sábado, 28 de marzo de 2015

¡FIESTAS ELECTRÓNICAS......!

¿OTRA "PERLA" SODOMÍTICA-GORROMINA?

A finales de los años 1950 en Londres comenzó a utilizarse el término "rave" (en castellano, literalmente, "delirar") para describir las "fiestas bohemias salvajes",  y que el frenesí no termine nunca. Es decir, una forma de describir cualquier fiesta salvaje, en general.Estudios e informaciones reveladas así lo confirman.

El miedo que este tipo de fiestas – precisamente por su salvajismo - fuera asociado a un incremento en el consumo de drogas como éxtasis, cocaína, anfetaminas, llevó a las autoridades londinenses a prohibir este tipo de fiestas utilizando ese pretexto. Los políticos comenzaron a multar a cualquiera que asistiera a las fiestas ilegales, llevando las actuaciones policiales a que estas fiestas pasaran a desarrollarse en zonas rurales.

Como vemos, el mal no es nada nuevo ni raro. Ni corto ni perezosos, ñande estiloitepe, incorporamos a nuestras vidas, toda y cualquier basura foránea, como si las nuestras, ya no bastaran. Terminaba mi artículo anterior criticando el “juego de la asfixia”, que adoptamos como nuevo becerro de oro… y al día siguiente, los noticieros informan que, también, andamos ligeros con las bacanales electrónicas y sus “perlas”. ¡Ha Ñande jeyma!.

¿Qué es Mental Paraguay?. El diario Extra Press del 27.03.15 - entre otros – dice: Uno de los grupos que se encarga de organizar estas fiestas es “Mental Paraguay”. Como no tienen local propio, alquilan salones de eventos para reunir a la multitud joven y traer a DJ internacionales.

La promoción de sus eventos la realiza a través de las redes sociales, según se puede comprobar en su cuenta de Facebook. Las entradas van de 50.000 a 70.000 guaraníes, pudiendo ser adquiridas a través de la red El Ticket. (….) La semana pasada se realizó una de las fiestas convocadas por Mental, que tuvo un trágico final: Eduardo Ríos (21) falleció a causa de un edema pulmonar, aparentemente por mezclar droga con alcohol.

Pregunto: ¿Estamos condenado a que el “terrorismo cultural” foráneo nos aplaste y carcoma? ¿La muerte de un chico…qué? ¿Quién se hace responsable?. Recordemos con Dotoyeski que todos somos responsables de todo – padres, autoridades, maestros, etc,- pues una responsabilidad que cedemos a otros ya no es tal. Y nuestra responsabilidad es, en este punto, no hacer paraísos de gustos descabellados, sobre cementerios sociales, ni cementerios sociales sobre paraísos desatinados,, parafraseando a Carlos Díaz.

¿Vale la pena una farra si ésta se cobra una vida humana? ¿Vale la pena el indecente como criminal “bautismo” de egresados, si el bautismo que es vida,  termine en muerte? ¿Cuándo nos redimiremos de nuestro Egomensura, es decir: Yo soy la medida de mis actos; yo soy mi único tribunal…¿es la causa de este colosal despropósito en nombre de “a mí me gusta”…¿hasta cuándo?

Para recomponer nuestra fracturada existencia y chatura cívica, ¿tendremos alguna vez la valentía y sinceridad de decir con Rovirosa?: “Mi suciedad congénita, que me lleva como a los cerdos a revolcarme en la primera charca putrefacta que me encuentro, o en la propia inmundicia que yo mismo me fabrico, sin descanso y sin medida. Sí, yo no sé ni puedo limpiarme por mí solo”.

No es la fiesta en sí condenable….lo inaceptable son sus consecuencias. Aprendamos también tantas cosas buenas que aporta la civilización: aseo, respeto a las normas, puntualidad y demás reglas sabrosas de convivencia humana y que tanta falta nos hace.

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