lunes, 13 de abril de 2020

“¡ES VERDAD! ¡EL SEÑOR RESUCITÓ!”

 🌹✞ALELUYA EL SEÑOR HA RESUCITADO✞ 🌹
¡Feliz Pascua!...expresión de gran júbilo para el mundo cristiano. ¿Cuál sería la conducta del terrícola posmoderno de haber vivido los acontecimientos de: crucifixión, muerte y resurrección del Galileo? ¿Qué diría, pensaría o haría?

Hoy, se cree o se dice creer que, era hijo de carpintero, maestro, desterrado, líder... es decir, todo lo que sabemos de Él, pero hizo lo que ningún otro carpintero, maestro, desterrado o líder jamás ha hecho, por muy poderoso que fuera": ¡Resucitó!

"Él vivió y murió, pero hay una diferencia: Se levantó de entre los muertos; volvió a vivir. Gracias a Él la muerte no tiene, la última palabra, el sepulcro no tiene victoria. Y el cristiano que lucha por ser fiel a su palabra, también vivirá. 
Así las cosas, ese es el motivo de la alegría de los cristianos, y del sentido de tanta felicitación. Jesús resucitó hace dos mil años y con eso cambió por completo la historia del mundo, y la vida de todos aquellos que quieran seguirlo... 

Hubiera sido un fracaso sus sufrimientos y, desahucio de sus seguidores, su muerte definitiva. Porque, “si Jesús no hubiese resucitado la predicación sería vana y seríamos los hombres más dignos de compasión” (1ª Cor 15, 14.19).

Los cristianos disfrutarán la vida resucitada igual que Cristo… (1ª Co.15:42-44). En esta vida sufrimos dolores y enfermedades, pero en la vida venidera, disfrutaremos los cuerpos perfectos que ahora anhelamos desesperadamente.

Pero, la resurrección de Cristo significa que Él juzgará al mundo con justicia.  Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de ignorancia, Dios declara ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan. 

Porque Él ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia, por medio de un Hombre a quien Él ha designado, habiendo presentado pruebas a todos los hombres cuando Lo resucitó de entre los muertos”, Hechos 17:30-31.

Por consiguiente, la resurrección de Cristo supone compromiso. Todos seremos juzgados por las cosas que hicimos o dejamos de hacer. Los impíos serán responsables de su desobediencia, y quienes se esforzaron por serles fiel, serán recompensados.

Pero este juicio no tiene que ser algo terrible. La fe es lo que nos une a Cristo, nos ayuda a hacer el bien y evitar el mal, por lo cual, recibiremo el perdón de nuestros pecados.

No nos contentemos sólo con enviar mensajes de felicidad, huevos de pascua, entre otros regalitos que nos impone el consumismo. Lo más importante, es el regalo increíble que Dios nos ofrece en Cristo: ¿amar a Dios y a los demás como hermanos que somos! 

“Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?”  Juan 11:25-26.
¡Feliz Pascua con todos

domingo, 12 de abril de 2020

¿QUIEN SOY CUANDO...NADIE ME VE?

Máscaras
Es muy conocido este caso (¿real o ficticio?), de una pareja que fue a comprar comida rápida a un local de hamburguesas: desde su auto pidieron su comida y les entregaron…

La sorpresa que se llevó este hombre fue tremenda, ya que al abrir la bolsa no encontró hamburguesas, sino que mucho dinero. Al parecer el vendedor confundió los paquetes y le entrego la recaudación del día.

El hombre le dijo a su pareja, que fueran a devolver el dinero, así que fueron y pidieron hablar con el gerente.

El gerente pensó que le reclamarían por la comida, pero le sorprendió que no fuera así, sino que le explicara lo sucedido y pidió las hamburguesas.

El gerente quería llamar a un reportero para que todo el mundo supiera de la honestidad de este hombre, pero él le pidió que no lo hiciera...¿Por qué?

