¿ACCIÓN SIN CONSECUENCIA?
En ese caso, ese alguien es la conciencia,
sin mencionar que, ante un Alguien mayor todavía: Dios, hay que rendir cuentas
sin ninguna posibilidad de escaparse. El robo, la mentira, el adulterio y demás
males, perjudica a otros y a quien los comete. Somos algo más que una
“carrocería” sostenida por un montón de huesos. Y ese algo más es lo que resulta dañado.