viernes, 15 de julio de 2022

FAMILIA... Sin Dios...no tiene futuro.

 
Sabemos que la familia vive una crisis de valores y se agrava la desintegración. Poco se cuestiona tener al humano como objeto desechable, tirable. La ausencia de valores es una pandemia en la actual sociedad: arrogancia, irrespeto, deshonestidad, injusticia... 

Dos ejemplos: a) “La ideología de género es como la última rebelión de la creatura contra su condición de creatura” (Benedicto XVI). Es una degeneración sólo comparable al bestialismo. Un mundo construido sin Dios y contra Dios. 

 b) Es tragedia que nuestra sociedad progre acepte el aborto-occisión (muerte violenta) de niños, ante el “ñembotavy”, o sea, ante el cobarde silencio herodiano de los buenitos. 

Así, es necesario preguntarse, tanto en la familia como en la enseñanza escolar; si la formación en valores que se ofrece, es apropiada para iniciar una conducta individual y social firme, a favor de una sociedad más justa, solidaria y respetuosa. Preguntas:

-¿A qué se deben estas conductas? ¿Por qué la juventud actúa de forma insana? ¿Cómo la familia enfrenta golpes de suicido, bulimia, promiscuidad, anorexia, drogadicción, aborto, pornografía, embarazos no deseados y maternidad en adolescentes, etc.?

-¿Cuántas veces tratamos a los hijos como mascotas a las que hay que domesticar. O se pretende imponer lo que los padres quieren que sea cada uno de los hijos? ¿Cuántos padres descargan sus frustraciones en sus hijos? 

Afirman que el origen de muchos problemas se debe a falta de formación integral en la familia. Solo el verdadero amor, la donación sin prejuicios o egoísmo, nos salvarán. 

Entonces, ¡salvemos a la familia sin olvidar que el amor implica libre decisión! El amor es actitud de voluntad, no solo de sentimiento. El mundo está en crisis, por falta de educación de valores en la familia, ya que ésta, es base y pilar de la sociedad. 

Luego, respetemos al cónyuge, a la familia, a todos; abrámonos a un dialogo franco, a un tiempo de calidad, a mayor atención a los hijos. ¡Ese es el compromiso!...Porque muchas veces: 

Caemos en absurdos tan claros como la de festejar que repartan gratis la "píldora del día después", a niñas de 12 años…lo cual implica que no requieren nuestro permiso para el ejercicio pleno, libre e irresponsable de su sexualidad. 

Y ¿qué decir de las "mamis progre" que introducen a escondidas (ñemi hape mi) un preservativo en la cartera de su "bebé", antes de ir a la discoteca?

Luego nos “ofendemos” cuando de modo grotesco “perrean” y se exhiben en las redes sociales, con los celulares de última gama que les regalamos. Hablan de “salud sexual y reproductiva”, y sobre sus derechos al placer y decidan su destino desde los 16 años. 

Padres, aunque parezca cosa del viejazo, acompañemos a los hijos, sepamos qué hacen, dicen, sienten, piensan, cómo actúan y quiénes son sus amigos cercanos. No pensemos sólo en nuestras carencias. “Urge saber qué poder tienen en las redes sociales...¡Porque ellos son los futuros padres de familias!

Todos, al nacer ya entramos en la sociedad; por ello, es mejor corregir errores ya; caso contrario, gemiremos como manada, cuando unos pocos nos lleven al matadero. Y Lloraremos como rebaño lo que no pudimos defender como personas libres y solidarias. 

Démonos el autogobierno social en paz, con convicción, sin violencia ni imposición, con madurez de carácter, porque sabemos que el mal hace gran campaña para matar la noción de moral en la familia y en la política. (Que este desafío comience primero conmigo mismo). 

Porque, ¡Una juventud sin valores es un riesgo para la sociedad! 

lunes, 11 de julio de 2022

LA RUINA… ¡De la familia…hoy!

 

En esta era “progre”, vale la pena hacer una autocrítica cristiana: reconocer con valentía y honestidad que somos responsables ante Dios y ante nuestra conciencia de estos errores y paganismo reinante… por no combatirlos, afirma aquel comentario. 

Colgar un crucifijo en las paredes o en el cuello, no nos libera de los compromisos asumidos en el Bautismo, para vivir como Cristo, Sacerdote, Profeta, Rey. Se reconoce a Cristo aprisionado en el templo, pero se lo desconocemos en la escuela, en los bancos, en la cancha, en la casa… 

Si no hacemos lo que debemos y hacemos sólo lo que nos gusta, somos responsables de este caos establecido. Luego, hace falta: a) Con-pro-meterme…b) Pro-en favor de… c) Miso- de una misiónpara vivir como Sacerdote (Heb.4:14) Profeta (Lc.7:16) y Rey (Jn.18-37). 

