¡PARA NO DECEPCIONARTE!
Dicen que quien mucho espera, se desespera y quien
nada espera, se sorprende. Pero no
esperar nada de nadie ¿qué exactamente significa?. Si la confianza es fe que
vigoriza la esperanza en la ayuda que el otro promete, algo mejor que se
desea, etc., ¿se desechará la esperanza como virtud?.
La vida es un misterio que ha de vivirse en lucha
permanente por alcanzar la plenitud. Pero nadie puede garantizar que se logrará
tan elevado objetivo por el solo hecho de desearlo. Hará falta esperar algo de
alguien, pues nadie es autosuficiente como para no necesitar del otro,
simplemente porque todos, en larga medida, dependemos de los demás. Es utopía no
esperar nada de nadie.
Anhelamos incansablemente calidad de
vida, tranquila y regalada, y de ser posible, sin sobresaltos. Esperamos que
amigos, compañeros de trabajo, vecinos, pareja o familia no nos fallen. Luego,
son tantas las veces que, frustraciones golpean duro porque,
precisamente, esperamos que no nos fallen.
Para no sentirnos defraudados, tal vez
sea recomendable no estar demasiado pendientes de cómo los demás van a comportarse con nosotros..
¡Cuántas veces nos han decepcionado
personas en quienes hemos creído, y cuántas veces, también hemos
decepcionado a quienes han confiado en nosotros! Sin embargo, haciendo un balance de nuestro
vida, constatamos que muchas personas, sobrepasaron nuestras
expectativas positivamente.
Dice el Papa Francisco: La esperanza cristiana es una virtud humilde que nos ayuda a no ahogarnos en las dificultades de la vida. Afirmó que la esperanza en el Señor Jesús no nunca desilusiona.
Francisco ha
citado el ejemplo de Isabel embarazada que exulta de alegría cuando es visitada
por su prima María. Es la “alegría de la presencia de Dios, ha dicho, que
camina con su pueblo. Y cuando está la alegría, está la paz. Esta es la virtud
de la esperanza: de la alegría a la paz”.
La esperanza nos sostiene y no deja que nos ahoguemos en las dificultades. Se puede hablar sobre tener fe y caridad pero es más
difícil hablar sobre la esperanza. “Hablamos de ella con mucha facilidad, pero
cuando se pregunta: ¿Tienes esperanza? ¿Qué respondemos?.
Si no queremos
decepcionarnos, no suframos esperando que los demás actúen según nuestros
criterios y expectativas. No estemos pendientes de que los demás hablen y
actúen como nosotros quisiéramos. Hay cartas en la vida que hay que jugarlas
solos.
Todos esperamos
del “otro” algo: sinceridad, honestidad, patriotismo, respeto, ganas de
superación. Esperamos también, que la gente "espere" algo bueno de nosotros, en cada ser humano… esperamos tantas cosas que, no
esperar nada de nadie es tristemente decepcionante.
Hagamos la
prueba de sentirnos bien simplemente por ayudar al otro sin esperar nada. Esa es la clave, no esperar nada a cambio, tan solo dar, darnos, donarnos en la acción. Si nada luego esperamos del otro (como manda el dogma social), sin desesperarnos, lo bueno que recibamos, siempre será lucro mayor de lo imaginado. Así nunca nos
decepcionaríamos, al menos, no tanto…
¡VENTUROSO 2019!
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