¿MITAD BESTIA - MITAD ANGEL?
¡Por qué pio así loo!...fue la expresión de alguien que vio el título de este comentario. “Es descripción que hace José María Arizmendiarrieta en “El hombre cooperativo” sobre la conducta humana…respondí….
El hombre es un ser muy complejo, mezcla
de ángel y bestia, en cuya conducta influyen factores de naturaleza tan
irracional que sus reacciones son a veces, imprevisibles.
Es hombre: único ser que practica el
suicidio. Se perjudica a sí mismo, se lanza por caminos sabiendo que le llevan
a su propia ruina, es el único animal que bebe después de saciarse, come
después de hartarse y habla sin tener nada que decir.
Es un ser débil, voluble, que sin
aparentes razones cambia su postura y sus principios. Todos llevamos dentro un
dictador camuflado, aunque presumamos de demócratas; en nosotros hay agazapado
un egoísta, cuya habilidad consiste precisamente en detectar actitudes egoístas
en los demás, incluso donde no las hubiere (358).
¿Qué es el hombre: “Un ser imperfecto.
Un ser perfectible, cuyo destino no es contemplar, sino transformarse a sí
mismo y a cuanto le rodea. No está en el mundo para ser turista, ni para
conformarse con lo que es, sino para “realizarse,
potenciarse, progresar, evolucionar”. (359)
Entre tantos aspectos por lo que el
hombre se diferencia del animal mono, existe uno al que podríamos llamarlo la
“ley de la vida”. El mono adquiere su plenitud al poco tiempo de nacer y
permanece estable. Su ley, es la estabilidad. El hombre tiene vocación de
progreso, desarrollo continuo, su ley es perfección en lo material, intelectual
y espiritual.
Si el hombre como tal es “tóxico”, no
por ello tenemos derecho a eliminarlo, a sujetarlo por la fuerza, a
desentendernos de él. Debemos aceptarlo tal cual es y asociar nuestro esfuerzo
con el suyo para elevarle. Esa es sublime tarea de todo hombre de bien. (360)
Reconocer las deficiencias humanas no es
motivo para la resignación. El hombre nada encontró en la tierra a su medida y
gusto. Pero, tiene inteligencia, voluntad y libertad para satisfacer sus
necesidades. Luego, no tiene motivos para quejarse de su suerte. Si quiere
puede ser soberano y artífice de un orden que le satisfaga.
El hombre, hoy más que nunca, está
sometido a una dura lucha entre los instintos y la razón, entre el egoísmo y la
generosidad, que lo obligan a su conversión: reflexión y racionalidad es lo que
acredita al hombre, no el instinto; es la solidaridad, no el egoísmo.
Paradoja: Se presume de profesar
cristianismo sin Cristo, presume de humanismo sin el hombre, o de patriotismo
sin hacer nada por la patria. Sí se aprovecha de lo ajeno, con beneplácito
“humanista y patriótico”. “Es hora de que los tiburones de dientes largos y
afilados abandonen dobles discursos y conductas y se entreguen a nobles
ideales”….
No olvidemos, apunta Arizmendiarrieta,
que el hombre vale lo que pesa, lo que mide su corazón más que lo que abarca o
alcanza su inteligencia. Moralmente, íntimamente, el hombre vale
lo que vale aquello que ama.
Nadie ignora que ante un mundo roto,
despedazado; ante el caos, ambición desmedida y corrupción, no queda otro
camino que retornar a los principios éticos y cristianos. La razón humana débil
y enferma necesita creer en Dios, porque creer sólo en el hombre, es seguir
hundidos en el abismo de la nada.
Hay terrícolas con exceso de delirio y
egoísmo que ciegan su entendimiento, endurecen el corazón, siendo capaces de
las más reprochables conductas, y quizá hasta ¿crímenes?..
Esta explosión de egoísmo y delirio por
la libertad del hombre, como valor supremo, ilimitado y sin condiciones, hace
que la verdad y la ley queden supeditadas a aquel. El hombre se sitúa por encima
de todo. La Constitución y las leyes tienen la misma utilidad
que muleta de cera en el asfalto caliente.
A pesar de todo, con renovadas
esperanzas, feliz día de la Patria, 14.05.2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario