viernes, 23 de noviembre de 2012

PROFESIÓN Y VOCACIÓN

¿Cuál de ellas es la mía?

En cualquier trabajo, también en el profesional, confluyen varias facetass obre las que se articulan diferentes maneras de verlo, de vivirlo y valorarlo. Para el trabajador, el trabajo es la forma de ganarse la vida. En ese sentido, el trabajo se puede ver como empleo, como “puesto de trabajo”. También puede verse como trayectoria prolongada de la vida laboral, entonces, el trabajo se ve como carrera, especialmente como "carrera" profesional, dice Augusto Hortal A.- Ética General de las Profesiones, p.251.

El trabajo, también, puede verse como “vocación”. En la historia de las profesiones, especialmente las más clásicas, existe una cierta tradición de hablar de ellas en términos vocacionales. Hoy, para muchos es una forma anticuada, un mero adorno retórico que suscita rechazos, porque la profesión, para muchos es hoy, sólo acumular dinero.

El trabajo, además, tiene una importante dimensión social: Se hace con otros y para otros. El puesto de trabajo lo compartimos con terceros. Por eso, el trabajo es un modo normal y habitual de insertarse en la sociedad y de adquirir o enriquecer la propia identidad. Alguien que no conoce nuestro nombre puede identificarnos como el panadero, el gerente del banco, el mecánico, el taxista o el profesor de ética.

El trabajo, junto con la familia, son las dos grandes fuentes de inserción y de identidad social. Tener una identidad social es ocupar un puesto específico en el mundo. La ocupación laboral y la pertenencia a un colectivo profesional proporcionan identidad, sobre todo cuando éstas se prolongan en el tiempo.

El “profesional”, una y otra vez, afirma “profesar" su actividad a prestar servicio con dedicación, competencia, esmero, lealtad, asiduidad, conforme a los niveles de excelencia que exige su profesión. Pero, la gran mayoría ha perdido el concepto real del término “profesión”, pues son incapaces de cumplir con el horario, por ejemplo.

La palabra “vocación”, sin embargo, aun hoy tiene un significado religioso, en el sentido de vivir dedicado a la profesión como tarea central de la vida. Así, Vocación es entendida como una llamada superior que organiza el sentido de su vida. Max Weber habla mucho de “La ciencia como vocación” y “La política como vocación”, aunque en sentido secularizado. (p257)

Por ello, un “profesional por vocación”, es aquel que en esencia hace de su profesión un servicio desinteresado a la humanidad. Un profesional es una persona consagrada a su profesión y a quienes necesitan sus servicios. Entonces, sacrifica su interés económico, su descanso, su familia, incluso, su salud. Los privilegios de que goza no son sino, elementos necesarios para poder ejercer mejor su profesión en beneficio de clientes, pacientes, usuarios, etc. (p47).

La buena noticia es que en nuestro medio, por increíble que parezca, hay profesionales que hacen de su profesión, verdadera vocación. ¡Bendecida vida profesional, familiar y personal para ellos.

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