¡PARA SER LIBRES!
¡TÉRMINO DESAGRADABLE!
Sinónimos: docilidad, sujeción, acatamiento, sometimiento, disciplina, respeto.
Obediencia es la actitud de acatar órdenes, reglas o comportamientos,
un valor muy importante para las buenas relaciones y la
convivencia humanas. En sentido estricto, obediencia se refiere a
cumplir y aceptar la voluntad de una autoridad. Dicen ciertos entendidos que hay tipos de
obediencia:
- Obediencia heterónoma, se da con
respecto a otra persona y se produce una renuncia a la propia autonomía. (Pastor,
Coordinador, Padres, Líder, etc.
- Obediencia autónoma, cuando se
obedece a la voz de la propia conciencia: Ej. Hago una tarea por un bienestar común, aunque
nadie me obligue.
- Obediencia a la autoridad, es obediencia a
las normas para mantener el orden social. - Obediencia a la autoridad suprema, a Dios.
"Obedecer
es aceptar, acatar o cumplir, la voluntad de una autoridad, en este caso
podrían ser nuestros padres, familiares, jefes de trabajo, maestros"
Beneficios de la obediencia: Se obtiene buena
reputación como persona. La obediencia va ligada a la responsabilidad y al
respeto. Si somos obedientes autónomos, lograremos estabilidad en todos los aspectos
de la vida, siempre y cuando seamos íntegros.
En caso de no estar de acuerdo con el Pastor,
Coordinador, Líder o Jefe, el cristiano tiene la siguiente recomendación:
1 Timoteo 5:19 dice que una acusación
contra un dirigente debe tener más de un testigo. Si nos encontramos que
nuestro pastor actúa mal, hay algunos pasos que tenemos que seguir, con el fin
de resolver el problema. Mateo 18:15 – 20 aborda esta cuestión:
1. Asegurarse de tener todos los datos
correctos.
2. Ir primero junto al líder y
manifestarle que hay insatisfacción con
él.
3. Si el pastor o líder no es capaz de explicar cómo o por qué las cosas se han
dicho o hecho, vete a otro líder de la iglesia. Explica la situación y por qué
crees que es un error.
Es decir, tomar las enseñanzas de Jesús:
Si tu hermano peca, repréndelo a solas. Si te hace caso, has salvado a tu
hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el
asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos.
Si no les hace caso, díselo a la
comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un
pagano o un publicano. (Mt. 18, 15-17)
La corrección fraterna es actitud de
delicadeza, prudencia, humildad, atención hacia quien cometió una culpa.
Para tener en cuenta. En
Hechos 4:19,20, 5:29 Pedro y Juan dicen: decidan ustedes a quien es permitido obedecer
a Dios o a ustedes. No podemos quedarnos callados sin decir lo que hemos
visto y oído. Más Pedro con los otros Apóstoles respondieron: Tenemos que obedecer a Dios antes que a los hombres.
Finalmente, el Salvador nos enseña no
sólo por qué la obediencia al Padre Celestial es importante,
sino también cómo podemos ser obedientes:
*Aunque preguntó si la copa podía
pasar de Él, se sometió al sufrimiento en el jardín de Getsemaní. (Mt.26-36) * Guardó el día de reposo y asistió a
los servicios en la sinagoga. (Lc. 4, 16)
*Jesús se sometió a ser juzgado para que la obra y la gloria del Padre se llevara a cabo. (Mt. 26, 53)
Hay una “esclavitud”
que libera, y hay una libertad que esclaviza. La esclavitud que libera nos enseña S. Luis María Grignion de Montfort. Es la «esclavitud de amor» como la de María, mamá de Jesús. ¿Qué más decir?
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