¡Los laicos son la iglesia!, decía el Cardenal Newman. Si la Iglesia no despierta en sus laicos la conciencia misionera y el sentido de pertenencia en su misión, seguiremos siendo parte de esa “iglesia durmiente”, esclerosada e inútil…que solo despierta para criticar y nada, para mejorar. 

La familia tradicional es sustituida por la “familia tecnita. La familia era, “la primera escuela donde aprendimos a pensar y el primer templo donde se nos enseñaron a orar”. El 1er derecho y obligación de los padres es practicar su dignidad y autoridad. Hoy, ya no son reconocidas, ni por los mismos padres, ni por el entorno, ni por el Estado. 

“Uno de los males más graves que afligen hoy a la humanidad es la pérdida del principio de la autoridad. 

“La civilización está en peligro porque está en crisis la familia”. Los derechos y obligaciones de los padres como educadores y responsables de los hijos no se limitan al propio hogar. Se extienden a la calle, a la plaza, al cine... 

A los papás les compete por derecho propio, la facultad de ser rectores de todo lo relacionado a la formación de los hijos, deben intervenir como tales, moralizando “farras” y modificando los horarios nocturnos, etc. 

Estos derechos y deberes valdrán sólo si los padres se asocian. El mejor servicio que los padres pueden prestar a la humanidad, es la buena educación de los hijos. "La educación es la clave del porvenir de nuestros jóvenes y de nuestra misma sociedad". 

Sólo el mal procede espontáneamente del interior del hombre, el bien exige un trabajo intenso. El medio para hacer brotar en el hombre, sentimientos nobles y buenas ideas, es la educación. 

De ésta, dependerá el carácter moral del terrícola: “el hombre es más por educación que por nacimiento”. Los papás no deben limitarse a impartir saberes técnicos y formas de cortesía externas para ser exitosos en el mundo. Eso está bien, pero es lo mínimo, no basta. 

Si el hombre es lo que come, su educación es un problema de alimentación; más si estamos convencidos de que el hombre es lo que conoce y ama, lo que desea y persigue, entonces su educación es un problema de alimentación del alma. 

O sea, una operación delicada, interna, constante, el moldeo de su alma, para lo cual hace falta y se necesita todo ese fondo de paciencia, desinterés, celo, perspicacia que Dios ha depositado en el corazón de los padres”. (José María. Arizmendiarrieta): 

La familia es la primera escuela donde aprendemos a pensar y el primer templo donde se nos enseña a orar”. Porque… ¿qué es el pobre terrícola si no piensa y no se relaciona con su Creador?

miércoles, 15 de junio de 2022

¡NO JUZGUEMOS! ... “Las creencias de los demás”

 
En un mundo “despelotado” de confusión, en el cual chapoteamos, hace falta decir que muchas veces emitimos juicios temerarios. Y más, si nos declaramos “cristianos”, es necesario discernir para comprender al otro...y no pecar. 

El Señor Jesús advierte: “Pues Dios los juzgará a ustedes de la misma manera que ustedes juzguen a otros (…) (Mt.7, 22).  

Muchas veces juzgamos deprisa, lo que debilita o mata inútilmente la relación con los demás. A menudo juzgamos incorrectamente por hacer valer el “me gusta, yo creo”, etc....pero, ¡Quien piensa diferente…no necesariamente es un enemigo!... A propósito, me permito compartir, un comentario:

“Una mujer fue al médico y después de algunas preguntas, sobre su historia clínica, el médico que era católico le preguntó: 

- Usted es evangélica? - ¡Sí! Respondió la paciente. Y el médico comentó: 

- Me agradan los evangélicos, pero: Hablan mucho acerca de Jesús y no de María. *Silencio*.... 

- Doctor, ¿puedo hacerle una pregunta?  - Por supuesto…dijo el médico. 

- Doctor, si algún día yo llegara a su consultorio y su secretaria me dijera que usted no está, pero que su madre me puede atender ¿cree que me gustaría ser atendida por ella? 

- ¡Claro que no! -respondió el médico- ¡El graduado en medicina fui yo, no mi madre!

- La mujer siguió: Bueno, doctor. Quien murió en la cruz por mí fue Jesús, no su madre. 

Entonces el médico le respondió... ¡es verdad!... Pero si usted llegara a la recepción y encontrara a mi madre y resulta que ya no hay más turno y que además usted no tuviera dinero para pagar la consulta, y ella me pidiera que la atendiera... 

