ES VIVIR EN y CON TENSIÓN..
¿Qué hacer con el problema de la
violencia en aumento (juvenil, policial, jurídica, deportiva, etc.), que
amenaza vidas?. Como si ya no
fuera suficiente, con los secuestros, asaltos, atentados y asesinatos crueles,
desfilan por la nefasta galería de delincuentes el Ejército del Pueblo
Paraguayo (EPP). ¡Qué desgracia viene azotando a nuestro pueblo!
Lo lamentable es que el condimento que decora la
violencia es en muchos casos la costumbre..., ni siquiera nos
inmutamos cuando alguien golpea, viola, asalta o mata.
¿Quién pondrá frenos a tanta violencia?
La violencia se está cobrando
vidas. Las páginas de los diarios, radios y canales de Tv todos los días,
cuentan y muestran las nefastas consecuencias de los terroristas de la sana
convivencia quienes no respetan a nadie ni a nada; ni a la ley ni al prójimo. Y
muchos de estos crímenes van por la ancha avenida del “opa rei”.
Está demostrado que fiscales, jueces ni
la Policía, no van a modificar este cáos establecido… (Porque muchos de ellos
también necesitan ser redimidos…) Hace falta que colaboren decididamente los
padres de familia, escuelas, iglesias y demás integrantes de la sociedad, proponiendo un plan contra la violencia.
Pero está también aquel tipo de personas viviendo permanentemente a la defensiva: ¡Cuidado, desconfía de todos, no
te fíes de nadie! ¡Permanece atento, que van a engañar! ¡Cuidado con ese…seguro
que tiene malas intenciones. ¿Eñatendé
que na che angiru!
De tanto pensar algunas de estas
frases nos predispone a
ver al semejante y las cosas de forma negativa, como si hay peligro en cualquier esquina, y todos tuviéramos que estar en máxima alerta para no ser sorprendidos por maleantes. Dicen los expertos que: Vivir a la
defensiva genera una ansiedad, lleva a vivir en un
estado de alerta, a viajar con un escudo o coraza preparado para la guerra.
¡Qué tensión!.
Cambios para dejar de estar a la
defensiva nos propone Jennifer
Delgado: 1. Asume que las
personas no son adversarios. Es
importante que comprendas que las relaciones interpersonales no son una
batalla. 2. Cuando no comprendas el
mensaje, pregunta. No
te bases en suposiciones porque estas se sustentan en tu visión del mundo, que
no siempre coincide con la de la otra persona.
3. Mantén las
emociones bajo control. A menudo las
personas que están siempre a la defensiva son muy emocionales por lo que
reaccionan exageradamente ante los estímulos del medio. 4. Desarrolla tu autoestima. En
la base de una actitud defensiva se suele esconder una profunda sensación de
inseguridad, la creencia de que seremos pisoteados a priori.
5. Toma las
críticas como lineamientos para mejorar. Las personas que
están a la defensiva a menudo les temen a las críticas porque las comprenden
como si fuera un ataque a su integridad. 6. Desarrolla la confianza. Estar
a la defensiva implica pensar que todos están en nuestra contra. ¿Por qué no lo intentamos?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario