miércoles, 25 de mayo de 2022

CIENCIA VS RELIGIÓN: ¡Un suceso para pensar!

 
 Anécdota brillante del ethos de quien se convirtió en uno de los Grandes de la Historia. “La Historia de la Ciencia nunca deja de sorprendernos” 

En el año 1892, un anciano de barba blanca y un joven universitario coincidieron en el mismo vagón de tren en Europa. El anciano leía pausadamente un libro que parecía ser voluminoso y pesado. El joven también: estudiaba un voluminoso ejemplar de Ciencias. 

En un determinado momento, el joven se percató de que el libro que leía su acompañante era la Biblia y le preguntó: 

-¿Usted todavía cree en ese libro lleno de fábulas y de cuentos?

El anciano le respondió: 

*Sí, por supuesto, pero este no es un libro lleno de fábulas ni de cuentos. Es la Palabra de Dios. ¿Cree usted que estoy equivocado? 

-Claro que está equivocado, respondió el chico. Usted, señor, debería dedicarse a estudiar Ciencias e Historia Universal. Vería cómo la Revolución Francesa, ocurrida hace más de 100 años, mostró la miopía, la estupidez y las mentiras de la religión. Y agregó el joven: 

-Solo personas sin cultura o fanáticas todavía creen en esas tonterías. Usted, señor, debería conocer un poco más lo que dicen los científicos de esas cosas. 

El anciano le dijo entonces: 

*Dígame, joven, ¿es eso lo que nuestros científicos dicen sobre la Biblia? 

-Mire, dijo el joven, como me voy a bajar en la próxima estación, no tengo tiempo de explicarle, pero déjeme su tarjeta con su dirección para que le pueda enviar algún material científico por correo. Así aprende un poco sobre temas que realmente importan al mundo. 

El hombre anciano sacó una tarjeta de visita de su bolsillo y se la dio al joven. El joven quedó estupefacto al leer en la tarjeta quién era aquel anciano.

El texto impreso no engañaba: Profesor Louis Pasteur: Director general del Instituto Nacional de Investigaciones Científicas - Universidad Nacional de Francia. 

Pasteur (1822-1895) considerado el padre de la microbiología pasó a la Historia por su contribución científica, sin que esta fuera nunca un obstáculo para su fe católica. 

¿Qué diferencias se puede ver entre el joven estudiante y este señor mayor de 70 años?

¿Es realmente cierto que la Ciencia es enemiga de la Fe? ¿Qué otros grandes científicos conoces que fueron o son grandes creyentes?  ¿A qué conclusiones nos lleva esto? 

¿Qué opinas de la frase?: “El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota delante de un idiota que aparenta ser inteligente”. 

¿Para qué sirve la humildad? ¿Cómo desarrollarla y qué hacer para crecer en  ella? 

viernes, 13 de mayo de 2022

TENGO QUE: ¡Saber lo que quiero y querer lo que sé!

 

Tener un ideal es el medio único de hacer algo y llegar a ser alguien; no se comprende lo que vale la vida, hasta que no se pone al servicio de un ideal; “porque la vida es triste si no se la vive con una ilusión” (Alfonso Milagro) 

Es urgente pensar sobre el porqué de mi existencia. “Cuando el terrícola sabe adónde va, el mundo entero le da paso”. Cada soldado, dijo Napoleón, lleva en su mochila el bastón de mariscal; lo que hace falta es tener voluntad de vencer. 

Cada hombre lleva en su interior la imagen de un héroe y de un santo; lo que hace falta es que día a día; golpe tras golpe, vaya tallando esa imagen, ya que ser hombre, ser héroe y menos el ser santo no se “hace repentinamente”. 

La vida no es fácil; hay problemas que superar. Los golpes suelen ser duros, pero el atleta no se hace entre sábanas, sino en las pistas; el sabio no surge de las farras, sino de los estudios; nadie es santo mirando las nubes, sino venciendo vicios y debilidades. 

Nuestra vida no es digna de ser vivida si no es adornada por algún ideal. El poder que se maneja, los favores que se mendigan, el dinero que se amasa…tiene un valor fugaz que no satisface (…) las fuerzas morales que embellecen y califican la vida. 

Vivir es aprender, para ignorar menos; es amar para unirnos los humanos; es admirar y compartir los dones de la naturaleza; un esfuerzo por mejorarse, afán incesante de elevación hacia ideales definidos. Muchos nacen, pocos viven (J. Ingenieros) 

Para todos, la vida tiene dos rostros: La tristeza y el dolor tienen su lado amargo, pero también lo tiene dulce; todo dependerá de cual cara miremos. Es duro trabajar muchos días sembrando la semilla y cuidándola; pero es agradable recoger la cosecha. 

