DE LA ERA MODERNA
Un mínimo de sentido común advierte que los bienes materiales son necesarios para que el hombre desarrolle una vida digna. En algunos casos, la abundancia -no el lujo- son aceptados como bendición.
Se sigue, entonces, que la riqueza en sí
misma, no es reprochable. Lo condenable es el modo ilícito de
conseguirla; el para qué y cómo utilizarlo. Así por
ejemplo, practicando la compra de conciencia, la usura, la estafa, la
explotación, las injusticias, especialmente las que se ejercen alquilando
la voluntad los más pobres.
En Lucas 16,
19-31, narra la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro. No dice que Lázaro
es virtuoso, sino que era pobre, y es llevado al cielo. Y del rico Epulón no
dice que es un “malevo”, ni ladrón, sino solamente que es un “rico”, como
muchos otros.
Lo que dice claramente es que no vio al
pobre Lázaro hambriento y enfermo, tirado a su puerta. Tampoco hoy, al pobre no
se lo quiere ver: huele mal, tiene mal aspecto y por lo tanto, asquea. El
pecado del rico Epulón es no haber visto a Lázaro. Con razón un proverbio popular
reza: “Si quieres hacerte invisible, hazte pobre”
¿Cómo frenar la multiplicación geométrica de lázaros? “El Gobierno presentó su “Plan de lucha contra la pobreza”, identificando familias en extrema pobreza y la asistencia técnica, educacional y sanitaria a las mismas. La meta: reducir la miseria de 18.8% al 9% en el 2015.
La propuesta prevé acciones concretas
para aliviar la situación de las casi 220.000 familias que viven en extrema
pobreza. A tal efecto, se identificará las familias en extrema pobreza, definiendo
sus lugares de residencia, tanto en zonas urbanas y rurales”. (Abc 04.09.13)
Con cada cambio de gobierno esperamos el
fin de falsas promesas que muchos políticos nos venden en
sus campañas, de esas que están tan estéticamente elaboradas en sus spots
publicitarios pero que, ¿otra vez… no serán más de lo mismo?
¡La política! Esa
increíble tarima de promesas que el todo cambiará cuando asuma el
candidato tal…que la juventud tendrá las puertas abiertas… ¿cumplirán? O
seguirán la antigua y perenne práctica de crear más cargos para socios y nuevos
epulones?
Los políticos, manejan recursos e
influencias solo en beneficio propio, de su familia y de los nuevos bufones de la
corona de turno; no a favor de la población, a quien dicen servir. No hace falta recurrir a las estadísticas para constatar lo dicho.Erradicar la pobreza, al parecer, no pasa de un slogan.
Recientes casos “escupidos” por los medios de información dan cuenta que muchos políticos están “asesorados por medios y agencias de publicidad y marketing con estrategias más o menos bien elaboradas para que las fieles y no tantos, se encandilen con un vanilocuentes discurso que tiene mucho verso y escasa verdad.
Pero ¡que no cunda el pánico!, no todo está perdido, todavía... Siempre es posible estar peor aún, si no se recupera la decencia, integridad y patriotismo. Es nuestra responsabilidad no abdicar y luchar para que las cosas mejoren.Ya no aceptar una lírica e inútil declaración platónica, de quienes prometen democracia, mientras más nos hunden en la desgracia.
La falta de oportunidades fomenta cada vez más Lázaros en puerta de satisfechos epulones.
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