Yo con gusto la atenderé y hasta le daría gratis los medicamentos que necesitara…sabe ¿Por qué?... por el simple hecho de ser una petición de mi amadísima madrePorque, un “querer” de mi Madre, es un “hacer” para mi… 

Dice la Biblia: “Al tercer día hubo una boda en Caná de Galilea…Jesús y sus discípulos fueron invitados a la boda. Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo: “Ya no tienen vino”. 

-Jesús le contestó:-Mujer, ¿por qué me dices esto? Mi hora no ha llegado todavía. --Ella dijo a los que estaban sirviendo: "Hagan todo lo que él les diga". 

Había allí seis tinajas de piedra…En cada tinaja cabían de cincuenta a setenta litros de agua. Jesús dijo a los sirvientes: -Llenen de agua las tinajas saquen un poco y llévenselo al encargado de la fiesta”…

Esto que hizo Jesús en Caná de Galilea fue la primera señal milagrosa con la cual mostró su gloria; y sus discípulos creyeron en él. (Juan 2:1-11) 

Conclusión: Jesús amaba a su madre, y ésta, se ocupaba de las necesidades de los demás. Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen y se les abrirá”. María es nuestra Intercesora ante su Hijo. 

Así que: ¡No juzguemos las creencias de los demás!.

lunes, 13 de junio de 2022

IGLESIA ¿Durmiente-Kerai-Kerana?

 
Fue en el Concilio Ecuménico de Florencia (S. XVII), donde se hizo tradición de fe para el catolicismo que el cuerpo espiritual de Cristo en la tierra lo forma la Iglesia universal y ésta a la vez consta de tres partes: 

Iglesia Triunfante: Son los miembros de la Iglesia que alcanzaron la meta, la victoria, y están en el cielo, en la presencia de Dios. Aquí no hay llanto, vacío ni dolor.   

Iglesia Purgante: Está formada por los que aún permanecen en el purgatorio. Aquí están las almas que si bien, están en la comunión de los santos, aún no están del todo en la presencia de Dios. (1 Jn 5:16). 

Iglesia Militante: Somos los que vivimos en este “valle de lágrimas”, llamados a hacer la voluntad de Dios. Y aunque es difícil, contamos con la ayuda de Dios nos prometió. 

Xosé Manuel Domínguez Prieto, irónica o graciosamente agregó una más: La Iglesia Durmiente Iglesia a la cual -con razón- pertenecen muchos cristianos. 

“Gran parte de sus miembros no son ni fríos ni calientes, ni viven el Evangelio, ni quieren renunciar a ritos ni a costumbres (que por otra parte, tanto critican) Ni sí, ni no. Se dicen creyentes y lo son, por creer en el consumo, en el éxito y en el confort sin límite. 

Bautizan a sus hijos y gustan de convocar a muchos sacerdote para celebrar ritos privados (porque toman como criterio de distinción y clase), pero pasan el resto de sus vidas ignorando a esa Iglesia a la que dicen pertenecer. 

Espiritualistas el domingo de 8 a 9 horas y materialistas el resto de la semana, viven con desgana y vyroreí todo lo que suene a religioso. 

Iglesia durmiente, grupo que intercambia ritos por seguridad, buscador de precauciones, de virtudes adornadas de hermosas flores rojas y blancas. Falsos creyentes a los que su tibieza les llevó a considerar virtuoso, lo que no es. 

Así llaman mansedumbre al débil carácter, humildad a su impotencia, resignación a su cobardía. Son los que al final, terminan por protestar y enojarse cuando Dios no acata su voluntad: “Hágase mi voluntad así en el cielo como en mis negocios”. 

Iglesia durmiente, que se acuerda de ella sólo para criticarla. Hábil para no dejar en paz al que sirve. Son expertos en criticar al Papa; si viaja porque viaja. Si es viejo, porque es viejo; si es viejo y viaja, peor. Critican al obispo, al cura, al laico servidor, a todos. 

Sólo ellos, más allá del bien y del mal, parecen estar en y con la verdad sobre lo que la Iglesia debiera ser. Pero a la vez que critican, no mueven un dedo por mejorar las cosas. Y a quien algo hace le “dispara” con malos comentarios, con todo tipo de críticas, burlas, calumnias...Ellos, ni hacen, ni dejan hacer. No se comprometen, pero están en contra de los que se comprometen. 

Esta Iglesia durmiente es la que despierta sólo para asistir aburridamente, a veces a alguna procesión, a alguna boda o a la “primera comunión” del niño, lo cual cada vez, consiste, más en copiosa comida postsacramental; sin entender un “pito” el significado del rito. 