Es fatigoso estudiar, pero es agradable recibir el título; es duro “romperse” para construir la casa, pero es agradable poseer tu propio hogar; es duro realizar cualquier esfuerzo, pero es luego muy agradable gozar del fruto de los esfuerzos realizados. 

Para llegar a ser virtuoso, hay que hacer grandes esfuerzos, conseguir difíciles victorias, pero luego podemos gozar de la alegría de llegar a ser lo que debemos ser. 

Dios nos hizo entero: nos dio cabeza, manos y corazón; cabeza para pensar, manos para obrar, corazón para sentir. Necesitamos de las tres cosas; si nos privamos de una de ellas, quedaríamos incompletos, imperfectos: no seríamos hombre. 

Parece que tres actitudes debemos asumir ante la realidad del mundo: a) La actitud de mirar al cielo, sin hacer caso de la tierra, algo así como los apóstoles se quedaron mirando al cielo cuando Jesús se apartó de ellos; 

b) La que prevalece hoy: de mirar más bien a la tierra y centrarse en el tiempo, sin mayores preocupaciones. c) La de fijar los ojos en el cielo, pero con los pies en la tierra; bien clavados los ojos y bien fijados los pies; ni cielo sin tierra, ni tierra sin cielo. 

Hay compromiso espiritual-terrenal, que impiden que el cristiano sea descuidado; ya que hay cosas de las cuales debe ocuparse: ¡hacer lo que se debe!; luego, debe  ¡Saber lo que quiere y querer lo que sabe! Lo primero es “Amar a Dios sobre todas las cosas”. 

Nada bueno se puede hacer sin ayuda de Dios. “Si alguien se declara a mi favor ante los hombres, yo también me declararé a favor de él” (Mt, 10:32) Ya lo dijo un Papa: Que el mundo esté de colores, es mi ideal; Cristo cuenta conmigo, y yo con su gracia”.

viernes, 6 de mayo de 2022

AMOR Y RESPETO... ¡No se mendigan…!

No es raro -más aun en estos tiempos de esclavitud digital- sentirse fracasado ante la desconfianza, ansiedad, rabia, soberbia, violencia o indiferencia de los padres, hijos, hermanos, vecinos, compañeros de trabajo… 

Algunas veces -dice aquel psicólogo- se relaciona la depresión con la baja autoestima, el rechazo o incapacidad de relacionarse, cuando alguien se juzga incompetente social. 

Así, la pregunta: ¿Por qué mis padres y mis hermanos no me quieren, no se preocupan por mí? ¡Me rechazan; No tengo familia ni amigos…nadie me quiere! ¿Qué hacer? Quizá un recto examen de conciencia me conceda la respuesta: 

“¿Controlo mis emociones o soy un barril de pólvora que pelea con todo el mundo y por cualquier cosa? ¿Doy casi nada…pero quiero recibir mucho? Creo merecer lo  mejor… pero nada hago para lograrlo?” 

Naturalmente, los humanos necesitamos relacionarnos con los otros. Todos necesitamos un círculo en el cual apoyarnos. Dice un escrito recibido: “A veces en la vida hay más motivos para sentirnos mal: decepciones, mentiras, maltrato, ingratitud, calumnia. 

Quizá te lastimaron y la vida se hizo difícil. Es triste, perdiste la esperanza, no confías en nada, ni en nadie, ya no tienes razón de vivir. Pero, siempre el Señor Jesús nos dice: ¡Levántate, resplandece…Con mi paz el dolor, la angustia y tristeza desaparecen! 

Es tiempo de dejar lo que te ata y causa dolor y cambiarlo por el gozo divino. No estás solo; Dios te ama, sustenta y llama a disfrutar de su presencia, cuidado y su gracia. 

En esta vida es necesario ser consciente de que tendremos que enfrentar distintos tipos de desafíos o situaciones adversas: debemos estar preparados. ¿Cómo salir victoriosos?  Buscando en Dios, fortaleza, inteligencia y sabiduría para superar los obstáculos. 

Necesitamos de entereza, coraje, determinación y habilidad. Encomendando nuestras causas al que no perdió ni una batalla. Debemos ser dóciles y humildes para reconocer nuestros errores, y obedecer a Dios en todo de manera a obtener el resultado esperado. 

Oigamos a Pablo: El Señor me dijo: “Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad”. Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de Cristo.  

