sábado, 9 de julio de 2016

¡ES POSIBLE SER HONESTO HOY!...

¿CÓMO?

¿Alguien puede afirmar con honestidad que ignora, algunos de los siguientes ejemplos tan sencillos y rutinarios?: Que, si somos testigos de un robo o accidente, manifestar ante el policía o el juez que el acusado injustamente, es inocente, es decir, que contemos las cosas tal como son; rendir un examen sin copiar ni “ayudar” al otro, en ausencia del profesor…

Comprar un producto a menos de la mitad de su costo, pudiendo ser cómplice de un robo; si el prójimo se equivoca al darnos el vuelto, hacérselo saber y no quedarnos con ese dinero, que no nos corresponde; no hacer leer la letra pequeña a quien está por firmar un contrato; no está bien robar agua o energía eléctrica del proveedor público o privado; no comprar películas, videojuegos u otros productos ilegales.

Pagar en tiempo y forma las obligaciones contraídas, en vez de esconderse del acreedor; tener la honradez de no aceptar trabajos que no vamos a poder cumplir, por falta de tiempo o de capacidad; no hacerse el desentendido (ñembotavy) para evitar pagar el costo del boleto del transporte colectivo; denunciar a donde corresponda si un medio de transporte público no está en condiciones técnicas, constituyendo serio peligro para los usuarios.

Informarle a un paciente los riesgos que corre antes de someterse a una operación; no recetar remedios ni estudios que la persona no necesita (médicos); clausurar los locales que no cuentan con las condiciones de seguridad respecto de incendios (inspectores); Y la extensa lista puede seguir…

Todo lo dicho y lo no dicho, es harto sabidos por cualquiera. ¿Por qué nos cuesta llevar a la práctica? Aquí me parece pertinente formular una pregunta: ¿Podemos ser honestos, íntegros, es decir, buenas personas sin Dios?  No faltan quienes se jacten de que pueden ser perfectamente buenas personas sin Dios, es decir, sin necesidad de la amenaza de algún Ser todopoderoso castigador por cometer mal.

Entiéndase a Dios como ser metafísico (Yahvé, Cristo, Alá, Brahma, Vishnu, Buda), Justo, Misericordioso, Bondadoso. Conocemos musulmanes, judíos, budistas, hindúes y personas de cualquier creencia religiosa que son honestas, trabajadoras, es decir, buena gente. Ello porque su Dios es fuente de amor, misericordia y bondad.

Los cristianos luchamos por ser mejores con la ayuda de Dios, porque sabemos que por sí solos, y por mucho empeño que pongamos, nuestra naturaleza caída nos incapacita a generar bondad para auto-redimirnos.

Es de apuntar que la creencia en Dios no garantiza que una persona vaya a ser moralmente mejor que los no creyentes. Pero también hace falta comprender que, un buen cristiano supone gran esfuerzo y negaciones, pero fundamentalmente, la bondad recibimos por gracia de Él. (no por méritos nuestro).

Dicho de otro modo: las personas no tienen que creer que Dios existe para ser buenas personas, pero sin existir Dios no habría tal subido valor como la bondad. Luego, si alguien es bueno, es porque Dios instaló en aquél, el virus de bondad (aunque no lo crea). La misericordia de Dios opera en el hombre, a pesar del hombre.

Es que, no podemos ser buenos sin Dios, simplemente porque no puede haber fundamento para la bondad sin Dios. Solo Dios es Amor y supremo Bien. ¿Cómo podemos determinar si algo es bueno? ¿Quién tiene la autoridad para determinar qué es bueno o lo qué no lo es?  ¡Solo Dios!, a menos que alguien se sitúe por encima del Creador.

Con Dios todo es posible para el hombre, sin Él nada. Por consiguiente, ¡Es posible ser honestos hoy!...si queremos... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario