¿Funcionarán… en este “nuevo rumbo”?
La terrible dicotomía que padecen muchos
funcionarios públicos, separando la fe de la ética, es grave motivo para este largo
y antiguo lamento: Las instituciones no funcionan.
Mucha literatura, ensayos y propuestas ha corrido sobre el tema; poco resultado
se ha obtenido. Luego, el problema está en el funcionario con conciencia averiada.