viernes, 22 de abril de 2022

¿EXISTE EL INFIERNO?

 

¡Nde bro, no creo en el infierno!...y vos que sos tan santulario loo… ¿qué decís? 

El amigo dijo con paciencia: Goyín, el infierno existe. Lo dijo Cristo, quien no miente. Luego, lo que es, es y lo que no es, no es. La Biblia dice muchas veces que hay infierno. Inútil es ignorarlo. Te digo con mis palabras lo que aprendí del P. J. Loring: 

“La existencia del infierno no depende de una opinión. La opinión no muda una verdad.

-Bueno pa'i, es que a mí no me cabe en la cabeza que haya un infierno. Porque si Dios es bueno, ¿cómo pio me va a condenar al sufrimiento? ¡No, no creo-Na gueroviai!

-Aunque no quepa en tu cabeza, esto es así. Porque las cosas son reales no porque caben en tu cabeza, sino porque lo dice Cristo. Y la verdad es verdad, quepa o no en tu cabeza… ¡Cómo pio lo que no entendés chamigo! 

Que sea sólo verdad lo que vos entendés, es ridícula soberbia. Hay muchas verdades que no caben en tu cabeza. Es que, en tu cabecita de pulga caben muy pocas cosas. Las cosas no son mentiras sólo porque no entran en tu cabeza.

Es como si una hormiga dijera: ¿Quién dijo que hay juego de naipes? Cómo va a haber juego de naipes, a mí no me cabe en la cabeza. Aunque a la hormiga no le quepa en su cabeza tal juego de cartas, el juego de naipes existe.

Podemos tener dificultades sobre el infierno. Es aceptable que alguien no lo entienda. Es lógico dada la pequeñez de nuestra mente. Hay cosas que no entendemos. Pero, decir: “tal cosa no es verdad porque yo no lo entiendo”, es ridículo. 

Existe el infierno porque Cristo lo dijo y punto. Crea o no, entienda o no…es viruta-vyroreí. Además, ¡Nadie va al infierno por culpa de otros...es decisión personal! 

¡E'a nde!... ¿cómo pio es eso de que nadie se condena por culpa de otros?, desafió Goyín. 

“Te doy un ejemplo muy gráfico para que entiendas”, contestó suavemente el amigo: 

“Un día en un barco de alta mar un grupo de jóvenes hacen una apuesta. -¿Qué apuestas si me tiro al agua? -Anda no digas idioteces. ¡Cuánto me dan si me tiro al agua? -Me tiro al agua con tal que ustedes den la voz de ¡hombre al agua!

“Porque cuando un hombre cae al agua se grita ¡hombre al agua! Entonces el barco da unos círculos alrededor del lugar donde cayó el náufrago. Él, confiando en que los otros darían la voz de alarma se tiró al Atlántico, a la noche, por 1.000 USD.

Los otros gritaron: ¡hombre al agua! El capitán ordena dar las vueltas alrededor del sitio. Pero, giraban donde el náufrago no cayó y no lo encontraron. Y el barco se retiró sin él. Cuando el joven se da cuenta que lo abandonan…¡se desespera, se desgarra el alma!

“Maldito yo, imbécil de mí, que por 1.000 USD me quedo sin esperanza, sin salvación y todo por mi culpa”… ¡Es la desesperación del condenado! 

-Maldito yo que por una idiotez me condeno, pierdo esperanza y mi salvación. Pierdo mi vida, mi felicidad. Porque quise. Nadie me obligó. Yo elegí estar aquí. ¡Maldito yo!. 

A continuación, te doy algunas de las tantas citas bíblicas que hacen referencia al infierno: “Y el diablo, que los engañó, fue arrojado al lago de fuego…fueron arrojados el monstruo y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por todos los siglos” (Ap. 20:10) 

Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo; mejor entrar con un ojo en el reino...que seas tirado al infierno, donde los gusanos no mueren y el fuego no se apaga” (Mc 9, 47:48). 

La lengua es fuego…un mundo de maldad…que contamina a toda la persona. Está encendida por el infierno mismo, y hace arder todo el curso de la vida”. (Stg. 3-6)

 Goyín, atajá tu lengua: ¡Por tus palabras serás juzgado; declarado inocente o culpable!. (Mt.12-37)

¡Feliz Pascua de Resurrección Goyín…y ojalá... en aquel día…nos veamos en el cielo

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