Porque, la mujer con la que andaba no era su esposa, sino su amante y no quería que su familia se enterara. Este hombre era honesto, devolvió una gran suma de dinero, pero no era integro

La palabra integridad se define como entero, y se refiere a algo completo, lleno, que no tiene espacios vacíos o que no está dividido.

Uno puede ser honesto, pero no ser integro, es decir puede estar dividido en lo que hace, agradar a uno pero no a otro. Ejemplo: Mentir a su familia, pero ser honesto en el trabajo. 

Cuando nos falta integridad, perdemos la confianza de las personas, pero cuando somos íntegros, ganamos la confianza de Dios.

Las circunstancias que enfrentamos en la vida, no deben definir nuestro carácter o nuestra manera de enfrentar las situaciones. Ser personas integras significa: ¡a pesar de las dificultades que estemos enfrentando, nunca olvidar nuestras convicciones!.

Nos traicionamos a nosotros mismos, ya que cuando faltamos a nuestra palabra, cuando engañamos a otros, realmente nos estamos engañando a nosotros mismos y nos faltamos el respeto.La Integridad no se negocia, porque eesta se afirma en la convicción.

Otro ejemplo: En una fiesta, todos de traje, la casa muy elegante, todos vestidos muy bien, un hombre se acerca a una mujer muy guapa y le dice muy discretamente, Ud...se acostaría conmigo por un millón de dólares?”

La mujer, con una sonrisa, responde, lo pensaré. Unas horas más tarde, el mismo hombre se acerca otra vez y le dice: ¿Te acuestas conmigo por 10 dólares? Ella, indignada, le responde con coraje:

¡Qué crees que soy! El hombre le dice: "Ya hemos establecido lo que eres...estamos negociando el precio, nada más"...

 ¿Es necesario agregar alguna explicación

sábado, 11 de abril de 2020

“DEMOCRÁTICO MIEDO”, AL QUÉ DIRÁN

lojeda: septiembre 2018
Afirman: El cristianismo no es gnosticismo (doctrina esotérica y herética del conocimiento); no predica la salvación por el exclusivo conocimiento intuitivo y misterioso de las cosas divinas. Ello sería barbarizar la razón. El cristianismo es “un estilo de vida”.

San Agustín nos recuerda: “No se entra a la verdad, sino por el amor”. Amor que se traduce en magnanimidad, humildad, entrega y gran dosis de coraje para pensar la verdad, decir la verdad y hacer lo justo. Es llamado a hacer el bien y evitar el mal.

Así las cosas, el cristianismo, no es para temerosos de la impopularidad que supone remar contra corriente, llamando a las cosas por su nombre y viviendo con conciencia recta, aunque tal conducta, se “arrugue ante el democrático miedo, al qué dirán.

El día en que Jesús enseñó las bienaventuranzas firmó su sentencia de muerte, porque, no puede predicarse algo tan “contrariamente horroroso” a este mundo de “libertad y dignidad”, sin que los narcisistas acaben vengándose, llevando al predicador a la “cuneta”.

Porque decir cosas como: “dichosos los que sufren…los tristes...los que tienen hambre.., es el mejor camino para ganarse enemigos, al atentar groseramente contra lo políticamente correcto, como son las bienaventuranzas.

Por consiguiente, la crucifixión no podía estar lejos cuando Jesús agregó: “¡Ay de ustedes  los ricos, de los que ahora están satisfechos porque ya habéis recibido vuestro consuelo…ay de ustedes que ahora ríen…porque gemirán!” (Lc 6, 24-25)

El cristiano que vive su compromiso bautismal de (sacerdote, profeta y rey), es decir, con libertad, valentía y paz interior, a pesar de las humanas debilidades y limitaciones, no se acobarda ante el democrático miedo “al qué dirán”.

El cristiano encariña la razón, no la barbariza: "Obra de tal forma que no tenga que arrepentirse, en aquella hora, de haber amado demasiado poco", repetimos lo afirmado por Chiara Lubich.

