viernes, 22 de marzo de 2019

MISIÓN Y DEBER DEL ELECTOR...

¡ATENCIÓN PUEBLO VOTANTE! 

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Hoy mucha gente no tiene interés ni capacidad para cuestionar con recta conciencia nuestra situación política. En rueda de tereré se escucha algunas de estas conocidas excusas:

* “Tenemos problemas con la salud, trabajo, vivienda, inseguridad, ere eréa. Por eso se justifica la desconfianza y enojo hacia los políticos, considerados enemigos del pueblo.

* Otro katu he´í: es nomás luego, señal de una democracia fangosa donde chapotean políticos deteriorados, por eso, hay total desconfianza social.

* Un tercero, disparó: escuché en la radio que muchos loo son acusados de corrupción, abusan del poder, están metidos en tantos escándalos, que hacen caer a las instituciones, a los más bajos niveles de credibilidad”, porque i mondáitereí la político kuera”.

Pregunta obligada: ¿No hay gente limpia o, ésta, no quiere “meterse” en política? Urge vencer el abstencionismo. Si la política hacen los peores, es porque los buenos no la hacen, de ahí el dicho; el peor de los políticos malos es mejor que el más bueno de los abstencionistas. (cfr. C. Díaz - El hombre, animal no fijado p. 37)

Entonces, la gente que se considera limpia y patriota… que entre al ruedo político a competir y derrotar a los “saqueadores de siempre, tiburones de dientes largos y afilados”.

Porque con el silencio cómplice de los “buenitos”, los malevos nos irán matando. “La política no se reconstruye con sustituir hombres que llegan al poder con antiguos vicios, que provoca plagueo y rabia contra esta “democracia”, porque todavía vivimos sin altura y sin valores cívicos”, dirá el maestro S. Núñez.

Verdad es que, tan prolongada desilusión lleva a pensar que trabajar en política es tarea vergonzosa, aunque, bien entendida, la política es la más elevada caridad al servicio del bien común.

Pasemos de la crítica negativa a la propuesta y a la acción. ¿Qué hacemos para cambiar? No basta protestar por las redes sociales contra los despreciables de siempre. No se puede cambiar nada tomando cerveza, pontificando, tumbado cómodamente en el sofá.

Afirma Emmanuel Mounier : “El mundo es una gran montaña de mierda, en el cual debemos meter la mano, sin ensuciarnos el corazón”. Metafóricamente, sobre el caso que nos ocupa, alguien dijo: “Llevo años pedaleando en una bicicleta de gimnasio, gastando montones de energía, pero no avanzo, no llego a ninguna parte”.

“Desde que nacemos entramos en la sociedad…es mejor que nos corrijamos los unos a los otros; de lo contrario, tendremos que llorar cuando uno o unos pocos nos lleve al matadero como a un rebaño. Lloraremos como rebaño lo que no hayamos sabido defender como personas libres y solidarias”. (C. Díaz - El hombre animal…p. 38)

Entonces, de nosotros depende no votar por gente camandulera, hambrienta de ambición, mentiras y codicia, quien nos asegurará nuevamente un gobierno desatinado, y por consiguiente, un pobre país miserable, dolorido y a la deriva.

Tenemos el derecho y obligación de asumir nuestra responsabilidad en la construcción del Paraguay que merecemos, y la mejor manera de cumplir con este sagrado deber es, actuar con discernimiento, prudencia y libertad, al momento de depositar nuestro voto.

No hacer lo que debemos, es delinquir por omisión, es ser tan culpables como ELLOS!

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