martes, 4 de junio de 2024

EL CHISME.... ¡Arruina las relaciones!

 
Afirma aquel predicador: “El chisme es terrible y poderosa arma que destroza amistades, familias, matrimonios, e iglesias. Hermanos en la fe y congregaciones enteras se dividieron por chismes, vestido de una buena intención. 

“Pueden comer del fruto de los árboles, menos del árbol que está en medio del jardín. Dios dijo no coman el fruto de ese árbol, porque si lo hacen, morirán. (Gen 3:1) ¿Cómo evitar caer en esta trampa? 

La astuta serpiente les engañó: ¿Conque Dios les prohibió comer del árbol del bien y del mal?” “El perverso provoca peleas; el chismoso causa enemistades (Pr 16: 28) “El chisme descubre secretos; mas el espíritu fiel lo guarda todo” (Proverbios 11:13) 

Según la Real Academia Española, el chisme es noticia verdadera o falsa, un comentario que pretende indisponer a unas personas con otras. Chisme del griego schísma, significa “separación”. 

El libro de Proverbios dice que el que anda en chismes descubre el secreto, el chisme perjudica, causa separación. Es un pecado que nos separa de Dios y de las personas.

La gente chismosa todo lo cuenta; la persona digna de confianza guarda el secreto.  El chismoso se ve como juez ante el pecado de los demás. Se goza en el mal de otros y acusa a su prójimo.

El arma que utilizó la Serpiente fue el hablar mal de Dios, haciendo a Adán y Eva, creer que Dios les había mentido. Es impactante el fatal efecto que provocó esta mentira. 

Para no caer en este gran pecado debemos tener conciencia de su gravedad y ser honestos con nuestras debilidades. Somos pecadores, pero redimidos en Cristo, y habitamos en un cuerpo con una carne que todavía desea hacer el mal (Romanos 7:17-22) 

Al descubrir un secreto o murmurar contra alguien nos creemos mejores que otros. La gente chismosa necesita dejar mal a otros, satisfacer su deseo de verse mejor ante los demás. ¡Eliminemos el chisme! 

Dice la Biblia: “Al que difama a su prójimo, yo lo destruiré; No soportaré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso” (Sal 101:5) Hermanos, no murmuren unos contra otros. El que juzga a su hermano, murmura y juzga a la ley;  (…)  (Santiago 4:11-12) 

El chisme nace en el corazón perverso y envidia lo que no posee. Está insatisfecho. El chismoso sufre de carencias e intenta llenar estas necesidades dejando mal a otros. 

Mentiroso y Calumniador: El chismoso se basa en mentiras o exageraciones para captar la atención de los demás. Levanta falso testimonio en contra de su prójimo. Así las cosas… el chisme-jurupipi es una tajada con final amargo. 

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