A propósito, recuerdan a Leonardo da Vinchi quejándose así: “Señor, tú nos das dones, pero nos pides a cambio, dolores, trabajo, cansancio”. (Manuel Tessi- Conferencia “El eco del Trabajador” - Universidad  La Salle México - Oct. 2015) “Es curioso que nunca como ahora el mundo tuvo tantos enseñadores de ética, pero también, como nunca, pocos practican lo que hablan”. 

Juan Pablo II en su Carta “El Esplendor de la Verdad” apunta: Ningún hombre puede eludir estas preguntas fundamentales: ¿Qué hacer?, ¿Cómo discernir el bien del mal? La respuesta es posible sólo gracias de la verdad que brilla en lo más íntimo de cada espíritu humano.

Así las cosas, es urgente hablar de lo esencial en favor de tantas ovejas desorientadas, hoy...aquí y ahora...no "sine die", como gustan cacarear ciertos “sumos pontífices del academicismo lingüístico”, siempre perdidos en su diarrea verbal.       

Hay dos tipos de cristianos: el de los justos que se creen pecadores y luchan por superarse, el otro, los pecadores impenitentes, que se creen justos. Estos carecen de capacidad para sentir vergüenza y dolor por el mal causado a él mismo y a otros, dirá el amigo Carlos Díaz.

¡Seamos de aquellos que trabajan pendientes de la aprobación de Dios y de nadie más!

viernes, 10 de abril de 2020

AMA TU VIDA, Y LA DE OTROS!

Ama tu vida y la de los demás - Departamento de Recursos Humanos UACH 
Toda restricción, cuarentena o aislamiento, a la que el protocolo sanitario nos somete -katú etereí-, aquí y allá genera andanada de plagueos y protestas de un sector de la sociedad, contra las autoridades sanitarias.

No tengo competencias ni es mi deseo juzgar la moralidad de tales reclamos. Solo expreso la preocupación generada en quienes se debaten entre la amenaza del Covid y la del hambre.

Se oye gritar, o decir sotto voce (mbeguemi): “El Gobierno nos encierra, pero el “hambre mata”. Se leía en un cartel durante una protesta contra la cuarentena(Vare á gui, ña manóta)

Hay gente que vive de pequeños negocios: venden comida en la calle, en el mercado o asean la casa de otras familias, y hoy perdieron sus fuentes de ingreso. Sus historias las conocemos porque día y noche, los medios masivos de información, nos “inflan” los oídos.

También es realidad que el momento crítico al que tanto temían los médicos y los equipos de enfermería cuando se declaró la pandemia por el coronavirus, ya llegó a hospitales de países europeos (mejor preparados que nosotros). Ojalá no sea verdad lo que se lee en párrafos sgtes:

“Como en una despiadada e irreversible lista de Schindler, porque saben que condenan a muerte a quienes no estén incluidos en ella, los facultativos están teniendo ya que elegir a qué pacientes salvan y a qué pacientes dejan morir, porque  es imposible salvar a todo el mundo.

No hay respiradores para todos, no hay camas para todos. No hay suficiente personal. No hay de nada”, solloza una doctora, responsable de una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).  

Los elegidos, consiguen ser intubadosLos desahuciados son sedados para que no sientan nada y, de la mano del personal sanitario (porque los familiares no pueden estar presentes), son acompañados a una sala donde se les “ayuda a morir y se está a su lado hasta el final”, describe con horror una doctora. “Tenemos que dejar morir a mucha gente, es insoportable, intolerable. Demencial…”, rompe a llorar la galeno.

Sabe Dios que, mientras escribo estas líneas, se me arruga el corazón de angustia. Ignoro quienes son…pero mis pensamientos vuelan hacia nuestra realidad y pregunto: ¿Qué será de nosotros si llegáramos a los extremos señalados?

“La gente tiene que entender que el trabajo es riesgoso, que no estamos ante una enfermedad cualquiera, no es un simple tĩ syry, tiene que tomar en serio esto. Hay muchos compatriotas que nos estamos poniendo en riesgo para saber si es o no y si tratamos o no”.

Los primeros que caen son los personales de salud y ¿quién va a atender a la ciudadanía si los profesionales de salud caen”, dijo el Dr. Carlos Morínigo, coordinador del INERAM.

