viernes, 22 de diciembre de 2017

UN REINO SIN JUSTICIA…

“EXECRABLE  LATROCINIO”

Resultado de imagen para mirando la ciudad
Se lee en el libro, capítulo IV “Ciudad de Dios” de San Agustín, ilustrando sobre la ausencia de justicia: "Sin la justicia, ¿qué son los reinos?... sino execrables latrocinios". El Aquinate, cuenta en su mismo libro,  la siguiente anécdota:

Alejandro Magno preguntó a un pirata que cayó preso: ¿Qué te parece tener el mar sometido al bandidaje?. El pirata le respondió graciosamente: “Lo mismo que a vos, el tener el mundo entero… Sólo que a mí, que como mi trabajo es remar una pobre barca, me llaman bandido, y a vos, por hacerlo con toda una flota, te llaman emperador”.

Si en los Gobiernos no hay justicia, ¿en qué se convierten?…sino en bandas de ladrones a gran escala Y estas bandas, qué son…¡pequeños reinos!. Forman grupos de terrícolas regidos por un “capo”...se alían en pacto mutuo y se reparten el “botín del maletín”.

Para que un "reino" (país, comunidad o Estado no sea ladrón-según san Agustín), es necesario que sea gobernado con justicia. Pero, ¿Qué es la justicia? ¿Cómo se sabe qué es justo en un gobierno? ¿Cómo el gobierno consigue realizar todos los actos justos necesarios para que un país sea bien gobernado y el Estado no sea una cueva de latrocinio? 

A estas cuestiones, un vecino dijo: “Vivimos en comunidad…y todos, gobernantes y gobernados, deben velar y vivir al servicio del bien común. Todo lo contrario a buscar afanosamente solo el bien de unos pocos, práctica que perjudica a la mayoría y ésta, no justificaría su existencia”, agregó.

“Los bienes que el hombre procura para sí no son sólo terrenales, aunque éstos son necesarios (alimento, vestido, vivienda) Hay bienes superiores… el primer derecho del hombre es ser educado para ser “hombre”, desarrollando su vida espiritual, lo más perfectamente posible”, dirá S. Núñez. El progreso de una sociedad se mide por el desarrollo cívico y moral de su gente.

No es fácil analizar aspectos como integridad, patriotismo, honestidad, valores requeridos por una sociedad equitativa al servicio de un país. Los problemas de gobierno son grandes y exigen cordura y madurez. Para gobernar, además de querer, hace falta saber y poder liderar. Candidatarse para gobernar un municipio, departamento o un país repito, No es para cualquiera.

Justicia habrá cuando gobiernen hombres sabios, prudentes y de elevada talla moral. No ladrones, sinvergüenzas e ineptos. Luego, la justicia exige excluir a ladrones, deshonestos y perezosos (py tyryry). Ya no más fauna de tiburones con dientes largos y afilados, sino servidores, no pretores.

No me agrada esta publicación: “Paraguay es el “vicecampeón” en corrupción en Sudamérica, según el índice de la Percepción 2016 divulgado ayer por Transparencia Internacional (...). A nivel mundial, de 176 países, Paraguay se ubica en el puesto número 123 mientras que Somalia (África) en la última posición. (Abc 26.ene.2017) 

Algunas de las definiciones del Monseñor Ricardo Valenzuela, Obispo de CaacupéPidió la presencia de fiscales y jueces valientes: “Es necesario que nuestro fiscales y jueces sean valientes… frente a los deshonestos. La justicia está en su hora más delicada. No es pronta ni es barata. Responde directamente al poder político. Eso es lo que se ve la balanza, que se inclina hacia quien tiene más influencia”.
  
“Necesitamos políticos que busquen el bien común, que no se hagan componendas políticas, y que no prometan cosas que no van a cumplir”. “No pretendan el triunfo y la victoria a base de engaños”. “Los candidatos deben ser honestos, sin antecedentes judiciales y con la familia bien constituida”.

“Y le pedimos a nuestros candidatos que no trunquen los sueños de siete millones de paraguayos”. “Son cruciales para el Paraguay estas próximas elecciones”. “Pedimos que no nos roben la última gota de esperanza”.

Ante el torrente de escándalos (audios y videos) que inunda nuestro “reino guaraní” la ciudadanía se  pregunta qué es lo que está pasando en nuestra sociedad, en la cual, sólo reciben elogios y beneficios los delincuentes que en nombre de la ley, aplastan las normas que debían cumplir y hacerlas cumplir.

Ojalá el próximo gobierno sea un verdadero regalo navideño. El país agradece. ¡Feliz Navidad! 












No hay comentarios:

Publicar un comentario