Tampoco falta algún desatinado que aconseje al cura que “termine rapidito” el asunto porque, el asado “está a punto, ja okái pátama”. Es la Iglesia aturdida, perdida, distraída que se avergüenza de sí misma porque no sabe que está llamada a ser comunidad. 

Los miembros de la Iglesia durmiente asisten religiosamente a ver el partido de fútbol, sin importar costo ni distancia; llegarán incluso tres o cuatro horas antes del inicio, pero a la Eucaristía, asistirán sólo si se les da la gana, y no llegarán a hora. 

Dormidos el fin de semana y estresados durante toda la semana, pondrán siempre todo tipo de excusas para no asistir a alguna reunión formativa, y de paso, murmurarán contra la “Iglesia”, a la cual dicen pertenecer. 

Pero tendrán tiempo para el viajecito de fin de semana, para la pesca o para echar algunas horas extras en la empresa. Es que, chamigo, el dinero-pirapire... es el dinero. La Iglesia durmiente rechaza la opinión de la jerarquía: por ser “imposición intolerable, retrógrada”. 

Pero, se abrirá gustosa a cualquier opinión ajena, sin importarle cuán descabellada sea la calumnia de quienes atacan a su propia Iglesia, sin hacer el mínimo esfuerzo de verificar la veracidad de lo que se dice. Estará muy atenta al chisme, de los excesos del cura o del laico; nunca tendrá ojos, tiempo, ni oídos para reconocer el trabajo intenso y fecundo hecho por los católicos militantes. 

Iglesia durmiente, Iglesia tibia-pereri-kerana, sin amor a sí, desencantada, triste, la peor, la más estéril de la historia, ya no cree en nada, porque ignora la alegría de la Salvación. La Iglesia durmiente perdió su primer impulso, su entusiasmo, su vigor. 

No es fría ni caliente. Ya no sabe quién es ni se acuerda de lo que recibió. Es una Iglesia de corazones cobardes y manos débiles. No milita, no hace penitencias, ni goza. Solo critica. Una Iglesia así no sirve para nada, ni para nadie. 

Cristianos que van al templo “ocasionalmente", al cual llegan tarde, vestidos de cualquier modo, sin respeto al culto ni a los semejantes, donde a los niños -ante la mirada despistada de sus padres- les da igual jugar, correr, gritar”, como si estuvieran en un parque. 

Una Iglesia así, sólo puede dar una buena noticia al mundo: la de su desaparición.

miércoles, 25 de mayo de 2022

CIENCIA VS RELIGIÓN: ¡Un suceso para pensar!

 
 Anécdota brillante del ethos de quien se convirtió en uno de los Grandes de la Historia. “La Historia de la Ciencia nunca deja de sorprendernos” 

En el año 1892, un anciano de barba blanca y un joven universitario coincidieron en el mismo vagón de tren en Europa. El anciano leía pausadamente un libro que parecía ser voluminoso y pesado. El joven también: estudiaba un voluminoso ejemplar de Ciencias. 

En un determinado momento, el joven se percató de que el libro que leía su acompañante era la Biblia y le preguntó: 

-¿Usted todavía cree en ese libro lleno de fábulas y de cuentos?

El anciano le respondió: 

*Sí, por supuesto, pero este no es un libro lleno de fábulas ni de cuentos. Es la Palabra de Dios. ¿Cree usted que estoy equivocado? 

-Claro que está equivocado, respondió el chico. Usted, señor, debería dedicarse a estudiar Ciencias e Historia Universal. Vería cómo la Revolución Francesa, ocurrida hace más de 100 años, mostró la miopía, la estupidez y las mentiras de la religión. Y agregó el joven: 

-Solo personas sin cultura o fanáticas todavía creen en esas tonterías. Usted, señor, debería conocer un poco más lo que dicen los científicos de esas cosas. 

El anciano le dijo entonces: 

*Dígame, joven, ¿es eso lo que nuestros científicos dicen sobre la Biblia? 

-Mire, dijo el joven, como me voy a bajar en la próxima estación, no tengo tiempo de explicarle, pero déjeme su tarjeta con su dirección para que le pueda enviar algún material científico por correo. Así aprende un poco sobre temas que realmente importan al mundo. 

El hombre anciano sacó una tarjeta de visita de su bolsillo y se la dio al joven. El joven quedó estupefacto al leer en la tarjeta quién era aquel anciano.

El texto impreso no engañaba: Profesor Louis Pasteur: Director general del Instituto Nacional de Investigaciones Científicas - Universidad Nacional de Francia. 

Pasteur (1822-1895) considerado el padre de la microbiología pasó a la Historia por su contribución científica, sin que esta fuera nunca un obstáculo para su fe católica. 