Y me alegro también de las debilidades, insultos, necesidades, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo, porque cuando más débil me siento es cuando más fuerte soy. (2 Co  12:9-11) 

Así que, las buenas relaciones se dan de una manera fácil, sin exigir ni forzar nada. Solo disfrutemos de la presencia del otro, compartir ratitos y vivirlos juntos con plenitud. Un amigo siempre está cuando lo necesitamos. 

“Este es el Dios que tienes. Uno que te conoce mejor que tú mismo. Él conoce todas las situaciones en tu vida. Nunca ha abandonado a nadie. Él sostiene a cada una de sus creaciones preciosas en la palma de su mano”. Isaías 49: 15-16.

El amor y respeto no se mendigan... ¡hay que ganárselos!. 

lunes, 2 de mayo de 2022

¡NO SE HABLE!.. “De la muerte”

¿Por qué repudiamos hablar de la desagradable muerte, si además, nadie ni nada lo puede evitar?.... ¿Por qué la inteligencia humana elude abordarla? 

Para el terrícola de hoy, morir es asunto incómodo. Ya decía el filósofo J. Baudrillard: “las sociedades salvajes a las sociedades modernas, la evolución es irreversible: poco a poco los muertos dejan de existir”. 

Antiguamente, la muerte no se ocultaba…era parte en la vida social. Morir era visible, público, expuesto, normal. Ahora el homo digital percibe la muerte como “una rareza impensable […] un extravío incurable”. (John Berger) 

“Sin nuestro “permiso” Dios nos creó con ansias de vivir eternamente. Pero, ante la parca ¡no hay escapatoria! ¿Nos casaremos, enfermaremos, seremos exitosos?... no lo sabemos, pero sabemos, sin dudar que todos moriremos, sin falta-katuete.

Un dolor o pena, por muy grave que sea, creemos que desaparecerá. Pero morir, no podemos evitar. Todos sabemos que el fin llegará; y nadie sabe cuándo ni cómo.   

La pregunta: si vamos a morir ¿qué sentido la vida? Según Sócrates “el hombre que no piensa sino en vivir, no vive”. Vivir y morir forma parte del ciclo de la vida, aunque a muchos “inteligentes” les cueste aceptarlo. 

Luego, la parca aterroriza y la mejor estrategia del tonto-homo vyrus, es auto-engañarse rechazando la realidad. Entonces, sufre tanatofobia (trastorno por ansiedad-depresión) por miedo-kyhyje a su propia muerte. 

No querer morir es natural; es gran dilema cuando el miedo paraliza. Cuando llegan los ataques de pánico, ansiedad o cuando se torna obsesivo, es ocasión de buscar ayuda. 

“Nos hará bien pensar: ¿Cómo será el día en el que esté ante Jesús…al preguntarme sobre los talentos que me dio: qué hice con ellos? ¿Cómo recibí su Palabra…con corazón abierto? ¿Hice germinarla por el bien de todos o lo escondí?” (P. Francisco) 

No conviene enfrentar la muerte con angustia. No es saludable. Vale la pena pensar como cristianos y cumplir con nuestros deberes. Los muertos ya no están. Los vivos necesitamos ganarnos esa vida eterna junto a Dios.

No es bueno ser imprudentes y decir “no temo a la muerte”, porque podemos pecar por medio del robo, adulterio, corrupción, drogas, etc. El descuido hace olvidarnos que fuimos creados por Dios para vivir con rectitud y al morir, encontrarnos con Él.

En la muerte hallamos un sentido para nuestra vida eterna….ya que no estamos condenados a ser alimentos de gusanos, sino, “ciudadanos del cielo”. (Fil. 3:20)
 

Todo ser humano tiene dignidad, que es la base de igualdad de todos los hombres entre sí. El rico y el paria; el tonto y el sabio…somos iguales… todos tenemos: * El mismo origen; * La misma Naturaleza; * La misma vocación y El mismo destino. 

La novedad esencial de la muerte cristiana se da por el Bautismo; el cristiano está ya “muerto con Cristo”, para vivir una vida nueva. Muerto con Cristo al pecado, como decimos al renovar nuestras promesas bautismales en la solemne vigilia de Pascua.

San Pablo afirma: “Para mí, la vida es Cristo y morir una ganancia” (Flp 1: 21). El conocimiento de Dios sin el de nuestra miseria produce orgullo. El conocimiento de nuestra miseria sin el conocimiento de Dios produce desesperación” (Blaise Pascal).

