sábado, 21 de mayo de 2016

EL ODIO CORROE AL HOMBRE

SU ANTESALA... EL  RESENTIMIENTO…


No es necesario ser cultivado estudioso para opinar sobre el Rencor. Los especialistas señalan que es un sentimiento que nos impide olvidar una situación que ha ocurrido y por cuya causa nos sentimos perjudicados o dolidos. Luego, este dolor tratamos de devolver a quien creemos culpable.

Dice la psicóloga Dolores Rizo: El resentimiento es la antesala del Rencor. Es una emoción de dolor, enfado y rabia, ante una situación vivida o hacia una persona que nos causó malestar.

Estar resentido significa no haber olvidado lo ocurrido, y por tanto, permanecer con el dolor, el enfado y la rabia, como si acabase de ocurrir (…). Es una emoción que promueve la venganza, la hostilidad y la agresividad, así como el odio hacia la persona que considera responsable del sufrimiento o el daño sentido.

¿Quién sufre por Rencor?. Es importante, ser consciente de que la única persona que sufre por lo ocurrido es uno mismo, cuando siente rencor, y que, tanto el resentimiento como el rencor, no hacen más que prolongar el sufrimiento, sin resolverlo.

Y aunque existiese la posibilidad de la venganza, nunca ésta será la solución a tanto malestar acumulado, ya que, las consecuencias o el conflicto posterior a devolver el daño, nunca nos hará sentirnos bien. Porque el dolor ajeno nunca calmó el dolor propio.

Efectos del odio. Dice José Pardo: Son muchos los efectos de este dañino sentimiento pero veamos algunos: Baja autoestima. Estado de intranquilidad. Disgusto permanente aunque no se manifieste frecuentemente. Desagrado permanente por casi todo. Tiene un alto grado de enojo inmerso. Promueve el mal hábito de crear conflicto por todo.

Si la persona tiene ciertos complejos, genera rencor. Produce cierta envidia por diversas razones. Genera gran cantidad de estrés. El odio roba las bendiciones prometidas por Dios. Atenta contra la posibilidad de diálogo. Produce amargura, depresión  y temor. Pérdida del equilibrio emocional y espiritual (...)

El odio es destructivo y afecta la calidad de vida.  Dicen los estudiosos del tema que quienes más experimentan el odio, son las personas con baja auto estima y baja autoimagen, de ahí la importancia de prestar mucha atención a estos dos factores.

Algunas formas de tratar el odio: Aceptar que el rencor es auto destructivo, bien sea temporal o permanente. De acuerdo con la situación, reconocer que puede llegar a ser una enfermedad. Dedicar tiempo para estudiar la situación antes de decir algo o de actuar impulsivamente. No permitir que los sentimientos negativos de otras personas, le afecten en su vida.

Orar por la persona rencorosa para que se restaure. Perdonar también es parte del proceso para superar el odio. Practicar algún deporte o hacer ejercicio físico con frecuencia. No darle mucha importancia a detalles o cosas que no lo ameritan. No permitir que alguna situación insignificante, se convierta en una bola de nieve deslizándose montaña abajo.

En fin, pueden ser muchas las razones, pero son absurdas, producto de la inmadurez o el negativismo. Existe odio no demostrado abiertamente, mantenido en secreto, esperando una oportunidad para manifestarse como el de Caín, y que por algún motivo presente o pasado, corroe a la persona hasta la tumba, afirma Alfredo Minervini.

En la carta del Apóstol Santiago 4:14 se lee: “¡Y ni siquiera saben lo que mañana será de su vida!.Ustedes son ciertamente como una neblina que parece por un momento, luego se desaparece”. La vida es breve así que no la desperdicies ni te desgastes con sentimientos dañinos que no conducen a nada.  









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