¿¿POR QUÉ RESULTA
FAMILIAR ESTE ARTÍCULO…??
Dice el
comentario de José Luis Moronta Serrano (barrigaverde.com.do -7 de Enero de
2016): “Cuáles son los requisitos para ser miembro de un partido político del
sistema? ¿Cuáles características distinguen a un político durante el desempeño
de un cargo público? ¿Qué criterio es necesario observar para ascender dentro
de la estructura de un partido político?
El objetivo principal de un partido
político, en cualquier parte del mundo, es alcanzar el poder, pero en el caso
de República Dominicana podríamos añadir que ese objetivo se trata de conseguir
como sea, sin escatimar medios ni nada, bueno o malo, que conduzca al anhelado
fin de apoderarse del Estado durante cuatro años.
Está más que demostrado que en el
quehacer político tradicional no se “necesitan” los más reputados
profesionales, ni los más convencidos moralistas, ni las más reconocidas
honestidades, ni las mentes más lúcidas, ni los prestigios más bien ganados,
puesto que quienes exhiben al menos una de esas características, o virtudes,
con el tiempo se convierten en un obstáculo para el partido que gobierna.
Lo que realmente se necesita, según
puede observarse en la práctica, para pertenecer a un partido político del
sistema es carecer de cualquier tipo de pudor, además de una ausencia total de
criterio y un desconocimiento radical de las obligaciones y responsabilidades
ante la sociedad.
Podríamos añadir, también, que quien
milite en una organización tradicional debe exhibir en grado sumo la “cualidad”
de decir y prometer cosas completamente distintas de las que hace durante el
ejercicio de los cargos desempeñados.
Ser político, en República Dominicana,
equivale a ser mentiroso, ladrón, deshonesto, simulador, corrupto, sin
escrúpulos y perverso. El político que desempeña un cargo no tiene amigos, pues
estos son sustituidos por los cómplices de éstos. Los políticos no hacen favores, sino que
cobran servicios a cambio del pago de porcentajes que van desde el diez hasta
el treinta y cinco por ciento.
Los políticos acuden a los servicios
religiosos para simular una fe que no tienen, mientras que en su vida “secreta”
se entregan a las pasiones más bajas y a perversiones dignas de Sodoma y
Gomorra. Se confiesan con Dios, pero comulgan con el diablo.
Sólo se acuerdan de los pobres cuando
éstos pueden servir a sus fines (cuando hay elecciones, por ejemplo). Cuando
suceden casos que escandalizan a la sociedad, siempre hay políticos implicados,
como virus que se expanden por todo el cuerpo infectado.
¿Está el pueblo dominicano destinado a
elegir políticos corruptos para que sigan haciendo lo que siempre hacen?
Desgraciadamente, fruto de la deficiencia educativa y del control mediático
ejercido sobre una gran mayoría, parece que no cambiará por ahora”.
Por cuestión de espacio, y pensando en
mi país, ya no me resta sino preguntar: ¿por qué catalogamos a los políticos
como pestilentes abortos sociales?, “¿de dónde salieron estos políticos?. Con certeza no nos ganamos
en la lotería ni cayeron del cielo, ni fueron fabricados en laboratorios. Los políticos tienen una familia, viven
en un barrio, fueron a nuestras escuelas y colegios, otros pertenecen a nuestras
iglesias.. ha amó hapópe, ¿no es algún pariente cercano mba´é al que criticas?
No estoy defendiendo la
corrupción ni el caos establecido. Simplemente hago dos últimas preguntas: Si
tenemos sucios políticos con conciencia averiada, corruptos, mbareté-pokaré
¿qué porcentaje de culpa tienes por
tener como representante una peste social? No tengo el placer de conocer República Dominicana, pero envío a su gente mis mejores sentimientos de afecto y deseos de bienestar y
paz.
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