Vivir cada día como si fuera el último, es de inteligentes. “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn, 15) Morir en gracia, es la llave para llegar al Cielo. Morir causa tristeza, pero no nos puede vencer. ¡Ñandejara es vía a la vida eterna!

viernes, 29 de abril de 2022

¡NO ME VALORAN!

 ¿Por qué… si a nadie le hice mal?

 
Con frecuencia se suele oír esta expresión. Luego, debo preguntarme: Si soy tan buena persona ¿por qué no me valoran?; O, ¡Los otros son malos, injustos o envidiosos! 

Decía aquel profesor: “No sentirme valorado puede hacerme pensar que valgo menos que otros. Y peor, si soy generoso, dispuesto a ayudar, leal amigo, aun así, los otros no me retribuyen…es triste”. 

“Eso motiva duda y enojo cuando los demás no agradecen todo nuestro esfuerzo; daña nuestra autoestima, y puede hacernos sentir cada vez más inseguros; dejar de valorarnos a nosotros mismos”. 

¡Oh mundo cruel! ¿Por qué la gente no quiere hacer el bien? Alguien dio este oportuno consejo: “No te victimices, no exijas ni reclames: hagas lo que hagas, nadie está obligado a quererte”. Además, ¡nadie murió por no ser correspondido! 

“La revolución de la ternura -dijo P. Francisco- es la que hoy tenemos que cultivar como fruto de la misericordia: la ternura de Dios hacia cada uno de nosotros”. ¡Dios nos ama a cada uno, infinitamente!

¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré, nos asegura nuestro Creador. (Isaías 49-15) 

La grandeza de una persona está en dar sin que reciba poco o nada. ¿No recibimos algo de gente que menos esperamos? ¡Cuando damos, no esperemos nada a cambio! (Aunque nos tengan por tontos)

¿Por qué nos metieron en la mente que dar supone -siempre-katú eterei- tener que recibir también algo?  A propósito, dice un escrito que recibí: 

“Al meditar sobre esto pude entender porque nos cuesta tanto disfrutar de la gracia de Dios. Es que nos acostumbramos a pagar de alguna forma por lo que recibimos. 

El solo pensar en la cantidad de veces que hicimos cosas que nos alejaron de cualquier esperanza de salvación, nos hace  creer que esforzándonos en hacer lo bueno, podremos pagar por nuestros errores y ahí sí podríamos ganar la salvación. 

Es frustrante darnos cuenta que por más que nos esforcemos no lo lograremos, es humanamente imposible, por esto es que vino Cristo a padecer por nosotros y regalarnos la salvación. Él pagó el precio de lo que ahora nos regaló". 

Un día, un hombre sabio y piadoso clamó al cielo por una respuesta. Encabezaba un grupo de misioneros que oraban por la paz del mundo, para que las fronteras no existieran y que toda la gente viviera feliz. La pregunta que hacían era: 

- ¿Cuál es la clave, Señor, para que el mundo viva en armonía?  Entonces, los cielos se abrieron y después de un magnifico estruendo, la voz de Dios les dijo: ¡COMODIDAD! 

Los misioneros se sorprendieron al escuchar tal término de la voz de Dios. El hombre sabio preguntó de nuevo: ¿Comodidad Señor? ¿Qué significa eso? Dios dijo: La clave es: Como-di-dad. Es decir, así como yo les di, den al prójimo. 

Como-di-dad vosotros fe; Como, di, dad vosotros esperanza; Como, di, dad vosotros caridad. Como di, sin límites, sin pensar en nada más que dar, dad vosotros al mundo... y el mundo, será un paraíso. Sigamos la clave de COMO DI, DAD.

martes, 26 de abril de 2022

¿POR QUÉ? ¡Se desprecia a la clase política!

 

Dice el catedrático y analista político español Roberto Blanco Valdés: “Para responder a la pregunta, que por desgracia, está desde hace años plenamente actualizada en la vida pública española, hay que formular previamente otras dos más. 

1. ¿Por qué son tan pocos los que, pudiendo hacerlo, renuncian a entrar en la política? 

2. ¿Por qué la mayoría de los políticos, por nada quiere dejar el trajín político? 

Motivos: la mal entendida política tiene ventajas que pocos rechazan: a) sueldos faraónicos, b)  privilegios (viajes, coches, secretarias, comida, teléfonos, etc. gratis, c) el atractivo de un trabajo que poco tiene que ver con la idea de trabajar. 

Los políticos, salvando excepciones, no son muy apegados al trabajo. A esto se suma la adulación de la que, según el “calibre” del cargo, viven cercados de aduladores. 