¿Qué diferencias se puede ver entre el joven estudiante y este señor mayor de 70 años?

¿Es realmente cierto que la Ciencia es enemiga de la Fe? ¿Qué otros grandes científicos conoces que fueron o son grandes creyentes?  ¿A qué conclusiones nos lleva esto? 

¿Qué opinas de la frase?: “El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota delante de un idiota que aparenta ser inteligente”. 

¿Para qué sirve la humildad? ¿Cómo desarrollarla y qué hacer para crecer en  ella? 

viernes, 13 de mayo de 2022

TENGO QUE: ¡Saber lo que quiero y querer lo que sé!

 

Tener un ideal es el medio único de hacer algo y llegar a ser alguien; no se comprende lo que vale la vida, hasta que no se pone al servicio de un ideal; “porque la vida es triste si no se la vive con una ilusión” (Alfonso Milagro) 

Es urgente pensar sobre el porqué de mi existencia. “Cuando el terrícola sabe adónde va, el mundo entero le da paso”. Cada soldado, dijo Napoleón, lleva en su mochila el bastón de mariscal; lo que hace falta es tener voluntad de vencer. 

Cada hombre lleva en su interior la imagen de un héroe y de un santo; lo que hace falta es que día a día; golpe tras golpe, vaya tallando esa imagen, ya que ser hombre, ser héroe y menos el ser santo no se “hace repentinamente”. 

La vida no es fácil; hay problemas que superar. Los golpes suelen ser duros, pero el atleta no se hace entre sábanas, sino en las pistas; el sabio no surge de las farras, sino de los estudios; nadie es santo mirando las nubes, sino venciendo vicios y debilidades. 

Nuestra vida no es digna de ser vivida si no es adornada por algún ideal. El poder que se maneja, los favores que se mendigan, el dinero que se amasa…tiene un valor fugaz que no satisface (…) las fuerzas morales que embellecen y califican la vida. 

Vivir es aprender, para ignorar menos; es amar para unirnos los humanos; es admirar y compartir los dones de la naturaleza; un esfuerzo por mejorarse, afán incesante de elevación hacia ideales definidos. Muchos nacen, pocos viven (J. Ingenieros) 

Para todos, la vida tiene dos rostros: La tristeza y el dolor tienen su lado amargo, pero también lo tiene dulce; todo dependerá de cual cara miremos. Es duro trabajar muchos días sembrando la semilla y cuidándola; pero es agradable recoger la cosecha. 

Es fatigoso estudiar, pero es agradable recibir el título; es duro “romperse” para construir la casa, pero es agradable poseer tu propio hogar; es duro realizar cualquier esfuerzo, pero es luego muy agradable gozar del fruto de los esfuerzos realizados. 

Para llegar a ser virtuoso, hay que hacer grandes esfuerzos, conseguir difíciles victorias, pero luego podemos gozar de la alegría de llegar a ser lo que debemos ser. 

Dios nos hizo entero: nos dio cabeza, manos y corazón; cabeza para pensar, manos para obrar, corazón para sentir. Necesitamos de las tres cosas; si nos privamos de una de ellas, quedaríamos incompletos, imperfectos: no seríamos hombre. 

Parece que tres actitudes debemos asumir ante la realidad del mundo: a) La actitud de mirar al cielo, sin hacer caso de la tierra, algo así como los apóstoles se quedaron mirando al cielo cuando Jesús se apartó de ellos; 

b) La que prevalece hoy: de mirar más bien a la tierra y centrarse en el tiempo, sin mayores preocupaciones. c) La de fijar los ojos en el cielo, pero con los pies en la tierra; bien clavados los ojos y bien fijados los pies; ni cielo sin tierra, ni tierra sin cielo. 

Hay compromiso espiritual-terrenal, que impiden que el cristiano sea descuidado; ya que hay cosas de las cuales debe ocuparse: ¡hacer lo que se debe!; luego, debe  ¡Saber lo que quiere y querer lo que sabe! Lo primero es “Amar a Dios sobre todas las cosas”. 

Nada bueno se puede hacer sin ayuda de Dios. “Si alguien se declara a mi favor ante los hombres, yo también me declararé a favor de él” (Mt, 10:32) Ya lo dijo un Papa: Que el mundo esté de colores, es mi ideal; Cristo cuenta conmigo, y yo con su gracia”.

viernes, 6 de mayo de 2022

AMOR Y RESPETO... ¡No se mendigan…!

