miércoles, 21 de diciembre de 2011

LA REVOLUCIÓN PERSONAL (II)


Navidad  2011

Decíamos en el anterior artículo que Navidad 2011, nos redimiría de ciertos males, mediante la implementación de una Revolución Personal, necesaria y urgente. Pero, ¿Qué es una Revolución Personal? Ya nos lo cuenta el hermano en la fe, Xosé Manuel Prieto:

Emmanuel Mounier llama revolución personal al “proceso que nace en cada instante de una toma de mala conciencia revolucionaria, de una rebelión dirigida en primer lugar por cada uno contra sí mismo, sobre su participación o su propia complacencia en el desorden establecido (corrupción, engaño, robo, crimen, adulterio, vanagloria...todo tipo de pecado)

Esta revolución exige despertar y, para tomar conciencia hay que despertar de la pereza e indiferencia que provoca el bienestar económico. <Despertar a los bonachones, que con toda inocencia del alma y tranquilidad de conciencia han llegado a una ignorancia perfecta de las miserias y de las injusticias que sostienen el encanto de su existencia> Despertar a los cristianos que, en nombre de la caridad, no se atreven a denunciar el mal.

Esta revolución supone una conversión, un cambio real hacia la coherencia de vida, que la persona se recupere a , es decir, que ya no sea una cosa más entre tantas cosas. Que se libere de satisfacer sólo sus inferiores apetitos y cultuar al dios Mammón. En fin, que recupere su libertad para ser feliz, porque esa es la vocación de todo hombre. Entre otras cosas esto es:

Pulverizar el servilismo a su César, a cambio de pirá piré para alcanzar un aparente bienestar. Desafiliarse del desear ser ese “deificado personajete” que sobrevive en el reino efímero de su volátil existencia, porque su único objetivo se desfallece estúpidamente participando en la loca carrera del quien tiene más, en el menor tiempo posible - muchas veces – no interesando los medios. (Siempre habrá alguien que tiene más y que es más) Por tanto, el desafío no consiste en luchar por ser superiores a otros, sino intentar superar cada día el propio “yo”.... Una sugerencia más:

Podríamos pedir al Niño Dios que nos “expulse” de ese bólido - llamado “salud, dinero y montaña de siliconas en forma de colas y lolas de la TV basura”,  becerro de oro castrado, por la mayoría adorado, que idiotiza las masas y hacen de ella, colonos anestesiados y cosificados – porque lleva vertiginosamente al pobre paisano guaraní, hacia el abismo de la nada.

Que esta Navidad nos despierte de la oscura noche de tragedias, entre ellas, la de un mundo erotizado, donde, cuanto más hagas el amor con “muñecas inflables”, tanto menos entenderemos qué significa la fuerza de cariño. (Mounier: un maestro para nuestro tiempo. Rev Nº 56 Acontecimiento – 2000/3 p.1)

A mis apreciados lectores, deseo fervientemente que Jesucristo (se hizo pecado y miseria por su infinito amor a la humanidad) que no se puede contener en el universo por su Gloria y Poder, los colme de faraónicas bendiciones, tanto en la vida personal, familiar como profesional.

                                                                  Feliz Navidad 2011

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