Única mayoría numérica
Parafraseando al profesor Michael Novak, decimos que este artículo no es para santos, sino para mis correligionarios peregrinos en este valle de lágrimas. No ignoramos que muchas almas viven santamente su vocación de padres, empleados, docentes, vecinos, profesionales, etc; soportando con paciencia evangélica los duros rigores del diario vivir con ética. Yo pertenezco a la mayoría: la de los pecadores.