martes, 29 de septiembre de 2020

¡ME HACE SENTIR BIEN!

                                         
El querido primo hermano Tony es quien no está ahí, solo para pasarla bien. Es de los que te “bancan” en momentos duros de la vida. Mi “dilatada pubertad” asegura que Tony no te dejará cuando las “papas queman”. A él debo el título: “Me hace sentir bien”.

El aprecio crece cuando nos reunimos recordando divertidos o complicados recuerdos de infancia. El afecto es especial porque somos familia, un vínculo para siempre. Por algo dice un adagio: “Un primo es alguien que entra cuando el resto del mundo sale”.

Un tema siempre abordado es: ¿Por qué ser gente buena y ética, por qué hacer el bien? Tony responderá: porque “me hace sentir bien…me siento bien”. En efecto, estudios demuestran que es satisfactorio realizar buenas acciones. ¡Dios es el bien supremo!.

El generoso es sensible a las necesidades de los demás. Aunque los macedonios tenían grandes pruebas de infortunios, compadecían a los necesitados. El generoso no es débil-tonto...“Sin temer a las privaciones…ayudaron a los hermanos” (2 Cor 8, 4-6) ¡Pablo no era vyro, era valiente, como pocos hombres!

Se trata de compartir. Muchos tienen en exceso, mientras que a otros -sin culpas- les falta todo. ¡La historia no registra un generoso haya quedado en ruina, por ser solidario!.

 Ni le sobró al que había recogido mucho, ni le faltó al que había recogido poco” (2ª Cor. 8:15). Ingratitud es olvido y desprecio a quienes nos ayudan y están con nosotros en el dolor. El ingrato ignora los favores recibidos. Así, rindo homenaje de gratitud a Tony.

También saludo a los demás primos hermanos descendientes de aquellos titanes de la solidaridad, pauta de trabajo honesto, los abuelos María J. Espínola y José G. Viedma.

Tony es uno de quienes hacen posible que estemos llegando a diez años del programa radial, “Sembrando Valores”, (Red de Comunicación "El Verbo" 101.3 FM - 1190 AM).

Iniciamos esta tarea motivados por la esperanza de que se puede hacer lo aparentemente imposible, estimulando a despertar nuestra apática conciencia ciudadana, intentando construir una mejor sociedad: en el sentido de “hacer el bien y evitar el mal.

Coherentes con la idea, no nos cruzarnos de brazos esperando el fortuito acontecer, sino, diciendo y haciendo, en los tres frentes donde se desarrolla la vida: a) En la conciencia personal, b) En la familia, c) Fuera de casa, en ámbitos académicos, culturales y laborales.

Iniciamos la tarea, convencidos que “a pesar de todo, hay en el hombre más cosas dignas de admiración que de desprecio; que da más fuerza sentirse amado que creerse fuerte; que solo se posee lo que se regala”…porque sabido es que:

 El hombre es manifiestamente mejorable.

 Gratitud a los oyentes por comportarnos, soportarnos y no deportarnos”, al decir del hermano en la fe Carlos Díaz H. Por consiguiente, lo mejor que posee Sembrando Valores” es su AUDIENCIA.

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