Así, se entiende el encanto irresistible que ejerce la política, que según el filósofo Hans Enzensberger: “opera como un garito: entrar es tentadora; pero muy difícil la salida”. 

Motivos de desprecio a muchos políticos son: Deshonestidad, mentira y poco apego al trabajo. Ellos cierran con nosotros un contrato tácito: les votamos, a cambio de que nos representen de un modo intachable y ejemplar, pero ¿…? Entonces ¿Qué hacer? 

Dice P. Alonso Milagro: Parece que son tres las actitudes a adoptar frente a la realidad: 

1ª. La actitud de mirar al cielo, sin hacer caso de la tierra, algo así como los apóstoles se quedaron mirando al cielo cuando Jesús se apartó de ellos. 

2ª. Lo que resalta hoy: mirar más bien a la tierra y centrarse en el tiempo, sin mayores preocupaciones. ¡ ¡Qué pio vamos hacer!-¡Mbaéiko ja japota…ñande ko upéichante voi! 

3ª. Fijar los ojos en el cielo y los pies en la tierra; bien clavados los ojos y bien fijados los pies; ni cielo sin tierra, ni tierra sin cielo. Hay un compromiso, que impide al cristiano ser indiferente-“ñembotavy”. 

El cristiano tiene que ocuparse de hacer el bien y evitar el mal. “Quien no evangeliza, es un apóstata”. Si alguien se declara a mi favor delante de los hombres, Yo me declararé a favor de él delante de mi Padre que está en el cielo” (Mt 10:32) 

Perdimos valores vitales como respeto al otro, a la vida. El egoísmo se expande cada vez más y lo que nuestra sociedad necesita es recuperar los valores que ha perdido”. 

El psicólogo Dan Ariely afirma: “somos deshonestos cotidianos, movidos por impulsos que nos llevan a tomar acciones insensatas. De niños descubrimos que mentir trae más ventajas que decir la verdad; que si negamos nuestras faltas, evitamos castigo”. 

Después conoceremos los valores de la honestidad y los nefastos resultados de caer en la tentación. El comportamiento deshonesto no es solo cosa de niños; está diseminado en ámbitos personales, profesionales y políticos. 

El inmoral teko vai, teko monda se convence a sí mismo: mi actitud no es tan mala ya que robar un lápiz nio no es para tanto si no robé la caja entera. Con eso queda en “paz” consigo mismo. 

¡Cualquier parecido con nuestra agorilada realidad será pura coincidencia! 

¡Que el mundo esté de colores es mi ideal; Cristo cuenta conmigo, y yo con su gracia!

viernes, 22 de abril de 2022

¿EXISTE EL INFIERNO?

 

¡Nde bro, no creo en el infierno!...y vos que sos tan santulario loo… ¿qué decís? 

El amigo dijo con paciencia: Goyín, el infierno existe. Lo dijo Cristo, quien no miente. Luego, lo que es, es y lo que no es, no es. La Biblia dice muchas veces que hay infierno. Inútil es ignorarlo. Te digo con mis palabras lo que aprendí del P. J. Loring: 

“La existencia del infierno no depende de una opinión. La opinión no muda una verdad.

-Bueno pa'i, es que a mí no me cabe en la cabeza que haya un infierno. Porque si Dios es bueno, ¿cómo pio me va a condenar al sufrimiento? ¡No, no creo-Na gueroviai!

-Aunque no quepa en tu cabeza, esto es así. Porque las cosas son reales no porque caben en tu cabeza, sino porque lo dice Cristo. Y la verdad es verdad, quepa o no en tu cabeza… ¡Cómo pio lo que no entendés chamigo! 

Que sea sólo verdad lo que vos entendés, es ridícula soberbia. Hay muchas verdades que no caben en tu cabeza. Es que, en tu cabecita de pulga caben muy pocas cosas. Las cosas no son mentiras sólo porque no entran en tu cabeza.

Es como si una hormiga dijera: ¿Quién dijo que hay juego de naipes? Cómo va a haber juego de naipes, a mí no me cabe en la cabeza. Aunque a la hormiga no le quepa en su cabeza tal juego de cartas, el juego de naipes existe.

Podemos tener dificultades sobre el infierno. Es aceptable que alguien no lo entienda. Es lógico dada la pequeñez de nuestra mente. Hay cosas que no entendemos. Pero, decir: “tal cosa no es verdad porque yo no lo entiendo”, es ridículo. 