No es raro -más aun en estos tiempos de esclavitud digital- sentirse fracasado ante la desconfianza, ansiedad, rabia, soberbia, violencia o indiferencia de los padres, hijos, hermanos, vecinos, compañeros de trabajo… 

Algunas veces -dice aquel psicólogo- se relaciona la depresión con la baja autoestima, el rechazo o incapacidad de relacionarse, cuando alguien se juzga incompetente social. 

Así, la pregunta: ¿Por qué mis padres y mis hermanos no me quieren, no se preocupan por mí? ¡Me rechazan; No tengo familia ni amigos…nadie me quiere! ¿Qué hacer? Quizá un recto examen de conciencia me conceda la respuesta: 

“¿Controlo mis emociones o soy un barril de pólvora que pelea con todo el mundo y por cualquier cosa? ¿Doy casi nada…pero quiero recibir mucho? Creo merecer lo  mejor… pero nada hago para lograrlo?” 

Naturalmente, los humanos necesitamos relacionarnos con los otros. Todos necesitamos un círculo en el cual apoyarnos. Dice un escrito recibido: “A veces en la vida hay más motivos para sentirnos mal: decepciones, mentiras, maltrato, ingratitud, calumnia. 

Quizá te lastimaron y la vida se hizo difícil. Es triste, perdiste la esperanza, no confías en nada, ni en nadie, ya no tienes razón de vivir. Pero, siempre el Señor Jesús nos dice: ¡Levántate, resplandece…Con mi paz el dolor, la angustia y tristeza desaparecen! 

Es tiempo de dejar lo que te ata y causa dolor y cambiarlo por el gozo divino. No estás solo; Dios te ama, sustenta y llama a disfrutar de su presencia, cuidado y su gracia. 

En esta vida es necesario ser consciente de que tendremos que enfrentar distintos tipos de desafíos o situaciones adversas: debemos estar preparados. ¿Cómo salir victoriosos?  Buscando en Dios, fortaleza, inteligencia y sabiduría para superar los obstáculos. 

Necesitamos de entereza, coraje, determinación y habilidad. Encomendando nuestras causas al que no perdió ni una batalla. Debemos ser dóciles y humildes para reconocer nuestros errores, y obedecer a Dios en todo de manera a obtener el resultado esperado. 

Oigamos a Pablo: El Señor me dijo: “Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad”. Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de Cristo.  

Y me alegro también de las debilidades, insultos, necesidades, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo, porque cuando más débil me siento es cuando más fuerte soy. (2 Co  12:9-11) 

Así que, las buenas relaciones se dan de una manera fácil, sin exigir ni forzar nada. Solo disfrutemos de la presencia del otro, compartir ratitos y vivirlos juntos con plenitud. Un amigo siempre está cuando lo necesitamos. 

“Este es el Dios que tienes. Uno que te conoce mejor que tú mismo. Él conoce todas las situaciones en tu vida. Nunca ha abandonado a nadie. Él sostiene a cada una de sus creaciones preciosas en la palma de su mano”. Isaías 49: 15-16.

El amor y respeto no se mendigan... ¡hay que ganárselos!. 

lunes, 2 de mayo de 2022

¡NO SE HABLE!.. “De la muerte”

¿Por qué repudiamos hablar de la desagradable muerte, si además, nadie ni nada lo puede evitar?.... ¿Por qué la inteligencia humana elude abordarla? 

Para el terrícola de hoy, morir es asunto incómodo. Ya decía el filósofo J. Baudrillard: “las sociedades salvajes a las sociedades modernas, la evolución es irreversible: poco a poco los muertos dejan de existir”. 

Antiguamente, la muerte no se ocultaba…era parte en la vida social. Morir era visible, público, expuesto, normal. Ahora el homo digital percibe la muerte como “una rareza impensable […] un extravío incurable”. (John Berger) 

“Sin nuestro “permiso” Dios nos creó con ansias de vivir eternamente. Pero, ante la parca ¡no hay escapatoria! ¿Nos casaremos, enfermaremos, seremos exitosos?... no lo sabemos, pero sabemos, sin dudar que todos moriremos, sin falta-katuete.

Un dolor o pena, por muy grave que sea, creemos que desaparecerá. Pero morir, no podemos evitar. Todos sabemos que el fin llegará; y nadie sabe cuándo ni cómo.   

La pregunta: si vamos a morir ¿qué sentido la vida? Según Sócrates “el hombre que no piensa sino en vivir, no vive”. Vivir y morir forma parte del ciclo de la vida, aunque a muchos “inteligentes” les cueste aceptarlo. 

Luego, la parca aterroriza y la mejor estrategia del tonto-homo vyrus, es auto-engañarse rechazando la realidad. Entonces, sufre tanatofobia (trastorno por ansiedad-depresión) por miedo-kyhyje a su propia muerte. 

