lunes, 1 de enero de 2024

¿HORÓSCOPO O DIOS?

 
Programas de Tv, revistas, diarios, radio e internet dan espacio al “dios horóscopo”. Astrólogos y esotéricos ofrecen consultas y soluciones a cualquier tipo de dificultades que azota al terrícola en distintos tipos de problemas. La extensión que este nocivo fenómeno es cada vez más alarmante. 

Querer saber el futuro, dice Alejandro García del Olmo, es querer igualarse a Dios, pretensión soberbia como absurda. Debemos confiar nuestra vida en Dios como Padre que es. Luego, es un engaño consultar a los astros, horóscopos y adivinos. 

Quizá el milagro zodiacal hace “tragable” las soluciones mágicas, por ejemplo: “Inicia para ti una nueva etapa; pronto encontrarás las respuestas que esperas; tu salud mejorará; volverá el amor que te arrebataron, la prosperidad económica está a la vuelta de la esquina y bla, bla, bla…etc… 

El zodiaco es una franja imaginaria del firmamento donde aparecen 12 constelaciones que se ven a simple vista. Esas constelaciones del zodiaco son Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis. ¿Qué saben los astros sobre el futuro de las personas? 

Los horóscopos dicen que nuestra vida depende de la constelación zodiacal que tiene poder sobre el mes de nuestro nacimiento. Creer en horóscopos es engaño. Es aceptar que nuestra vida está determinada por los astros. Así, no somos quienes construimos nuestro propio destino; dependemos de las estrellas. 

¡Ajepa ñande rova tavy voi si creemos en los horóscopos! Lo que dicen sobre Tauro hoy, lo dirán mañana de Piscis y viceversa. ¿Es de inteligentes desplazar al Dios de la vida, para confiar en horóscopos?

Ya nos enseñó el Señor Jesús: Saben interpretar el aspecto del cielo y de la tierra y ¿no saben distinguir los signos de los tiempos...? (Mt. 16, 1-4) No recurran a espíritus y adivinos; no se hagan impuros consultándolos. (Lev 19:31) 

Puede tentarnos la curiosidad de conocer nuestro futuro; pero el peligro está en, además de perder dinero, poner nuestra vida en manos de cualquiera. ¿Por qué dejar que 12 signos reinen sobre mí? Si los dividimos entre los siete mil millones de habitantes, a más de 500 millones de personas les ocurrirá lo mismo.

Los inteligentes pedimos a nuestro Creador que nos aumente la fe y que nos ayude a evitar todo lo que nos aparte de Él. Es verdad que los astros ejercen influencia sobre ciertas realidades: Si estamos ocho horas desnudos bajo el sol, seremos gravemente afectados. Se achicharra el cerebro y la piel se daña. 

Pero, creer que mi futuro determinará los astros, es negar la libertad humana y la Providencia divina: es admitir que el fatalismo y la predestinación tienen la última palabra. El horóscopo es falta de fe en Dios. 

"La gente no vacila en tragarse cualquier opinión sobre cual­quier cosa... Esto se llama superstición” … escribía en uno de sus cuentos Gilbert K. Chesterton (1873-1936). Horóscopos, astrología, quiromancia, interpretación de presagios y de suertes, son engaños” ¡Bendecido año nuevo

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