Existe el infierno porque Cristo lo dijo y punto. Crea o no, entienda o no…es viruta-vyroreí. Además, ¡Nadie va al infierno por culpa de otros...es decisión personal! 

¡E'a nde!... ¿cómo pio es eso de que nadie se condena por culpa de otros?, desafió Goyín. 

“Te doy un ejemplo muy gráfico para que entiendas”, contestó suavemente el amigo: 

“Un día en un barco de alta mar un grupo de jóvenes hacen una apuesta. -¿Qué apuestas si me tiro al agua? -Anda no digas idioteces. ¡Cuánto me dan si me tiro al agua? -Me tiro al agua con tal que ustedes den la voz de ¡hombre al agua!

“Porque cuando un hombre cae al agua se grita ¡hombre al agua! Entonces el barco da unos círculos alrededor del lugar donde cayó el náufrago. Él, confiando en que los otros darían la voz de alarma se tiró al Atlántico, a la noche, por 1.000 USD.

Los otros gritaron: ¡hombre al agua! El capitán ordena dar las vueltas alrededor del sitio. Pero, giraban donde el náufrago no cayó y no lo encontraron. Y el barco se retiró sin él. Cuando el joven se da cuenta que lo abandonan…¡se desespera, se desgarra el alma!

“Maldito yo, imbécil de mí, que por 1.000 USD me quedo sin esperanza, sin salvación y todo por mi culpa”… ¡Es la desesperación del condenado! 

-Maldito yo que por una idiotez me condeno, pierdo esperanza y mi salvación. Pierdo mi vida, mi felicidad. Porque quise. Nadie me obligó. Yo elegí estar aquí. ¡Maldito yo!. 

A continuación, te doy algunas de las tantas citas bíblicas que hacen referencia al infierno: “Y el diablo, que los engañó, fue arrojado al lago de fuego…fueron arrojados el monstruo y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por todos los siglos” (Ap. 20:10) 

Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo; mejor entrar con un ojo en el reino...que seas tirado al infierno, donde los gusanos no mueren y el fuego no se apaga” (Mc 9, 47:48). 

La lengua es fuego…un mundo de maldad…que contamina a toda la persona. Está encendida por el infierno mismo, y hace arder todo el curso de la vida”. (Stg. 3-6)

 Goyín, atajá tu lengua: ¡Por tus palabras serás juzgado; declarado inocente o culpable!. (Mt.12-37)

¡Feliz Pascua de Resurrección Goyín…y ojalá... en aquel día…nos veamos en el cielo

miércoles, 20 de abril de 2022

LA VOZ DEL PUEBLO… ¿Es la voz de Dios?

  
Esta frase: la voz del pueblo, es la voz de Dios significa que “la opinión del pueblo”, gente común, acertada o no, es la voluntad de Dios. Y, hay que obedecerse, porque para muchos, ésta se impone y trae mala suerte “jeta”, ignorar la vox populi. 

Democracia es votar, pero no es solo votar nomás. Democracia es que los intendentes, gobernadores, legisladores…electos respeten la ley, los derechos de las minorías y no joderles la vida a los “comunes”; gobernar para todos, no solo para los que te votaron. 

Muchos “votados” aquí y allá se volvieron nefastos funcionarios de 1ª. Y por eso, la credibilidad de la democracia es sospechosa, y los nuevos “gerentes generales del universo”, muy pronto son aplazados. El mundo de hoy… ¿es un mundo sin Dios? 

San Agustín, escribió “La ciudad de Dios”, para concientizar al terrícola de la lucha humana que se estaba llevando a cabo, frente al conflicto espiritual a raíz del Pecado Original que apartó a los hombres de la gracia de Dios. 

Ante el actual caos establecido, el Papa Francisco nos regala palabras de esperanza: 

Puedes tener defectos, estar ansioso y vivir enojado a veces, pero no olvides que tu vida es la empresa más grande del mundo. Sólo tú puedes evitar que se vaya cuesta abajo. Muchos te aprecian, admiran y aman. 

Si repensabas que ser feliz es no tener un cielo sin tormenta, un camino sin accidentes, trabajar sin cansancio, relaciones sin desengaños, estabas equivocado. Ser feliz no es sólo disfrutar de la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.

No sólo es celebrar los éxitos, sino aprender lecciones de los fracasos. No es sólo sentirse feliz con los aplausos, sino ser feliz en el anonimato.  

La vida vale la pena vivirla, a pesar de todos los desafíos, malentendidos, periodos de crisis. Ser feliz no es un destino del destino, sino un logro para quien logra viajar dentro de sí mismo. 