Oigamos a Chiara Lubich, docente italiana, fundadora y presidente del Movimiento de los Focolares, cuyo objetivo es la unidad entre los pueblos y fraternidad universal: “Obra de tal modo que no tengas que arrepentirte, en aquella hora, de haber amado demasiado poco

Recordando hoy la muerte de Jesús, viene a la memoria la figura del dichoso ladrón Dimas, quien al morir hizo el más sonado atraco de su vida, ¡robando el paraíso..! Y Jesús se dejó robar el cielo: “hoy mismo estarás conmigo en el paraíso” (Lc 23-43) bastó solo el dolor y arrepentimiento del ladrón.

¿Porqué no reivindicamos hoy viernes santo, el título de cristiano añeteté, aunque tal título valioso para mí, no cotiza hoy en la bolsa ni rinda dividendos?,diría Carlos. Díaz. Por amor a nuestra vida y la de todos: Ja pyta mina ñanderógape, ¿SÍ PA?

jueves, 9 de abril de 2020

¡HORA DE PRUDENCIA Y ALGO MÁS!

Prudencia, Fortaleza, Templanza y Justicia' por Agustín Fabra
 Ante estos momentos difíciles, tristes, de total incertidumbre, todos los ciudadanos de bien, debemos cumplir estricta y responsablemente con las recomendaciones de las autoridades sanitarias. De lo contrario, la podemos pasar mucho peor.

Al punto, es oportuno recordar las palabras del maestro S. Núñez: “La vida es una carrera, largo y penoso esfuerzo con que vamos creciendo y madurando por entre muchas derrotas y victorias”.

Por ello, además de sentirnos respetuosos de normas, en esta hora propicia de Cuaresma, quienes nos decimos cristianos, hagamos de esta circunstancia una ocasión de solidaridad, amor y perdón.

Prudencia: El catecismo enseña que la prudencia es virtud que lidera a las virtudes. Igual que un sabio conductor, la prudencia es una virtud especial que pertenece a la inteligencia y a la voluntad: El prudente hace lo que debe, no sólo lo que quiere.

Si nos dicen una y otra vez: “E pytá nde rógape”, ¿es prudente seguir la vida como si nada, juntarnos con los amigos, jugar al piki y chupar como descosidos, habiendo grave peligro de contagio, enfermedad y muerte, para uno mismo y para los demás?

¿Es prudente, aunque creamos que no seremos golpeados por el Covidviolar las medidas sanitarias sugeridas por las autoridades?

Lo que hace la prudencia es que pensemos antes de actuar. Ej: Si salimos a voludear y molestar a otros porque no nos importa la propia vida, pensemos que: no tenemos derecho de decidir por la salud y vida de los demás.

Dije ¡pensemos!…Si funcionara nuestro mecanismo cognitivo (pensar), entonces no saldríamos de casa. Pero si salimos…porque se nos canta (no por extrema necesidad) es que, tenemos nomás luego la cabeza hueca, o llena de mo, más benignamente diciendo: tenemos cabeza de cartón.

La Templanza. Es virtud moral que ayuda a no dejarnos llevar por reacciones apasionadas (hacer lo que queremos sin frenos ni barreras). La templanza acompaña a la prudencia y da “polenta” para no salir, jaje jokómi haguá. Lavarse manos y usar barbijo, aunque no... ¡da gusto loo!  

La Fortaleza, supone firmeza y constancia en la búsqueda del bien. Nos ayuda a superar el temor. Incluso nos capacita, como dice el Catecismo, para renunciar y sacrificarnos por causas justas. Fuerte no es quien ataca con furia. Fuerte es quien Resiste.

La Justicia, supone firme y constante voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que es debido. Aunque nos sintamos bien y lejos de los grupos de riesgo, ¿es justo hacerse “ñembotavy” para no cumplir las medidas sanitarias y poner en riesgo la salud y vida de nuestra familia y la de los demás?