No querer morir es natural; es gran dilema cuando el miedo paraliza. Cuando llegan los ataques de pánico, ansiedad o cuando se torna obsesivo, es ocasión de buscar ayuda. 

“Nos hará bien pensar: ¿Cómo será el día en el que esté ante Jesús…al preguntarme sobre los talentos que me dio: qué hice con ellos? ¿Cómo recibí su Palabra…con corazón abierto? ¿Hice germinarla por el bien de todos o lo escondí?” (P. Francisco) 

No conviene enfrentar la muerte con angustia. No es saludable. Vale la pena pensar como cristianos y cumplir con nuestros deberes. Los muertos ya no están. Los vivos necesitamos ganarnos esa vida eterna junto a Dios.

No es bueno ser imprudentes y decir “no temo a la muerte”, porque podemos pecar por medio del robo, adulterio, corrupción, drogas, etc. El descuido hace olvidarnos que fuimos creados por Dios para vivir con rectitud y al morir, encontrarnos con Él.

En la muerte hallamos un sentido para nuestra vida eterna….ya que no estamos condenados a ser alimentos de gusanos, sino, “ciudadanos del cielo”. (Fil. 3:20)
 

Todo ser humano tiene dignidad, que es la base de igualdad de todos los hombres entre sí. El rico y el paria; el tonto y el sabio…somos iguales… todos tenemos: * El mismo origen; * La misma Naturaleza; * La misma vocación y El mismo destino. 

La novedad esencial de la muerte cristiana se da por el Bautismo; el cristiano está ya “muerto con Cristo”, para vivir una vida nueva. Muerto con Cristo al pecado, como decimos al renovar nuestras promesas bautismales en la solemne vigilia de Pascua.

San Pablo afirma: “Para mí, la vida es Cristo y morir una ganancia” (Flp 1: 21). El conocimiento de Dios sin el de nuestra miseria produce orgullo. El conocimiento de nuestra miseria sin el conocimiento de Dios produce desesperación” (Blaise Pascal).

Vivir cada día como si fuera el último, es de inteligentes. “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn, 15) Morir en gracia, es la llave para llegar al Cielo. Morir causa tristeza, pero no nos puede vencer. ¡Ñandejara es vía a la vida eterna!

viernes, 29 de abril de 2022

¡NO ME VALORAN!

 ¿Por qué… si a nadie le hice mal?

 
Con frecuencia se suele oír esta expresión. Luego, debo preguntarme: Si soy tan buena persona ¿por qué no me valoran?; O, ¡Los otros son malos, injustos o envidiosos! 

Decía aquel profesor: “No sentirme valorado puede hacerme pensar que valgo menos que otros. Y peor, si soy generoso, dispuesto a ayudar, leal amigo, aun así, los otros no me retribuyen…es triste”. 

“Eso motiva duda y enojo cuando los demás no agradecen todo nuestro esfuerzo; daña nuestra autoestima, y puede hacernos sentir cada vez más inseguros; dejar de valorarnos a nosotros mismos”. 

¡Oh mundo cruel! ¿Por qué la gente no quiere hacer el bien? Alguien dio este oportuno consejo: “No te victimices, no exijas ni reclames: hagas lo que hagas, nadie está obligado a quererte”. Además, ¡nadie murió por no ser correspondido! 

“La revolución de la ternura -dijo P. Francisco- es la que hoy tenemos que cultivar como fruto de la misericordia: la ternura de Dios hacia cada uno de nosotros”. ¡Dios nos ama a cada uno, infinitamente!

¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré, nos asegura nuestro Creador. (Isaías 49-15) 

La grandeza de una persona está en dar sin que reciba poco o nada. ¿No recibimos algo de gente que menos esperamos? ¡Cuando damos, no esperemos nada a cambio! (Aunque nos tengan por tontos)

¿Por qué nos metieron en la mente que dar supone -siempre-katú eterei- tener que recibir también algo?  A propósito, dice un escrito que recibí: 

“Al meditar sobre esto pude entender porque nos cuesta tanto disfrutar de la gracia de Dios. Es que nos acostumbramos a pagar de alguna forma por lo que recibimos. 

El solo pensar en la cantidad de veces que hicimos cosas que nos alejaron de cualquier esperanza de salvación, nos hace  creer que esforzándonos en hacer lo bueno, podremos pagar por nuestros errores y ahí sí podríamos ganar la salvación. 

Es frustrante darnos cuenta que por más que nos esforcemos no lo lograremos, es humanamente imposible, por esto es que vino Cristo a padecer por nosotros y regalarnos la salvación. Él pagó el precio de lo que ahora nos regaló". 

