lunes, 27 de noviembre de 2017

ETICA PERSONAL

¿CON PRESUNCIÓN DE ÓBITO?

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El diccionario define Ética, del griego (ethos = manera de hacer o adquirir las cosas, costumbre, hábito). La palabra "moral" deriva del latín "mos", que también significa costumbre. Desde Aristóteles, ética y moral, en la práctica, considerados sinónimos.

Luego, ser ético, es saber medir decisiones determinando la diferencia entre el bien y el mal, en lo personal, familiar, social y profesional. ¿Cuál es la causa de la maximísera situación que padece nuestra fauna paraguaya? Respuesta: Cero Ética.

Los entendidos dicen que la crisis moral se describe como “un descenso del nivel ético de la humanidad”. Podemos comprenderla desde tres niveles: El 1º, la inmoralidad; el 2º la permisividad; el 3º la amoralidad.

Inmoralidad. Interpretación cuantitativa. Explicada en términos cuantitativos: Ej. Democracia. Cualquiera hace lo que quiere, como quiere y cuando quiere, por ej, estudiantes de secundaria al finalizar el curso cometen todo tipo de delitos…en la plaza, en la calle… sin control ni frenos…¿Quién se inmuta?

¿Dónde están los padres, autoridades educativas, policiales, administrativas, judiciales… Lo peor, no pocos papás “ñembo posmodernos”…apoyan estos desmanes. En este sentido, desmoralización coincide con la inmoralidad. ¿Cómo “medir” la salud moral de un grupo humano? ¿Por qué así loo ko ya es ahora….porque la mayoría hace?

George B. Shaw, graciosamente dice: “La estadística es una ciencia que demuestra que, si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno”. La estadística no es una valoración definitiva en moral. Y Luc Ferry se pregunta: ¿Cómo gobernar las democracias si hay que ser popular para ser elegido e impopular para reformar?”

b)  Permisividad. Tolerancia socio-jurídica. Nuestra sociedad es de signo “permisivo”. La sociedad del “ayer” cerrada, de control absoluto, paternalista, dio paso a la sociedad permisiva.. El pluralismo, permisividad y tolerancia, repercuten hondamente en la manera de vivir y de formular la moral. La permisividad de nuestra sociedad decadente tiene dos manifestaciones fundamentales: la permisividad social y la tolerancia jurídica.

Permisividad social: conductas éticamente reprobables permanecían antes, en la esfera privada… hoy pasan al estadio de lo público. De la “clandestinidad” a la “publicidad”. Los mass medias muchas veces son agentes de desmoralización. Hoy, no pocos, se jactan de delincuentes. No hace falta mucha lucidez para  notarlo, pero sí, valentía para decirlo.

En cuanto a la permisividad de tipo jurídico, los valores morales no pocas veces son avasalladas por la ley positiva (aborto, eutanasia, pedofilia, zoofilia…). Bueno es recordar que la ley ha de estar al servicio del hombre y no para someterla, haciéndola rehén de aquella. "Nadie está obligado a declarar contra sí mismo", es inmoral, si el culpable calla, porque el inocente pagará… En este caso, el ropaje legal es hipocresía.

Características de la ley positiva: 1. Es de naturaleza secundaria; una disposición hacia la ley interior. 2. Una ley civil no debe contradecir la ley natural. 3. Tiene que ser practicada en y desde la perspectiva de la ley del Espíritu. Si no, la letra mata.

Dice José R. Ayllón, la ley humana sólo es verdadera ley cuando respeta la verdad sobre el hombre manifestada por la ley natural. Si se aparta de ella, se convierte en violencia, en ley del más fuerte al servicio de una autoridad corrompida.

Pregunta: ¿Qué ocurriría si se negase la existencia de leyes naturales que obligan moralmente al hombre? Respuesta: Sucedería que antes de promulgar las leyes humanas, no serían injustos el asesinato ni el robo, por ejemplo.

Además, si la ley humana fuera justa sólo por ser ley, los regímenes políticos que violasen legalmente los derechos humanos, no serían injustos. Nadie podría protestar contra ellos. En otras palabras, las más terribles dictaduras opresivas y totalitarias, no serían delitos.

Es preciso y exigencia respetar a todas las personas, aunque no siempre toda idea y convicción sean respetables. La sociedad posmoderna es permisiva, es una sociedad falsamente libre, pues todo permite y nada garantiza. En ella prospera la delincuencia organizada, se propaga la droga, la pornografía y otros múltiples males.

El permisivismo consiste en un auténtico absolutismo del libertinaje. Nada respeta. El que quiera liberarse de la Libido reprimida juzgará lícito cualquier medio para conseguir ese fin. Por tanto, permisivismo y relativismo son verdaderos ataques a la Verdad.

c) Amoralidad. Interpretación relativista. Llegamos ahora a la interpretación errónea más profunda del nivel ético de la humanidad. Podríamos compararlo con lo que San Pablo llama el “misterio de la iniquidad”. Nada es verdad ni mentira. "Vivo según mi propio estatuto moral" Es lo que quiero…

El terrícola actual, totalmente vacío de valores, apetece con angurria enfermiza el “tener”, siendo consumidor, consumido por el consumo que lo consume. Por tanto, ya sin frenos ni barreras, vive por debajo de su propia existencia. José Ingenieros dirá: La inteligencia sin ética genera una fauna de grotescos desfilantes en las pasarelas de la “aparatosidad estúpidamente opulentas donde pavonean sus huecas vanidades”.

Fuentes de Moralidad  (Moralidad: Conformidad con las reglas de la moral). Con tal expresión la Teología Moral considera los tres elementos con los cuales se determina la moralidad de un acto: el objeto elegido, las circunstancias dadas, la intención del agente. (Comp. CIC Nºs  367- 368-369)

El objeto de la acción es aquello a lo que motiva la acción. Ej. fin de una casa:  habitar; esto es, fin de la obra. Las circunstancias; las que acompañan al acto humano. Se toma en cuenta el tiempo, lugar, modo de obrar, resultado de la acción, el quién, el cómo, el por qué, con ocasión de qué. La intención del agente que obra, es el fin real que persigue. (Fin del arquitecto al construir una casa: ¿ganar dinero, triunfar..?) 

Estas distinciones son importantes para determinar la moralidad del acto humano: el objeto es el primer elemento; pero la intención es la que da valor determinante, último, para el significado moral de la acción. Intención y Acción están siempre unidas.

En particular, si a un objeto, considerado desde el punto de vista moral objetivamente bueno, se le añade una intención totalmente mala, entonces toda la acción se convierte en moralmente mala. En efecto, el fin no justifica los medios. La limosna a un mendigo, objeto, (objetivamente bueno) pero si hago alarde del hecho (intención), la acción se vuelve mala.
Dice el P. Javier Galdona, consideramos persona ética a la que asume como tarea esencial de la propia vida el desarrollarse plenamente como persona humana. De ahí  la tarea a realizar: Ayudar a cada persona a descubrir y asumir el propio sentido de la vida y desarrollar al máximo todas sus potencialidades de crecimiento en forma armónica. 

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