lunes, 23 de marzo de 2015

LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD.....

¡CUÁNTOS CRÍMENES SE COMETEN EN TU NOMBRE!

La señora  Marie-Jeanne Roland no se había cansado de denunciar los abusos del régimen del Terror en su país (Francia). Naturalmente, como se manifestaba contra las injusticias cometidas, fue guillotinada un 8 de noviembre de 1793. Cuenta la historia que, mientras subía al patíbulo, pronunció la frase que la haría famosa: “¡Oh Libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre!”…

El vocablo libertad – al parecer – es el término más pronunciadas desde la Revolución francesa, por todos: políticos, profesores, periodistas, estudiantes, etc, puesto que para el humano es lógico, deseable y bueno ser libre.

Toda persona privada de su libertad, desea ser libre, y quienquiera que goce de libertad, no tolera que se le prive de ella. Luego, la libertad es considerada sumo bien común y derecho humano.

Preguntas: ¿La libertad es un valor absoluto? ¿Debe el hombre poseer libertad plena?.  No pocos piensan que sí, porque cuando el hombre goza de plena libertad –dicen – actuará de manera correcta. Así justifican la libertad de niños y adolescentes para – ndajé - no “frustrar” su capacidad creativa o sus “originalidades….”

La experiencia desautoriza ese modelo de libertad. Por el contrario, se ve hasta el hartazgo que muchos, con total libertad, acaban abusando de ella, esclavizando a los más enclenques, privando de libertad a los demás, en nombre de la de uno mismo.

Las normas existen precisamente porque, la libertad sin límites, atropella derechos de terceros, tornándose destructiva, provocando sufrimientos. Aquí el contrasentido: “Nadie puede obligarme a hacer lo que no quiero, como tampoco, que nadie me impida hacer lo que quiero”. ¿Si soy libres para dañar, qué libertad es esa?. Conclusión, la libertad no es un valor absoluto.

La verdadera libertad consiste en hacer todo, siempre que no perjudique al otro. Por tanto, el “me gusta y quiero” no vale como criterio y norte de conducta. Hoy, más que nunca, advertimos que los adolescentes – cubiertos por el “edredón de la hipocresía jurídica-social” - rechazan a padres, maestros, autoridades, incluida, que les digan lo que tienen que hacer. Se consideran “victimizados, discriminados”…

Hablando de libertad…¿cuánto dolor, sufrimiento y muertes ya causaron quienes gozan de “medidas sustitutivas” o “libertad condicional”?, ¿Cuántos hogares paraguayos están siendo enlutados diariamente por este sistema de “libertad”? ¿Cuántos más todavía deben morir para modificarse este desorden establecido?

Para reflexionar, dos adagios: a) “Somos gente extraña; nos pasamos la vida haciendo cosas que detestamos, con el fin de ganar dinero, para comprarnos cosas que no necesitamos, e impresionar a personas que no nos caen bien. Muy frecuentemente nos olvidamos de que la felicidad no llega como resultado de obtener algo que no tenemos, sino al reconocer y apreciar lo que ya tenemos”. (Khalil Gibran).

b) “Libertad no es la ausencia de compromiso, sino la capacidad de escoger y comprometerte con lo que es mejor para ti.” (Libro El Zahir).

                   ¡Oh Libertad… cuántas estupideces se cometen diariamente en tu nombre!. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario