sábado, 8 de febrero de 2020

¿POR QUÉ PIO ASÍ?... ¡¡JEÝMA!!

                                         ¡¡IPHONES A CONCEJALES!!
Resultado de imagen de USO Y ABUSO DE PRIVILEFIOS DE FUNCIONARIOS PUBLICOS
Nos desayunamos con una patada donde más duele: Junta de Asunción pretende adquirir para sus miembros última versión de marca americana. “Concurso” con todas las especificaciones del iPhone 11, con llamadas e internet ilimita os.

Ni siquiera los parlamentarios llegaron al punto de hacerse pagar teléfonos con dinero público. Saltan insólitos derroches en la Junta, como almuerzos “económicos” de 44.000 por cabeza.
El mismo pertenece a la marca iPhone (...) El costo del iPhone 11 ronda los G. 7 millones, más de 1.000 dólares.(A bc 07.02.2020)

Al punto sugiero amigablemente a nuestros ciudadanos vip... de sangre azul, leer lo que sigue:

Suecia: el país donde los parlamentarios no tienen asesores propios y pagan el café de su bolsillo. Claudia Wallin, Estocolmo para BBC Brasil:

El día a día de los diputados suecos del nuevo Parlamento, elegido en septiembre, está impregnado de la austeridad habitual en ese país: despachos de 7m2, apartamentos pequeños para funcionarios y límites estrictos a la hora de usar el dinero de los contribuyentes en el ejercicio de la actividad parlamentaria.

Los diputados suecos no disfrutan de beneficios adicionales como los tienen parlamentarios de otros países: presupuesto para fletar aviones, ayuda para alquiler, dietas, contratación de asesores particulares, ayuda para gastos médicos, guardería pagada para los hijos y fondos para la divulgación del mandato, entre otras cosas.

En Suecia la inmunidad parlamentaria no existe. Somos ciudadanos comunes, cuenta a BBC News el diputado Per-Arne Håkansson, del Partido Socialdemócrata, en su despacho del Parlamento sueco.

"No tiene sentido conceder privilegios especiales a los parlamentarios, porque nuestra tarea es representar a los ciudadanos y conocer la realidad que viven. Representarlos es un privilegio, ya que tenemos la oportunidad de influir en el rumbo del país", añade Håkansson.

A cada inicio de mandato, los diputados suecos reciben -igual que el presidente del Parlamento- una tarjeta anual para utilizar el transporte público, acompañado de información sobre el restringido uso de los fondos públicos y normas de conducta parlamentaria.

Los coches oficiales son pocos y de uso limitado. El Parlamento posee solo tres vehículos. Esta flota está disponible para el presidente del Parlamento y sus tres vicepresidentes, solo para actos oficiales.

En Suecia, el único que tiene derecho a coche de forma permanente es el primer ministro (…) Los ministros piden vehículos "cuando tienen fuertes razones para necesitarlo", dice un asesor del gobierno.

Hasta 1957 los diputados ni siquiera tenían salario: solo recibían las contribuciones de los miembros de los partidos. La decisión de establecer salarios para los parlamentarios se tomó, tras llegar a la conclusión de que ningún ciudadano debería verse "impedido de convertirse en diputado por razones económicas".

Pero el valor del salario no debería "ser tan alto como para volverse económicamente atractivo". Y ningún diputado tiene el privilegio de aumentarse el salario: en Suecia, los salarios de los parlamentarios los determina un comité independiente.

En todos los edificios de apartamentos sin habitación las lavanderías son comunitarias, y los diputados tienen que hacer cola. Estas lavanderías comunitarias, generalmente situadas en el sótano de los edificios, también cuentan con tablas de planchar.

Además, son los propios parlamentarios los que cocinan y limpian la casa. Según el departamento de administración del Parlamento sueco, se hace una limpieza gratuita sólo una vez al año, durante el receso parlamentario de verano.

Y todavía hay más: los apartamentos son exclusivamente para los parlamentarios. Los cónyuges, familiares y afines no tienen derecho a vivir ni tan solo a pernoctar en un piso propiedad del estado sin pagar.

Hasta aquí nomás…no sea que provoque taquicardia o diarrea mba-é. Pero un baño de decencia y honestidad no vendría mal para nuestro moralmente canceroso ethos guaraní. 

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