¡Que nadie la tiene por nacimiento!
Los hombres somos diferentes, porque somos irrepetibles, Vivimos situaciones diferentes: nuestro carácter, gustos, biografía, hábitos adquiridos y cultura, son distintos.
La diferencia es una riqueza que no riñe con la igualdad, si entendemos ésta como ausencia de inferioridad. Los hombre somos iguales porque somos semejantes y al mismo tiempo, distintos. La semejanza procede del hecho que somos Persona, dueña de razón, voluntad y libertad. (Fundamentos de Antropología – Ricardo Yepes S. p. 321)