Finalmente, si no hay Prudencia, no hay virtud moral, porque la Prudencia es la madre y fundamento de las virtudes cardinales: Justicia, Templanza y Fortaleza. Por tanto, aquel que es prudente, es por añadidura justo, fuerte y templado.

Sabemos que todo esto es demasiado para la comprensión del entendimiento de muchos terrícolas, pero hagamos todos un esfuerzo y juntos venzamos al asesino Covid-19, ¿SI PA?

miércoles, 8 de abril de 2020

EDUCACIÓN: ¡DOLOROSO PARTO! (FIN)

Tierra para amar, vivir y Progresar. Una pasión que nace del alma ...
 Decíamos que la educación debería iniciarse en casa. “Los niños deben aprender en el seno familiar normas básicas de convivencia, reglas éticas vitales para su desarrollo social”.

La educación debe iniciarse en casa. Es en la familia donde aprendemos a cultivar sensibilidad humana, ideas nobles, sentimientos de abnegación, servicio, amor a los semejantes.

La familia, además de ser oficina de la vida y taller donde se plasman las mejores obras, es el vehículo de la tradición y lazo de unión de lo pasado con el porvenir. Ella es la que estabiliza a la humanidad. (El Hombre Cooperativo p. 64)

Dice Jorge Loring: Los hijos tienen derecho y obligación de ser educados por sus padres. Deben obedecer, pero libremente, no como esclavos. Y sólo es capaz de obedecer libremente quien ama a aquellos de quienes depende y deben mandarle.

La desobediencia a los padres es más grave cuando se trata de cosas relacionadas con el bien de nuestra alma: deberes religiosos, amistades, diversiones, etc. Esta obediencia la deben los hijos a sus padres, mientras vivan con ellos.

Hoy, el término obediencia, para ciertos grupos, es atentatoria -ñandéko-, contra “los derechos del niño”. Parecen no entender que la obediencia de los hijos debe ser una consecuencia del amor a sus padres.

¡Cuántos niños abandonados no conocen a su papá ni saben lo que es el cariño de mamá!. A los padres no basta quererlos, hay que decirlo. No hay amor más desinteresado que el de los padres: no es mucho pedir que reciban alguna muestra de cariño de sus hijos.

Ahora se habla poco de obedecer a los padres. Incluso algunos hijos creen que desobedeciendo dan muestras de “independencia y personalidad”. Ergo, consideran la desobediencia, casi como un valor. Esto es una equivocación.

Esos jóvenes que no obedecen a sus padres que les aman, luego obedecen a amigos, a modas, o a sus caprichos que les tiranizan. Obedecen lo malo y rechazan lo bueno. Ser libre no es hacer lo que me da la gana. Ése es esclavo de sus caprichos.

Libre es quien por voluntad propia hace lo que debe. La persona más libre fue Jesucristo. Sin embargo cumplió con la voluntad de su Padre. Hoy día es muy fácil que los hijos se contagien con el virus de rebeldía y libertad desenfrenada del ambiente posmoderno.

«Criticar a falsos maestros, a malos educadores, a papás tiranos, está bien; pero rechazar la disciplina familiar, es menospreciar sin compasión a cuantos ejercen la ardua tarea de la educación y la enseñanza. Presentar como la mejor de las escuelas la anarquía de una libertad incontrolada, es colocarse al borde de la ruina”,  afirma el P. César Vaca.

“Por desgracia, son muchos los jóvenes que no escuchan consejos. Semejante hostilidad de la juventud hacia la autoridad paterna supone que se oponen irracionalmente a los beneficios de la experiencia” (Edmundo J. Elbert: Problemas actuales de Psicología).

Luego, es obvio ver a violadores violados por su ethos violador, violentar normas, por lo que, la densidad de “violadores” por m2, crece veloz. Así las cosas ¿somos: 50% delincuentes por acción; 45%; delincuentes por inacción (buenito mí) y 05%Vyros remando corriente arriba?