Ser feliz es dejar de sentirse víctima de los problemas y convertirse en el autor de la propia historia, atraviesas desiertos fuera de ti, pero logras encontrar un oasis en el fondo de vuestra  alma. 

Ser feliz es dar gracias por cada mañana, por el milagro de la vida.  Ser feliz es no tener miedo de tus propios sentimientos. Es saber hablar de ti. Es tener el coraje de escuchar un "no". Es sentirse seguro al recibir una crítica, aunque sea injusta. 

Es besar a los niños, mimar a los padres, vivir momentos poéticos con los amigos, incluso cuando nos lastiman. Ser feliz es dejar vivir a la criatura que vive en cada uno de nosotros, libre, feliz y sencilla. 

Es tener la madurez para poder decir: "Me equivoqué".  Es tener el valor de decir: "perdón".  Significa tener la sensibilidad para decir: "Te necesito".  Significa tener la capacidad de decir "te amo". 

Que tu vida se convierta en un jardín de oportunidades para ser feliz... Que tu primavera sea amante de la alegría.  Que seas un amante de la sabiduría en tus inviernos. 

Y cuando te equivoques, empieza de nuevo desde el principio.  Sólo entonces te apasionará la vida. Descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta.

Pero el uso de las lágrimas es para regar la tolerancia. Utiliza las pérdidas para entrenar la paciencia.  Usa errores para esculpir la serenidad.  Usa el dolor para pulir el placer.  Usa obstáculos para abrir ventanas de inteligencia.  

Nunca te rindas... Nunca te rindas con las personas que te aman.  Nunca renuncies a la felicidad, porque la vida es un espectáculo increíble. ¡¡Felices Pascuas!!

miércoles, 13 de abril de 2022

QUE TAL-MBA'ETEKÓPA?

¡Si ayunamos de vivir criticando!

 

Creencia es -aunque no siempre bien entienda- que en Cuaresma se ayuna. No se come asado, aunque se puede comer pescado, y chupar como un descocido. Luego, ¡ya soy devoto penitente! 

Ayunar nada cuesta, si es con el fin de perder peso. Entonces, ¿de qué tengo que ayunar? ¿Mba'etekópa (que tal) si aprovecho este tiempo para abstenerme -ajejoko hagua- de palabras pensamientos y malas acciones? ¡Eso cuesta mucho-upéa hasy eterei hína bro! 

¡Cuánta antipatía puebla nuestro “sistema operativo-mente”, contra colegas, vecinos, parientes “pesados”; diputados, senadores, gobernadores, intendentes y políticos acusados de inmorales que prometen democracia pero cada vez más nos hunden en la desgracia! 

Gran porcentaje de nuestra diarrea verbal es de mala calidad. Críticas dañinas, aquí y allá, con o sin razón, son infectadas delicias con el que nos alimentamos. Así, quien no critica a su prójimo es un “extraterrestre”. 

Lo normal es comerse al prójimo. Se critica todo y a todos sin pudor, dice el P. Mariano de Blasen. “Los obispos franceses pidieron a los cristianos un ayuno muy raro: “renunciar a palabras inútiles y emplear palabras para dar testimonio.

Quizás no planteamos qué palabras saltan el cerco de nuestros dientes -diría Homero. Nuestro modo de pensar, a veces tan poco orientado, no deja espacio a una serena reflexión sobre nuestras palabras, dice Álvaro Correa y agrega: 

Decimos cualquier cosa; luego llega el remordimiento de no decir lo que debíamos, o callar lo que no deberíamos decir. Queremos dar marcha atrás, pero lo dicho, dicho está. Por eso, hoy reconozcamos el torrente de “palabras inútiles” con las que herimos a otros.

Es gran penitencia acallar la propia vanidad y no decir palabras que son incienso arrogante del propio "yo". Duele también contener la respuesta ante un insulto o una humillación. 

El humano es capaz de dominar toda clase de fieras, aves, serpientes, animales del mar, pero no su lengua…llena de veneno mortal. Con la lengua, bendecimos a nuestro Señor y Padre y maldecimos a los hombres creados por Dios a su propia imagen (St. 3,7:8) 

“Quien domina su lengua es “un varón perfecto” (Stg 3:9). Da pena ver cómo hay gente que se juzga cómoda en el círculo de sus amistades cuando su lengua se embarra con palabras groseras o términos de doble sentido. 

“De la riqueza del corazón habla la boca” (Lc 6,45) ¿Y quién no lleva en su corazón alguna riqueza? Por ello, hablemos siempre del bien que se ve, que se sabe, que se oye, que se toca. 

