¡Vale la pena ser mujer...!
En artículos anteriores ya me he
referido a una enfermedad denominada Feminismo
Irracional, desnudando la ignorancia o mala intención de cierta corriente
feminista. El P. Jorge Loring, S.I, en “Para Salvarte”, p. 464, nos recuerda: “La defensa de los derechos de la mujer
comenzó cuando San Pablo “mandó a los maridos que amen a sus mujeres”. En la
era pagana la mujer no era nada. Fue el cristianismo el que elevó a la mujer de
su estado de ignominia haciéndola reina, festejada, admirada y mimada”.
El “feminismo bien entendido es aquella
cualidad de la mujer por la cual ella se hace atractiva y agradable, y hace
agradable y atractivo todo cuanto la rodea”. Afirma el P. Enrique Mª Huelin. La
mujer tiene cualidades específicas que no debe perder, y deben ser para ella de
gran valor. La familia es el fundamento de la sociedad, y sin verdadera mujeres
no es posible la familia.
Reivindicar los mismos derechos ante la
ley es necesario, justo y urgente. Delante de Dios no hay diferencia ente varón
y mujer. Pero el feminismo revanchista, talibanesco y transnochado, resulta
grotesco. La mujer es mujer y querer ser como el hombre es una aberración, pues
es considerarse inferior al hombre. Y no lo es; es distinta. El varón y la mujer
son diferentes en su cuerpo y en su psicología. La Biblia dice que Dios: Creó
“hombre y mujer”. No “unisex”. La feminidad es gran valor para la mujer.
José Mª García Escudo – diario
ABC-Madrid 11.07.98 – hablando de Lilí Álvarez, gran mujer que triunfó como
deportista (tenis, motorismo, esquí, etc.) y como escritora católica, defensora
de los derechos de la mujer, dice que ella fue una gran feminista, que combatió
el “marimachismo”, pues lo que engrandece a la mujer es ser “muy femenina, no
el masculinizarse” (p.466)
Juan Pablo II, entre otras dice....“La igualdad de derechos de la mujer y el
hombre no debe consistir en su masculinización, en deterioro de los auténticos
valores femeninos” La identidad de la mujer no puede consistir en ser una
copia del hombre; puesto que ella está dotada de cualidades y prerrogativas
propias, que le confieren una personalidad autónoma, que siempre se ha de
promover y alentar.
En teoría, todos los seres humanos,
hombres y mujeres, pueden ser médicos, jueces, taxistas, o futbolistas. Pero
sólo las mujeres pueden dar a luz un hijo. Y esto por biología y naturaleza.
Dios así lo ha hecho. Por eso el hombre y la mujer son distintos corporal y
psicológicamente. Negar esto es imbecilidad. Las feministas irracionales
quieren ser en todo como los hombres. Esto es un grave error.
Y además, con ello demuestran su
complejo de inferioridad. Por eso quieren ser como los hombres. La mujer no es
inferior al hombre. Es distinta. La actriz Nati Mistral dijo en una entrevista:
“Ser
madre es la gloria más grande para una mujer. Hay que respetar al ama de casa
más que a nadie”
¿Hace falta
decir más sobre el punto?
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