Cada vez y con mayor frecuencia la relación de
pareja, basada en la confianza, se rompe para dar paso a la
sombra de dudas y sospechas. La desconfianza, un sentimiento de
inseguridad que dificulta las relaciones.
Dijimos: Educar es cambio de
conducta. Instrucción, en cambio, es
capturar conocimientos de la naturaleza e introducirlos en la bóveda mental. De
ahí el contrasentido: muchos inteligentes, curiosamente cometen
inexplicables torpezas.
Mucha
tinta ha corrido sobre la Familia. El tema hoy es espinoso por dos motivos de
peso:
1º)
Familia, ¿conjunto de extraños
individuos de vínculos efímeros que viven bajo un techo?; y,
2º)
¿Familia tradicional –las que restan -, ¿qué valores maneja?
La
familia es el primer hábitat natural del ser humano: “El humano necesita no
solo una morada donde vivir (puede hacerlo en cualquier otro sitio), pero y
sobre todo, necesita un hogar donde se sienta acogido y comprendido. Fuera de
él las relaciones se hacen superficiales y susceptibles de rechazos e
incomprensiones. El hogar debe ser para el hombre un espacio de libertad. (cfr. Discurso R.Texier UCAP - Agosto 2010)
La historia nos cuenta que tiempo atrás, hemos tenido hombres
sensatos y patriotas que han dirigido
instituciones públicas y el país. Hoy, cualquiera advierte que la situación ha
cambiado… para peor. En primer lugar, la competencia intelectual y moral
de quienes dicen representarnos, se ha “estrellado” contra el fondo del abismo.
Si soy culpable
de violar a una menor y luego asesinarla, pero me declaro no culpable, algún inocente
pagará por mí. Entonces, ¿Qué justicia es esa? ¿Cómo es posible asimilar esta
barbarie? ¿No será esta una de las causas de corrupción, hipocresía y demás
crímenes siempre impunes?
Al
canonizar a ciertos fieles, es decir, al proclamar solemnemente que han
practicado heroicamente las virtudes y han vivido en la fidelidad a la gracia
de Dios, la Iglesia reconoce el poder del Espíritu de santidad, que está en
ella, y sostiene la esperanza de los fieles proponiendo a los santos como
modelos e intercesores (cfr. Concilio Vaticano II, LG.40; 48-51). Un proceso de Canonización sigue cuatro pasos:
El 13 agosto
2015 se registró un acto heroico, el derecho a la vida ha ganado la batalla.
El caso de la niña paraguaya movilizó a organizaciones internacionales, como Amnistía
Internacional. La niña cumplió 11 años en mayo - presuntamente violada y
embarazada por su padrastro - dio a luz en un hospital de Asunción.
Es derroche de palabras hablar de tanta violencia, ensañamiento,
robos, asaltos y la irracionalidad demostrados por los autores de estos
crímenes. Los medios masivos de comunicación no paran de “alimentarnos” con malas noticias. La patria está regada de sangre, dolor y
muerte. Tanta polución informativa - no formativa – nos desvía la mirada hacia
horizontes de esperanzas.
No es fácil sugerir adecuada respuesta,
pues hay diferencias en la manera de percibir y pensar los acontecimientos de
los cuales somos víctimas o victimarios. (Ciertas almas me identifican entre
estos últimos, dígase de paso).
El predicador o charlista, (servidor en
el ministerio de la palabra) debe reunir ciertos requisitos mínimos para
trabajar en el campo de Dios. Ello, porque no trabaja por cuenta propia. Si nos consideran
luz en la calle y oscuridad en la casa y si caemos en la cuenta de que así
somos, debemos revisar con urgencia nuestra conducta como persona, como
cristiano, como esposo, madre, padre, hijo, empleado, etc.
Muchos hombres y mujeres han sido, y
siguen siendo infieles, pero no son muchos los casos en los que el otro se
entera, porque contar la verdad puede costar el final de una relación de muchos
años. Esta aventura o “desliz” es peligroso, porque muchas personas salen muy lastimadas.