También nos rodean personas maravillosas y por eso, vivimos en un mundo genialmente bello. Todo es una poesía del amor de Dios. Entonces, ¿Por qué se va a quedar muda la lengua? Ya decía con acierto san Agustín: no podemos creer y quedarnos callados. 

La salsa trivial-vyrorei de “palabras inútiles”, no hacen más que mostrar inmadurez humana y pobreza de espíritu. El “ñe'ẽrei” es de “gente hipócrita, disparatera”. Hoy, los Mass Media -muchas veces- son los maestros del vocabulario grosero y vulgar. Con razón a Sataná lo llaman el acusador (Ap. 12,10)

Dicen que hablar lo justo, con educación es una conquista de hombres recios y de mujeres finas, con ideal y aprecio por la dignidad propia y ajena. Esta penitencia invita a cerrar oídos para que mi lengua no diga lo que no debe decir. ¡Amén! 

¡Ah!... y por favor no olvides que ¡quien no tiene Cuaresma, no tiene Pascua!

martes, 12 de abril de 2022

¡TODO SE CONOCERÁ!...

  ¡Porque…nada quedará oculto!

 
“El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón” (1 Sam 16:7) “Porque nada hay oculto, que no se descubra; ni oculto, que no haya de saberse”. (Lc 12:2) 

Dice un comentario que me enviaron: "Detrás de la máscara": “Un notario vivía en la opulencia desde hacía diez años… con el dinero de sus clientes. Una mañana los policías llegaron y lo esposaron. 

Aunque en esa pequeña ciudad era conocido como persona honesta, había engañado a todo el mundo: a sus clientes, vecinos, amigos, quienes disfrutaban de su generosidad, ¡e incluso a su mujer e hijos!

Era amable, elegante, e inspiraba confianza. Sin embargo, con su hermosa apariencia y su cuello blanco, había arruinado a mucha gente robándoles sus ahorros. Pero un día descubrieron el fraude y el ladrón fue llevado a la cárcel. 

La justicia de los hombres es incapaz de descubrir a todos los culpables, y a veces condena a gente inocente. Pero hay alguien a quien nunca podrán engañar con una apariencia correcta y honesta: Dios. 

Sea cual sea la imagen que demos ante nuestros semejantes, Dios conoce al ser humano y no se hace ninguna ilusión respecto al hombre. Dios conoce los pensamientos y los corazones. 

¿Y qué ve en usted y en mí? ¿Una buena opinión de nosotros mismos, nuestras faltas a la verdad, nuestra falta de compasión? ¿O el arrepentimiento y la fe? ¿Quién realmente soy yo?

No temamos la mirada de Dios, al contrario, ¡busquémosla! Como el rey David, pidámosle continuamente: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón… y si hay en mí caminar perversidad, guíame en el camino eterno” (Sal 139:23-24) 

No se engañen: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, se cosecha. El que siembra en los malos deseos, de sus malos deseos recogerá cosecha de muerte. El que siembra en el Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna (Gal. 6,7-8) 

Luego de toda una vida entre togas, Manuela Carmena Castrillo abogada y después juez, dijo entre otras cosas: En teoría todos somos iguales ante la ley; en la práctica no”. El funcionamiento de los tribunales empobrece el derecho a la tutela judicial efectiva. (cf. Vera Gutiérrez Calvo-24.02.13)

En la práctica, y no solo en casos tan llamativos, hay muchas cosas que hacen que no seamos iguales ante la ley, fundamentalmente los medios económicos. Comparecer ante la justicia es extraordinariamente caro. (cf. Vera Gutiérrez Calvo-24.02.13) 

Todos somos iguales ante la ley”, sentencia platónica que suena cándida en los papeles; pero, hay una doliente realidad que se reconoce “sotto voce (mbeguemi): “Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla”.                                                                                 

Así, es saludable este dicho: Y al dictar sentencia, no hagan ninguna distinción de personas: atiendan tanto a los humildes como a los poderosos, sin tenerle miedo a nadie, porque el juicio es de Dios. Y si se les presenta algún caso difícil, pásenmelo para que yo lo atienda” (Deut. 1:17) 

Cuaresma es un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo resucitado. Es bueno  reflexionar sobre lo que aconsejó Pablo a los gálatas 6,9-10): 

No nos cansemos de hacer el bien… si no desfallecemos, recogeremos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos”.

Y recordemos... ¡Quien no tiene Cuaresma, no tiene Pascua!