jueves, 24 de septiembre de 2020

¡LA GRACIA PERDIDA...por un "plato de lentejas"!

                                      
En el Antiguo Testamento, Gracia significa, una actitud generosa de bondad gratuita por parte de Dios. Esaú era el hijo mayor del patriarca Isaac y de Rebeca. Era, por tanto, hermano de Jacob, antepasado legendario de los israelitas.

La expresión “venderse por un plato de lentejas” indica que una persona ha malvendido alguna cosa importante o incluso, traicionado a alguien o sus principios a cambio de un bajo precio. De este pasaje bíblico surge la expresión “venderse por un plato de lentejas”.

Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué me servirá la primogenitura? Y vendió a Jacob su primogenitura. Jacob dio a Esaú pan y un plato de  lentejas; y él comió bebió, y se fue. Así menospreció Esaú su primogenitura. (Gen. 25:32-34)

Eso pudiera suceder en nuestra vida cristiana.  Si ignoramos acerca de las bendiciones la cambiaremos por cualquier cosa de este mundo:

No amen al mundo, ni las cosas del mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Todo lo que hay en el mundo, deseos de la carne…proviene del mundo. Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. (1ª Juan 2:15-17)

¿Cuántos hoy, por cualquier vyroreí, canjean su “cuenta corriente” en el banco celestial?

Es decir, nuestros valiosos y eternos derechos igual que Esaú, ¡por querer más, tener más, sobresalir y competir a como dé lugar en este “valle de lágrimas”!

Muchos solo viven el “aquí y ahora”, sin planificar su día siguiente. Dicen: Comamos y bebamos, porque mañana moriremos (1Cor. 15:32) Viven solamente para hacer el mal.

Rechacemos el plato de lentejas aromadas por las “4 pes” que nos hacen perder el Paraíso: Poder, placer, plata y prestigio, herramientas que mal entendidas y utilizadas, originan una quinta «,  la del Pecado causante del dolor y miseria humana. Veamos:

* EL dios” Poder"Vivimos en una cultura del descarte porque el “dios poder” manda.

El resultado está a la vista: Moralidad rotosa llena de ambición y de codicia, gobernados y gobierno en un país a la deriva. ¿Cuántos debemos arrepentirnos de este pecado?

* El “dios” PlacerHay que reconocer que el placer acogota. Negarlo sería tonto. ¿Quién se niega a pasarla bien? ¡Hay tantos placeres seductores: de los ojos, del paladar, de los genitales. ¿Es malo el placer? No. Es malo cuando somos esclavos del placer.

* El “dios” Plata-dinero: Se dijo: Ese "poderoso don dinero", cupido de la codicia, es diabólicamente seductor, y en sus trampas cayeron hombres de todos los tiempos. “De un corazón corrupto llega la traición como la de Judas que traiciona a Jesús”.

¿Cuántos ladrones mbareté-pokaré, adúlteros, contrabandistas, corruptos, violadores, compradores de conciencia y vendedores de sentencias, etc…pueblan nuestra enanizada sociedad?  Y ¿Cuántos políticos y no políticos, debemos arrepentirnos de estos pecados?

* El “dios” Prestigio: un prestigio social ganado por algún valioso aporte a la comunidad, es aceptado con complacencia y gratitud. Pero, la exaltación exagerada del propio “yo”, indica a gente insaciable de delirios de grandeza, ignorando al mundo que lo rodea.

¿Cuántos políticos y no políticos, debemos arrepentirnos de este pecado?

Recordemos, No es lícito, ni aún por razones gravísimas, hacer mal para conseguir el bien". Sólo lograremos descartar la cultura del “descarte” si descartamos a los dioses de las 4P´s.

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