EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

Sólo para cristianos inteligentes  (II)

Ya con la autorización del Dr. Oliveira y Silva, comento retazos de su libro de bolsillo “El Nuevo Orden Mundial”, en esta reflexión que lleva como rótulo, precisamente: “El Nuevo Orden Mundial”

Este “Nuevo Orden Mundial” es un peligroso y antidemocrático fenómeno social. Los creadores del este proyecto utilizan las más sofisticadas estrategias para lograr imponer sus nuevos “Paradigmas Morales”, como el aborto sin límites bajo el nombre de salud reproductiva, la supuesta defensa de la ecología y del fenimismo, entre otros.

Como estrategia muy astuta utilizan la polisemia - significa que una palabra presenta varios sentidos. Así se monta la trampa lingüística disfrazada con careta de humanismo, idealismo y altruismo para engañar a muchos incautos idealistas, incluyendo a respetables personalidades de la política, de la prensa y de la Iglesia católica.

Pero ¿qué es el Nuevo Orden Mundial? Este fenómeno nace de una mentalidad superficial o filosofía “light” conocida como Nueva Era. Hemos entrado en un nuevo milenio, en la Era del “Acuario”, símbolo de la “armonía”. Piscis, símbolo del cristianismo, era el anterior milenio.

En la Era del Acuario Cristo debe ser arrinconado y olvidado. Por eso no es de extrañar que ahora se lea: “año tal a.d.n.e. (antes de nuestra era), o d.d.n.e. (después de nuestra era) para borrar antes de Cristo y después de Cristo.

Los líderes mundiales y magnates financieros han decidido dejar de lado los Diez Mandamientos, afirmando que no son eficaces para lograr la armonía mundial. Crearon entonces, La carta de la Tierra, cuyo propósito es la destrucción de la moral cristiana y de la dignidad de la persona humana.

Depositaron tal documento en un cofre idéntico al Arca de la Alianza y le rindieron culto de adoración en Vermont (Virginia EE.UU) bajo el lema: “Por amor a la Tierra” – no a Dios – el 09 de setiembre de 2001. Un año antes, el Cardenal Ratzinger, hoy Papa Benedicto XVI, expresaba una advertencia “el cristiano tiene el deber de protestar”, refiriéndose al proyecto del Nuevo Orden Mundial.

No es novedad decir que el hombre posmoderno está enfermo (in firmis-no firme) de materialismo hedonista, que es obsesión de tener cosas y multiplicar su bienestar- estar bien, por encima de su mitad superior que es nada mas y nada menos que su interioridad espiritual. El hombre de hoy agoniza buscando afanosamente el placer a como de lugar, la droga y del sexo a tiempo y destiempo, con este o con aquella, con cualquiera, “habiendo perdido la noción del pecado” como lo expresaba el Papa Pio XII.

Los ídolos de las 4P (plata, placer, poder y prestigio) reinan soberanos en muchos ambientes de nuestra sociedad vulnerada de muerte, capaces de cualquier conducta bestial-individual-egoísta, porque se ha perdido el sentido de dignidad humana.

Hoy preocupa más salvar un “carayá” en vías de extinción que preservar valores como el respeto, el amor y la solidaridad. Hoy, que se maten millones de inocentes con la excusa del “aborto terapéutico”, es tan importante como rascarse la oreja. Y ¿Qué dice la filosofía del “Nuevo Orden Mundial” ante esta innegable realidad? Nada. Pero son prestos y expertos en achacar todos los males a las religiones monoteístas, cristianas, sobre todo – según ellos – obsoletas y caducas, por lo que tienen que ser eliminadas.

Entonces tendrá lugar la “Nueva Moral Global”. El vocablo “global” se utiliza como caballito de batalla, porque suena bonito y simpático, porque suena a unidad solidaria de toda la “aldea global” como se denomina hoy al planeta, sugiriendo engañosamente que todo es de todos. Así las cosas, hoy se habla de economía global, ecología global, recursos naturales globales, legislación global, moral global, religión global y hasta de un gobierno global. A este conjunto de propuestas se denomina globalización.

Utilizando este término – se nos hace creer -  que estamos al día con el idioma cultivado. Lo usamos políticos, periodistas, religiosos y ciudadanos en general. Pero, aun con la avanzada tecnología, la salud, la educación, la solidaridad, el bien común, es decir, el bienestar no está globalizado. Antes bien, globalizado está todo tipo de violencia física y moral. Globalizado, sí, está el Vyroreí.

Vale la pena, por consiguiente, reflexionar honesta y profundamente sobre nuestra realidad actual.

El próximo capítulo será dedicado a los “4 Nuevos Paradigmas” que sustituirán a los Diez Mandamientos, según la filosofía del Nuevo Orden Mundial, ya señalados en el anterior artículo.