¿OTRA "PERLA" SODOMÍTICA-GORROMINA?
A finales de los años 1950 en Londres
comenzó a utilizarse el término "rave" (en castellano, literalmente,
"delirar") para describir las "fiestas bohemias salvajes", y que el frenesí no termine nunca. Es decir, una forma de
describir cualquier fiesta salvaje, en general.Estudios e informaciones
reveladas así lo confirman.
El miedo que este tipo de fiestas –
precisamente por su salvajismo - fuera asociado a un incremento en el consumo
de drogas como éxtasis, cocaína, anfetaminas, llevó a las
autoridades londinenses a prohibir este tipo de fiestas utilizando ese
pretexto. Los políticos comenzaron a multar a cualquiera que asistiera a las
fiestas ilegales, llevando las actuaciones policiales a que estas fiestas
pasaran a desarrollarse en zonas rurales.
Como vemos, el mal no es nada nuevo ni
raro. Ni corto ni perezosos, ñande
estiloitepe, incorporamos a nuestras vidas, toda y cualquier basura foránea,
como si las nuestras, ya no bastaran. Terminaba mi artículo anterior criticando
el “juego de la asfixia”, que adoptamos como nuevo becerro de oro… y al día
siguiente, los noticieros informan que, también, andamos ligeros con las bacanales
electrónicas y sus “perlas”. ¡Ha Ñande jeyma!.
¿Qué es
Mental Paraguay?. El diario Extra Press del 27.03.15 - entre otros – dice: Uno
de los grupos que se encarga de organizar estas fiestas es “Mental Paraguay”.
Como no tienen local propio, alquilan salones de eventos para reunir a la
multitud joven y traer a DJ internacionales.
La
promoción de sus eventos la realiza a través de las redes sociales, según se
puede comprobar en su cuenta de Facebook. Las entradas van de 50.000 a 70.000
guaraníes, pudiendo ser adquiridas a través de la red El Ticket. (….) La semana
pasada se realizó una de las fiestas convocadas por Mental, que tuvo un trágico
final: Eduardo Ríos (21) falleció a causa de un edema pulmonar, aparentemente
por mezclar droga con alcohol.
Pregunto: ¿Estamos condenado a que el “terrorismo
cultural” foráneo nos aplaste y carcoma? ¿La muerte de un chico…qué? ¿Quién se
hace responsable?. Recordemos con Dotoyeski que todos somos responsables de
todo – padres, autoridades, maestros, etc,- pues una responsabilidad que cedemos
a otros ya no es tal. Y nuestra responsabilidad es, en este punto, no hacer paraísos
de gustos descabellados, sobre cementerios sociales, ni cementerios sociales sobre paraísos desatinados,, parafraseando a Carlos Díaz.
¿Vale la pena una farra si ésta se cobra
una vida humana? ¿Vale la pena el indecente como criminal “bautismo” de
egresados, si el bautismo que es vida, termine en muerte? ¿Cuándo nos redimiremos de
nuestro Egomensura, es decir: Yo soy la medida de mis actos; yo soy mi
único tribunal…¿es la causa de este colosal despropósito en nombre de
“a mí me gusta”…¿hasta cuándo?
Para recomponer
nuestra fracturada existencia y chatura cívica, ¿tendremos alguna vez la
valentía y sinceridad de decir con Rovirosa?: “Mi suciedad congénita, que me lleva como a los cerdos a revolcarme en
la primera charca putrefacta que me encuentro, o en la propia inmundicia que yo
mismo me fabrico, sin descanso y sin medida. Sí, yo no sé ni puedo limpiarme
por mí solo”.
No es la fiesta en sí
condenable….lo inaceptable son sus consecuencias. Aprendamos también tantas
cosas buenas que aporta la civilización: aseo, respeto a las normas,
puntualidad y demás reglas sabrosas de convivencia humana y que tanta falta nos
hace.
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