sábado, 15 de mayo de 2021

"HOMENAJE A TODAS LAS MADRES"

 ¡Feliz día mamá…hoy y siempre…!

Todas las madres son especiales, con un sinfín de cualidades que las hace amadas y centro de cada hogar. Así fue María, que con su “hágase en mí según tu palabra (Lc. 1-38), se convirtió en la madre del Salvador. 

Que gran dignidad la de ser escogida por el mismo Dios para ser la Madre de Cristo, su Hijo y salvador de todos los creyentes. Esta es la razón por la cual se venera (no adora) a mamá María, por ser llamada a cumplir un papel fundamental en la redención humana. 

Cada mamá es (salvando excepciones), ejemplo para su familia y para la sociedad, en su modo de vivir y cultivar valores de “saber guardar las cosas en el corazón” (Lc. 2, 51), de vivir una vida de pureza sin tacha, de prudencia, de obediencia a la Palabra de Dios. 

Rabindranath Tagore expresa este homenaje a la madre:

¿De dónde venía yo cuando me encontraste? -preguntó el niño a su madre. Ella, llorando y riendo, le respondió apretándolo contra su pecho: 

-Estabas escondido en mi corazón, como un anhelo, amor mío: estabas en las muñecas de los juegos de mi infancia, y cuando, cada mañana, formaba yo la imagen de mi Dios con barro, a ti te hacía y te deshacía; 

Estabas en el altar, con el Dios del hogar nuestro, y al adorarlo a Él, te adoraba a ti; estabas en todas mis esperanzas, y en todos mis cariñosHas vivido en mi vida y en la vida de mi madre, tú fuiste creado siglo tras siglo, en el seno del espíritu inmortal que rige nuestra casa. 

Cuando mi corazón adolescente abría sus hojas, flotabas tú, igual que una fragancia, a su alrededor; tu tierna suavidad florecía luego en mi cuerpo joven como antes de salir el sol la luz en el Oriente. 

Primer amor del cielo, hermano de la luz del alba, bajaste al mundo en el río de la vida y al fin te paraste en mi corazón…  

Qué misterioso temor me sobrecoge al mirarte a ti, hijo, que siendo de todos, te has hecho mío. ¡Y qué miedo de perderte! ¡Así, bien apretado contra mi pecho! ¡Ay! ¿Qué magia ha entregado el tesoro del mundo a mis frágiles brazos?...Y agregó: 

Cuando te traigo juguetes de colores, niño mío, entiendo el tornasol del agua y de la nube y entiendo por qué un hada pinta las flores por la noche y entiendo el arco-iris sobre el campo y el nácar en la playa de la luna: cuando te doy juguetes de colores. 

Cuando canto para que bailes, mi niño, sé por qué la música plateada del viento entre las ramas y el coro de las olas alrededor del mundo y la cadencia de la luz sobre las hojas: cuando canto para que tú bailes. 

Cuando en tus pequeñas manos ávidas pongo dulces y golosinas, comprendo para qué la miel en el cáliz de la flor y para qué la savia azucarada que en secreto madura la fruta, como el amor un corazón: cuando pongo dulces y golosinas en tus pequeñas manos ávidas. 

Cuando abrazo tu cara de jazmín y canela para hacerte sonreír, mi niñito querido, comprendo la dicha que se extiende por el cielo límpido de la mañana y la delicia en que la brisa de verano envuelve mi cuerpo y la onda del trigal al medio día: cuando te abrazo para que sonrías.

Y los esposos, podríamos sumarnos diciendo: ¡Feliz día de las Madres, querida esposa!. “¡Doy gracias a Dios por el día en que me diste el sí en el altar; cuando diste a luz a nuestros hijos y por tantos años juntos. ¡Lindo día sea contigo, hoy y siempre!”.

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