Solo hay que hacerlo si realmente hubo un malentendido razonable. 

Puede parecer que al negarse a pedir perdón se crea conflicto. En muchas ocasiones, disculparse solo alimentará que hubo ofensa, y no un malentendido. Eso puede llegar a viciar más la conversación desfavorable. 

c. Si va a criticar, adopta una perspectiva constructiva. Cuando hagas críticas, hazlo refiriéndote a una persona ficticia, y siempre poniendo énfasis en lo que se puede mejorar, y no en lo que está mal. 

d. Usar lenguaje no agresivo. Posturas y gestos deben dar confianza y aceptación, no actitud a la defensiva. No mantener los brazos cruzados y mostrar que el caso no merece ver a un enemigo en la otra persona. 

e. Mantener actitud educada. Por muy equivocado que esté el otro, la cortesía y buena educación ha de mantenerse. Educación no es debilidad. ¡Todo lo contrario! Es tener pleno control de la situación. 

Recuerda siempre que “El idiota grita, el inteligente opina, y el sabio calla… La razón  habla pausado y quien no tiene razón grita”. 

Este servidor suscribe plenamente lo escrito, habida cuenta que en tiempos idos, fue un vulnerable Vyro Pire Pererí. ¡El mundo será mucho mejor sin susceptibles