EN VERSIÓN
PROSTITUIDA
Un joven rico, como el que relata el Evangelio, un día cualquiera de este tiempo posmoderno, se acerca al Santísimo y pregunta a Jesús ¿qué debo hacer para ganar la vida eterna? Jesús le respondió. “Guarda mis mandamientos”.
El muchachito le
dice: “Cumplo con todos ellos Señor”. Jesús responde: “Solo te falta una cosa,
anda y vende tu Samsung Galaxy S7 y el dinero que recaudas dáselos a los pobres. Así tendrás un tesoro en el
cielo”.
El joven
heredero piensa en su aparato de última generación y en todas sus
aplicaciones favoritas que su majestad
el Celu le proporciona. Abatido por la incómoda propuesta del Maestro, se alejó
muy triste. (Mt. 19, 16-26)
Una mente aguda y no muy santa – y como medida de
contrarrestar su angustia porque no quería desprenderse de ningún dinero –
escribió un paralelo de la versión del Salmo 23, ajustado a su “sistema
operativo”:
El “Samsung Galaxy S7” es mi pastor; si el Samsung está conmigo, ya nada me falta. Me hace
sentar, recostar y revolcar en cualquier parte y por el tiempo que sea…me
conduce cada vez más lejos de Dios; debilita mi alma y así me va…
Me guía por
amplias y rápidas avenidas de las redes sociales, donde el sexo y la violencia
sientan sus reales y secuestran la voluntad de una sociedad cada vez más
anónimas, aunque se compite por tener y agregar “miles de amigos”…
Estoy muy
comunicado y al tanto de lo que ocurre en el mundo, en tiempo real, porque el
aparato está conmigo y su alta tecnología me tiene informado. Me estimula con
su pantalla colorida y me hace sentir un poder como el de “gerente general del
universo”.
Grande es mi
expectativa y me siento poderoso porque la “solución de problemas, ya no es
problema”. Así, por ejemplo, si necesito saber cuánto es el resultado de la
suma de 2+2, la solución está a al alcance de mi dedo. Ya no es necesario
quemar neuronas.
Prepara para mi
satisfacción todo tipo de desafíos, unge mi cabeza con ungüentos heréticos. Aunque
Cristo llama a la puerta de mi corazón, atenderé primero las exigencias de la
tecnociencia y luego, tal vez, deje algunos segundos el Celu, para ver quién me
hincha tanto las pelotas”…
El escritor y filósofo italiano, Umberto
Eco, criticó duramente a Internet, en particular, acusó a las redes sociales de
haber generado una "invasión de imbéciles", ya que "dan el
derecho de hablar a legiones de idiotas". La opinión del semiólogo se ha
hecho viral en las mismas redes sociales criticadas.
"Las redes sociales le dan el
derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar
después de unos generosos tragos de alcohol, sin dañar a la comunidad. Ellos
rápidamente eran silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar
que un premio Nobel.
Es la invasión de los imbéciles", según
informa el diario 'La
Stampa'.
El drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo como el
portador de la verdad. "Si la televisión había
promovido al tonto del pueblo, ante el cual el espectador se sentía
superior", el "drama de Internet es que ha promovido al
tonto del pueblo como el portador de la verdad", asegura
Eco.
Dos sentencias
que quizá pueden servir al joven rico: "No
estimes el dinero en más ni en menos de lo que vale, porque es un buen siervo y
un mal amo." Alejandro Dumas, novelista
francés (1802-1870). "Quienes
creen que el dinero hace todo, terminan haciéndolo todo por dinero." (Voltaire).
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