Un día cuando mis hijos estén crecidos para entender la permisiva irresponsabilidad de los padres de hoy, quisiera yo decirles 7 cositas, que enviaron a mi correo hace años:
1. Por que les amamos mucho, les preguntamos a dónde van y a qué hora regresan.
2. Por que les amamos mucho, no nos callamos y les hicimos saber - aunque no les gustara - que aquel nuevo “amigo” no era buena compañía.
3. Por que les amamos mucho, les hicimos pagar las golosinas que tomaron del almacén, y hacerles decir al dueño: “Nosotros tomamos esto ayer y queremos pagar”.
4. Por que les amamos mucho, hemos permanecido en pie junto a ustedes, dos horas mientras limpiaban su cuarto, tarea que nosotros habríamos hecho en 15 minutos.
5. Por que les amamos mucho, les hemos dejado, ver además del amor que sentíamos por ustedes, la decepción y también las lágrimas en nuestros ojos.
6. Por que les amamos mucho, les dejamos asumir las responsabilidades de sus acciones, aún cuando las penalidades eran tan duras que nos partían el corazón. Y;
7. Ante todo, por que les amamos mucho, dijimos NO, cuando sabíamos que ustedes podrían odiarme por eso (y en algunos momentos sé que me odiaron).
Esas eran las batallas más difíciles de todas. Estamos contentos, vencimos!…porque al final...ustedes ganaron también! Y cualquiera de estos días, cuando nuestros nietos hayan crecido y ellos les pregunten si sus padres eran malos, nuestros hijos les dirán:
“Sí, nuestros padres eran malos. Eran los padres más malos del mundo. Los otros chicos comían lo que querían en el desayuno y nosotros lo que debíamos comer. Los otros chicos bebían gaseosas y comían papas fritas y helados en el almuerzo y nosotros teníamos que comer arroz, carne, verduras y frutas”
“Nuestros padres tenían que saber quiénes eran nuestros amigos y qué hacíamos nosotros con ellos. Insistían en que les dijéramos con quién íbamos a salir, aunque demorásemos apenas una hora o menos. Ellos insistían siempre para que dijéramos la verdad y nada más que la verdad”
“Y cuando éramos adolescentes, nuestra vida era así de pesada. Ellos no permitían que nuestros amigos nos tocaran bocina para que saliésemos, tenían que bajarse, golpear la puerta y entrar para que ellos los conociesen”
“Cuando todos los compañeros de 10 o 12 años podían volver tarde a casa, nosotros teníamos que esperar hasta los 18 años para hacerlos, y aquellos “pesados” se levantaban para preguntarnos si la fiesta había sido buena ,sólo para ver si en qué estado estábamos al volver”
“Por culpa de nuestros malos padres, nos perdimos inmensas “orgías” en la adolescencia. Por eso, ninguno de nosotros estuvo envuelto en problemas de drogas, robos, actos de vandalismos, violación de propiedad, ni fuimos presos por ningún crimen ni por patoteros. ¡TODO FUE CULPA DE NUESTROS ANTICUADOS PADRES , QUIENES NUNCA LOO ESTUVIERON CON BUENA ONDA!
Ahora que somos adultos, honestos y educados, estamos haciendo lo mejor para ser Padres Malos, como fueron Papá y Mamá. Este es uno de los grandes males del mundo actual: ¡NO HAY SUFICIENTES MALOS PADRES!! Abundan sí, padres ultramodernos, permisivos e inútiles, muy culpables de esta sociedad violenta y patorteril que vivimos. Una sociedad de manadas, de bestias donde el actuar inteligente no tiene cabida, o ¿no es así, estimaso lector?
No hay comentarios:
Publicar un comentario