miércoles, 1 de febrero de 2017

EL BIEN COMÚN...


¿CON PRESUNCIÓN DE ÓBITO?

El bien común se concreta se en tres fines: a) El respeto a la persona en cuanto a tal. b) El bien común exige el bienestar social y el desarrollo del grupo mismo. c) El bien común implica la paz, la estabilidad y la seguridad de un orden justo. (Concilio Vaticano II: "Gaudium et Spes").

No confundir el bien común con un bien colectivo, puesto que el bien común mira por igual al individuo que a la colectividad, pero en ocasiones el bien común demanda que el bien particular, ceda ante las exigencias de la colectividad.

El bien común debe redundar en beneficio del conjunto de los ciudadanos, pero no del mismo modo ni en el mismo grado. Han de ser beneficiados los más débiles y los más necesitados. Un trato por igual puede comportar una grave injusticia. Cierto igualitarismo social puede comportar una injusticia social generaliza.

Ante una multitud de fieles a su llegada a México el
14.02.16, el Papa Francisco advirtió que los privilegios de unos pocos llevan a las sociedades a la  corrupción, el narcotráfico (al que se refirió como “una metástasis que devora”) y la violencia, algunos de los males que castigan a la sociedad.

“La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia”, dijo Francisco.

Así las cosas, la convivencia es difícil cuando personas y vecinos no se respetan. Poner la música a todo volumen, lanzar basura a la calle, parar el vehículo sobre la vereda, entre otras “lindezas” de nuestra costumbre guaraní, es un atentado contra el bien común. Es que, hay gente que no sabe vivir en comunidad, sea por ignorancia o prepotencia.

Tampoco faltan quienes cometen el mismo abuso con frecuencia. Arrojan sus desechos en patios baldíos en horas de la noche. Otros, en sus casas queman sus desechos... el dañino humo penetra en el interior de viviendas vecinas. Estos delitos se cometen con total impunidad y desprecio al derecho de los demás. Estúpida excusa al uso: “Estoy en mi casa y hago lo que quiero”…¡Estas conductas hacen de nuestra patria una sociedad enferma, ignorante y putrefacta!

Hace falta entender que “Mi casa no es un "bunker", ni me da derecho a agredir y delinquir”. Verdad es que, puedo hacer lo que quiero, siempre y cuando no cause molestias a los demás.

Los ciudadanos situados en el mismo plano, no pueden ser privilegiados frente a otros, ante el bien común y en la misma escala de valores. Se condenan favoritismos y se defiende la igualdad de oportunidades y de derechos. Este principio condena el tráfico de influencias y mantiene la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.

Dice el Concilio Vaticano II: "Los partidos políticos deben promover todo lo que crean que  es necesario para el bien común; pero nunca es lícito anteponer el propio interés al bien común."

 Por lo tanto, para lograr ambiente de buenas relaciones interpersonales en una comunidad, quienes la conforman deben tener muy claro, que tanto el RESPETO y la SOLIDARIDAD son necesarios valores para que la sabrosa convivencia sea posible. Respeto mutuo entre las personas, las cosas y el medio en el cual vivimos.

Ojalá, desmintamos con nuestra sana conducta, que el Bien Común esté CON PRESUNCIÓN DE ÓBITO. ¡Bendecido año 2017!.

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