“ES UN DIAGNÓSTICO… NO UN INSULTO”
No me cabe duda que un ejército de puritanos disparará sus proyectiles contra el autor de este pobre artículo. Demás está decir que la expresión no constituye un insulto; es nada más que la descripción de un hecho lamentable, pero real, promovida y aumentada por conductas cívicamente chatas de los miembros de esa enferma sociedad.