En el caso que nos ocupa, podemos estar instruidos, pero, evidentemente NO EDUCADOS…. 

martes, 7 de abril de 2020

EDUCACIÓN: ¡DOLOROSO PARTO! (I)

OTRAƎDUCACION: Educar: ¿cuestión de meter o de sacar? 
Hace décadas, oí esta expresión: “Educación es un tema de nunca acabar” Por ello comparto conclusiones de referentes de talla en la materia. Este tiempo del  Covid-19, delata, que la tal educación está con presunción de óbito, a juzgar la conducta del homo sapiens hoy.

La pregunta del millón: ¿Por qué muchos con conductas irresponsables, cual criminales matones violan normas establecidas por las autoridades que nos protegen del asesino coronavirus? Por falta de ¡EDUCACIÓN!

Al punto, un imbécil podría retrucar: ¡Claro que no!... ¿cómo que falta de educación?...si en el país, la mitad más uno accede a la escuela, en todos los niveles (…) Escuetamente respondo: “La escuela instruye (en general: mal) La Educación: ¡muta conducta!

Educar es comunicar conocimientos y promover actitudes (...) Luego, hay que distinguir dos facetas. 1º) la información y 2º) la formación. El 1º consiste tan solo en la suma de una serie de datos y manifestaciones específicas, el 2º va más allá”. dice Enrique Rojas, Psiquiatra.

La educación debería iniciarse en casa. “Los niños necesitan aprender en el seno familiar, normas elementales de convivencia, reglas morales imprescindibles para su ulterior desarrollo social”.

“El miedo de ciertos padres actuales a aparecer frente a sus hijos como autoritarios les hace prescindir de cualquier regla de comportamiento doméstico, incluso de aquellas normas indispensables de civilidad, llamadas de urbanidad”.

“Esta incapacidad de ciertos padres para hacer uso de una legítima autoridad en la transmisión de los valores esenciales (...) constituye uno de los dramas fundamentales de la sociedad actual”. (Juan Pablo II- Encíclica Familiaris Consortio nº 86)

La educación lleva al hombre a practicar el bien. “La virtud no es cuestión de enseñanza solamente. Muchas veces comprobamos que el problema, no es de desconocimiento de lo que hay que hacer, sino del necesario esfuerzo para hacerlo (...).

Las virtudes se logran a costa del propio esfuerzo, pero es fundamental que este esfuerzo esté acompañado de una convicción intelectual. Al hombre no le basta saber lo que es verdad y lo que es bueno, necesita además una motivación que le anime a vivirlo.

En eso consiste la educación. La experiencia cotidiana enseña que al hombre no le basta conocer el bien para practicarlo. Ya dijo el poeta Ovidio hace dos mil años: «Conozco el bien y lo apruebo, pero practico el mal». ¡Mba é icha pio la ne re entendéi anguirú!

¿No pululan en nuestra sociedad miles egresados universitarios con carretilladas de créditos académicos (título hetá) pero de conductas bestiarias a causa de su ingente chatura cívica?

La educación ofrece pautas de conducta de acuerdo con una orientación humana, se preocupa que a todo ese saber se le saque el mejor partido, favoreciendo la construcción de un hombre más maduro, más hecho, con más solidez, más humano y más dueño de sí mismo.

La sanción, castigo o disciplina es inevitable, porque es moralmente imposible que los hijos no cometan faltas. “Hijo mío, no desprecies la disciplina del Señor…porque el Señor disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido” (Proverbios 3, 11).

 Para que la sanción, castigo o disciplina sea educativa y eficaz ha de ser siempre:
a) oportuno: en el momento propicio. b) justo: sin exceder los límites de lo razonable;
c) prudente: sin dejarse llevar por la ira; d) poco frecuente, para que sea eficaz.
d) cariñoso en la forma, para que el niño comprenda que se le impone por su bien. Porque:

«Somos eficazmente corregidos por aquellos que nos aman y a quienes nosotros amamos». (José Mª Carrascal Abc-Madrid-12-08-97) (Foerster: Temas capitales de educación, Ed. Herder. BCN)- Continuará…