Explicaba
aquel profesor: La palabra Eutanasia viene del griego EU que significa bien o buena y de THANATOS, que en términos sencillos es la
muerte sin dolor
de una persona que sufre una enfermedad incurable o dolorosa, a solicitud de la
misma.
También se llama muerte por piedad realizada por un médico, que acelera la muerte de un paciente desahuciado, con la intención de evitar sufrimiento y dolor.
Existen dos formas de eutanasia, la activa que es la acción directa de la muerte mediante sustancias mortales y la pasiva que es la interrupción de tratamientos médicos atenuantes, con alivio del dolor irreversible por la incurabilidad de una enfermedad.
Pero, existe otra especie de muerte: la espiritual. La muerte espiritual radica en estar separados de Dios. La Biblia habla de la muerte espiritual: nuestra propia desobediencia. La muerte espiritual puede superarse por medio del arrepentimiento y la conversión.
Lamentablemente, el terrícola posmoderno renuncia a Dios, incluso al concepto, porque perdió su fe. Las verdades ya no son tales, sino lo que cree, o lo que el mundo impone como nuevos paradigmas y la fe ha pasado de moda y está fuera de servicio.
“También debes saber que en los tiempos últimos vendrán días difíciles. Los hombres serán egoístas, amantes del dinero, orgullosos y vanidosos. Hablarán contra Dios, desobedecerán a sus padres, serán ingratos y no respetarán la religión.
“No tendrán cariño ni compasión, serán chismosos, no dominarán sus pasiones, serán crueles y enemigos de todo lo bueno. Serán traidores, atrevidos, llenos de vanidad y buscarán sus propios placeres en vez de buscar a Dios.
Aparentarán ser muy religiosos, pero con sus hechos negarán el poder de la religión. No tengas nada que ver con esa clase de gente…son de esos que se meten en las casas y engañan a débiles mujeres cargadas de pecado que, arrastradas por toda clase de deseos, están siempre aprendiendo, pero jamás llegan a comprender la verdad”.
Y así como Janes y Jambrés se opusieron a Moisés, también esa gente se opone a la verdad. Son hombres de mente pervertida, fracasados en la fe. Pero no avanzarán mucho, porque todo el mundo se dará cuenta de que son unos tontos, igual que les pasó a aquellos dos que se opusieron a Moisés. (2a Tim 3:2 y siguientes)
El 5° Mandamiento prohíbe hacer algo con intención de provocar indirectamente la muerte de una persona. La ley moral prohíbe exponer a alguien sin razón grave a un riesgo mortal, así como negar la asistencia a una persona en peligro....porque ¡No existe el derecho a matar!
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