lunes, 14 de mayo de 2012

¡FELICIDAD!

Objetivo del Hombre

¡Felicidad, felicidad, es el eslabón perdido!, había sentenciado, con aire de sabelotodo aquella mujer. Y es que la felicidad es principal objetivo de todo ser humano, y por eso lo busca con afán. Cientos filósofos han derramado mucha tinta sobre la felicidad.


El conocido Víctor Frankl, fallecido el 2 de setiembre de l997, padre de la logoterapia, la “tercera escuela vienesa de psicoterapia”, según la cual la motivación psicológica del hombre es la búsqueda del significado de su vida, en su obra El hombre en busca de sentido dice: “La felicidad no se puede buscar nunca directamente. Sólo puede venir como consecuencia de haber entregado lo mejor de nosotros mismos por una causa justa

El problema surge cuando la felicidad, confundimos con la satisfacción o el placer. El placer está en los sentidos, la felicidad en el alma, afirma el Dr. Rodríguez Delgado. Y el P. Juan López Pedraz, agrega: “El amor tiene dos vertientes, el cariño, que es el amor del alma, que está hecho con ternura, respeto, etc; y el deseo, que es el amor del cuerpo.

El deseo trata de poseer el cuerpo del otro, culminando en un acto sexual. El deseo nace del cuerpo. Se siente en el cuerpo, se dirige al cuerpo del otro. Explota por la atracción sexual que se expresa en abrazos, besos frenéticos. Es más violento. El amor el cambio, es más espiritual, va dirigido a la belleza del alma. Va surgiendo poco a poco en el trato con la persona querida. “Hoy se habla mucho de sexo, poco de amor

Pero dirán los adolescentes hoy, ¡esto el Ridículo, Inaceptable!.. ¿Por qué?: Porque los conceptos citados colisionan frontalmente con la saludable práctica del culto al “perreo” a tiempo y destiempo, aquí y allá, evidenciado en la nueva praxis del: “Te presento a mi amigo/a con derecho” que no es sino, la práctica del sexo rápido, con cualquiera y en cualquier momento y lugar, sin compromiso, ni pudor, ni rubor. Y en seguida: “no te conozco”. Luego, ¿cuál es la diferencia entre haber actuado como perro, chancho o vaca?

Esto no es felicidad, no es amor. Es compartir “carne”, cualquier tipo de carne, incluso, carne contaminada, enferma. ¿Cuántas niñas de entre 9 y 13 años, son sólo carne?  Los objetos no se aman. Se utilizan y luego se tiran. Muchas jóvenes son sólo objetos que llevan una etiqueta que dice: “Tírese después de usarla” (J. Loring“Para Salvarte” p.479)

Felicidad es dar, buscar, desear el bien del otro. Felicidad es la satisfacción que se siente en el alma por vivir una vida esclarecida, a pesar de las limitaciones del cuerpo. Felicidad es sentir paz, la paz de Cristo. Felicidad es poder perdonar. Felicidad es ser mucho, aun cuando no se posea todo lo material que se deseara.

Jean Guitton, aprendió de niño este verso: “Por tu felicidad, daría la mía. Aunque nunca tuvieras que saberlo. Con tal de oír alguna vez en la distancia, la risa de la dicha, nacida de mi sacrificio. El amor, al contrario que el dinero, cuanto más se da, más se tiene; cuanto más generoso, es más grande y más hermoso...” (p. 479)

En conclusión, goces y sensaciones epidérmicas cumbres, no es felicidad. Dejarse llevar por las energías incontroladas de las pulsiones instintivas es propio de animales. Ya lo dijo Julián Marías: Muchos sexólogos se limitan a ser zoólogos.

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