Un día, un hombre sabio y piadoso clamó al cielo por una respuesta. Encabezaba un grupo de misioneros que oraban por la paz del mundo, para que las fronteras no existieran y que toda la gente viviera feliz. La pregunta que hacían era: 

- ¿Cuál es la clave, Señor, para que el mundo viva en armonía?  Entonces, los cielos se abrieron y después de un magnifico estruendo, la voz de Dios les dijo: ¡COMODIDAD! 

Los misioneros se sorprendieron al escuchar tal término de la voz de Dios. El hombre sabio preguntó de nuevo: ¿Comodidad Señor? ¿Qué significa eso? Dios dijo: La clave es: Como-di-dad. Es decir, así como yo les di, den al prójimo. 

Como-di-dad vosotros fe; Como, di, dad vosotros esperanza; Como, di, dad vosotros caridad. Como di, sin límites, sin pensar en nada más que dar, dad vosotros al mundo... y el mundo, será un paraíso. Sigamos la clave de COMO DI, DAD.

martes, 26 de abril de 2022

¿POR QUÉ? ¡Se desprecia a la clase política!

 

Dice el catedrático y analista político español Roberto Blanco Valdés: “Para responder a la pregunta, que por desgracia, está desde hace años plenamente actualizada en la vida pública española, hay que formular previamente otras dos más. 

1. ¿Por qué son tan pocos los que, pudiendo hacerlo, renuncian a entrar en la política? 

2. ¿Por qué la mayoría de los políticos, por nada quiere dejar el trajín político? 

Motivos: la mal entendida política tiene ventajas que pocos rechazan: a) sueldos faraónicos, b)  privilegios (viajes, coches, secretarias, comida, teléfonos, etc. gratis, c) el atractivo de un trabajo que poco tiene que ver con la idea de trabajar. 

Los políticos, salvando excepciones, no son muy apegados al trabajo. A esto se suma la adulación de la que, según el “calibre” del cargo, viven cercados de aduladores. 

Así, se entiende el encanto irresistible que ejerce la política, que según el filósofo Hans Enzensberger: “opera como un garito: entrar es tentadora; pero muy difícil la salida”. 

Motivos de desprecio a muchos políticos son: Deshonestidad, mentira y poco apego al trabajo. Ellos cierran con nosotros un contrato tácito: les votamos, a cambio de que nos representen de un modo intachable y ejemplar, pero ¿…? Entonces ¿Qué hacer? 

Dice P. Alonso Milagro: Parece que son tres las actitudes a adoptar frente a la realidad: 

1ª. La actitud de mirar al cielo, sin hacer caso de la tierra, algo así como los apóstoles se quedaron mirando al cielo cuando Jesús se apartó de ellos. 

2ª. Lo que resalta hoy: mirar más bien a la tierra y centrarse en el tiempo, sin mayores preocupaciones. ¡ ¡Qué pio vamos hacer!-¡Mbaéiko ja japota…ñande ko upéichante voi! 

3ª. Fijar los ojos en el cielo y los pies en la tierra; bien clavados los ojos y bien fijados los pies; ni cielo sin tierra, ni tierra sin cielo. Hay un compromiso, que impide al cristiano ser indiferente-“ñembotavy”. 

El cristiano tiene que ocuparse de hacer el bien y evitar el mal. “Quien no evangeliza, es un apóstata”. Si alguien se declara a mi favor delante de los hombres, Yo me declararé a favor de él delante de mi Padre que está en el cielo” (Mt 10:32) 

Perdimos valores vitales como respeto al otro, a la vida. El egoísmo se expande cada vez más y lo que nuestra sociedad necesita es recuperar los valores que ha perdido”. 

El psicólogo Dan Ariely afirma: “somos deshonestos cotidianos, movidos por impulsos que nos llevan a tomar acciones insensatas. De niños descubrimos que mentir trae más ventajas que decir la verdad; que si negamos nuestras faltas, evitamos castigo”. 

Después conoceremos los valores de la honestidad y los nefastos resultados de caer en la tentación. El comportamiento deshonesto no es solo cosa de niños; está diseminado en ámbitos personales, profesionales y políticos. 

El inmoral teko vai, teko monda se convence a sí mismo: mi actitud no es tan mala ya que robar un lápiz nio no es para tanto si no robé la caja entera. Con eso queda en “paz” consigo mismo. 

¡Cualquier parecido con nuestra agorilada realidad será pura coincidencia! 

¡Que el mundo esté de colores es mi ideal; Cristo cuenta conmigo, y yo con su gracia!